Los frecuentes y prolongados cortes eléctricos en el occidente de Venezuela lentifican la producción de sus campos petroleros, según denuncian políticos asociados con la oposición y dirigentes sindicales.
El diputado venezolano Juan Carlos Velazco aseguró que las instalaciones petroleras del municipio Lagunillas, del estado Zulia, estuvieron sin servicio eléctrico por al menos 26 horas, entre domingo y lunes. Esa región, limítrofe con Colombia, es considerada la más rica en reservas petroleras del país.
“Nunca habíamos vivido momentos tan deplorables (…) PDVSA, en el suelo, reflejo de la desidia, abandono, ineficiencia, incompetencia del régimen”, publicó en Twitter Velazco, secretario local del partido Acción Democrática.
Zulia, también estimado como el estado más poblado de Venezuela, es la región con mayores interrupciones del servicio de luz en la última década, según registros del independiente Comité para Afectados por Apagones.
Los apagones por racionamiento son comunes en 13 de sus 21 municipios. Los cortes eléctricos suelen durar entre cuatro y ocho horas diarias.
El ministro de Energía Eléctrica del régimen de Nicolás Maduro, el general en jefe en condición de retiro Néstor Reverol, informó a finales de marzo que Zulia entraría en un esquema de racionamientos de luz de emergencia debido al “mantenimiento” y sustitución de piezas de las turbinas del Complejo Termoeléctrico Rafael Urdaneta, mejor conocido como Termozulia.
Su promesa fue que la administración de carga, como la llama, se prolongara solo hasta finales de abril. Ya entrado mayo, las interrupciones continúan.
Viatney Cumare, dirigente municipal de Acción Democrática, crítico de Maduