El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, llegó el martes a Beijing para una visita de tres días, de frente a las elecciones generales estadounidenses de noviembre y a las recientes declaraciones de condena a la agresión de China en el Mar de China Meridional.
El Sr. Sullivan tiene previsto entrevistarse con el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi. Se espera que ambos se centren en varios asuntos clave de la relación bilateral, entre estos, el avance de la cooperación antinarcóticos, la comunicación entre militares y el debate sobre la seguridad y los riesgos de la IA, dijo el lunes el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
«También él aprovechará la oportunidad para hablar con Wang sobre nuestras preocupaciones, desde el punto de vista de la seguridad, en todo el Indo-Pacífico: el aumento de las tensiones en el mar de China Meridional, las tensiones en el estrecho de Taiwán y una serie de otras cuestiones, como las prácticas económicas desleales», añadió Kirby.
«Todo eso estará sobre la mesa», dijo el portavoz estadounidense.
El canal de comunicación entre Sullivan y Wang «ha desempeñado un papel importante en la gestión responsable de la competitividad y la tensión entre nuestros dos países», declaró el Sr. Kirby al hablar del enfoque de la administración Biden hacia China.
La visita del Sr. Sullivan se produce en medio de una escalada de agresiones por parte de China hacia sus vecinos, en particular Filipinas, Taiwán y Japón. Las recientes «acciones peligrosas» de China en el Mar de China Meridional llevaron al Departamento de Estado a emitir una declaración en agosto, condenando las acciones de China y reafirmando el compromiso de Estados Unidos con su tratado de defensa mutua con Filipinas.
Durante una reunión informativa sobre el viaje de Sullivan el 23 de agosto, un alto funcionario de la administración dijo que Sullivan y Wang también intercambiarán puntos de vista sobre Corea del Norte, Medio Oriente, Birmania, Taiwán, el Mar de China Meridional y las preocupaciones de Estados Unidos sobre el apoyo de China a la base industrial de defensa de Rusia.
El 23 de agosto, los departamentos del Tesoro, y de Estado, de Estados Unidos sancionaron a cerca de 400 personas y entidades que apoyaban la guerra de Rusia en Ucrania, incluidas varias empresas rusas y chinas. En respuesta, el ministerio de Comercio de China denunció las sanciones estadounidenses, insinuando que no dejará de ayudar a Moscú en su esfuerzo bélico.
Elecciones en Estados Unidos
Las elecciones estadounidenses de noviembre serán el telón de fondo de la reunión entre Sullivan y Wang.
El PCCh podría abstenerse de firmar nuevos compromisos con la administración Biden, si considera que la próxima administración estadounidense aplicará políticas más favorables hacia China.
El expresidente Donald Trump dijo a principios de este año que estaba considerando un plan para imponer aranceles de más del 60 por ciento a los productos chinos en su posible segundo mandato.
La vicepresidenta Kamala Harris, en un discurso de aceptación de la candidatura del Partido Demócrata a la presidencia la semana pasada, indicó que «Estados Unidos, no China, ganará la competencia del siglo XXI».
Un alto funcionario de la administración dijo que la gente no debería «vincular este viaje o asociarlo demasiado estrechamente con las elecciones».
Además, añadió que la parte estadounidense no hablará en nombre de la política que tendrá la próxima administración hacia China, ya sea una administración Harris o Trump, indicando que Sullivan hablará sobre «cómo pretendemos gestionar el equilibrio de esta administración, cómo pretendemos gestionar la transición».
Chen Ping-kui, profesor del Departamento de Diplomacia de la Universidad Nacional Chengchi de Taiwán, también descartó que la reunión entre Sullivan y Wang tuviera alguna relación directa con las elecciones de noviembre, en una entrevista concedida a The Epoch Times el martes, antes de la llegada de Sullivan.
«Como mucho, la administración Biden solo puede garantizar cómo será la situación si el Partido Demócrata continúa en el poder, y si habrá algún cambio en las políticas», dijo el profesor.
El Sr. Chen añadió que no esperaba «ningún resultado real» de la reunión. No obstante, indicó que esta seguramente ayudará a estabilizar los lazos entre China y Estados Unidos, al menos para que ambas partes puedan evitar malentendidos en el futuro.
Si Harris gana, no está claro si continuará con el planteamiento de la administración Biden en sus relaciones con Beijing.
El secretario de Estado, Antony Blinken, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, y el enviado del presidente Joe Biden para asuntos climáticos, John Kerry, han visitado China desde que Biden asumió el cargo.
El viaje a China de Sullivan marca la primera visita a China de un asesor de seguridad nacional estadounidense desde 2016, cuando Susan Rice, de la administración Obama, realizó el viaje y se reunió con varios funcionarios del Partido Comunista Chino (PCCh), incluido el líder chino Xi Jinping.
La agresión de China
El momento del viaje de Sullivan surge cuando China es cada vez más agresiva con sus vecinos.
El ministerio de Defensa japonés informó el lunes de que un avión militar chino había violado por primera vez el espacio aéreo del país sobre aguas del suroeste de Japón. En respuesta a la intrusión, el ministerio dijo que desplegó aviones de combate japoneses para advertir al avión chino.
China también intensificó su coerción contra Taiwán tras la elección en enero de Lai Ching-te, que juró su cargo como presidente de Taiwán en mayo. En la mañana del 24 de agosto, el ministerio de Defensa de Taiwán informó de que había avistado 50 aviones y buques militares en las inmediaciones de Taiwán en las últimas 24 horas.
La incursión china coincidió con el viaje de Lai a las islas taiwanesas de Kinmen el viernes. Durante un discurso, Lai dijo que «Taiwán es un país amante de la paz» y que el pueblo de Taiwán «no está dispuesto a ser gobernado por el Partido Comunista [chino]».
Study of War y el American Enterprise Institute publicaron recientemente un informe en el que advertían de que China podría apoderarse de las islas Kinmen en los próximos meses, ya que Xi podría creer que Estados Unidos no responderá con rapidez y contundencia dadas sus propias elecciones generales y las guerras de Ucrania y Gaza.
En el Mar de China Meridional, se han producido varios enfrentamientos marítimos y aéreos entre China y Filipinas en las últimas semanas. El 25 de agosto, Manila declaró que uno de sus buques pesqueros puso fin prematuramente a su misión de reabastecimiento en un banco de arena de su zona económica exclusiva porque le falló el motor tras ser embestido por los barcos de los guardacostas chinos.
A pesar de la importante condena internacional, China sigue insistiendo que sus reclamaciones de propiedad en las aguas del mar de China Meridional sean reconocidas internacionalmente por otros países.
En 2016, la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya rechazó la reivindicación de Beijing de la «línea de nueve puntos» sobre aproximadamente el 85% de los 2.2 millones de millas cuadradas del mar de China Meridional. El fallo declaró que las reivindicaciones territoriales de Beijing eran incompatibles con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
El martes quedó interrumpida otra misión filipina de reabastecimiento en el Mar de China Meridional. Según la Guardia Costera filipina, dos buques —que transportaban alimentos y suministros para el personal a bordo del buque insignia de la agencia, el BRP Teresa Magbanua, que realizaba una patrulla prolongada alrededor del banco de arena Escoda— fueron bloqueados ilegalmente por 40 buques chinos, entre los que se encontraban seis barcos de la Guardia Costera china.
Durante el foro militar del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos, celebrado el martes en Manila, el secretario de Defensa de Filipinas, Gilberto Teodoro, calificó a China como el «mayor perturbador» de la paz en el Sudeste Asiático.
Gordon Chang, investigador principal del Gatestone Institute y autor de «The Coming Collapse of China» (El próximo colapso de China), advirtió de que Filipinas es la «próxima Ucrania», según su artículo publicado el 26 de agosto.
Xi «necesita una victoria política rápida» porque «es vulnerable» a nivel interno debido a sus políticas, explicó Chang.
Dado que apoderarse de Taiwán «está fuera de su alcance» por el momento, Xi «ha decidido atacar a un vecino débil».
La República de Filipinas encaja a la perfección», dijo Chang.
«El riesgo es que un ataque a Filipinas provoque un conflicto general en la región».
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Con la contribución de Luo Ya e información de Reuters.
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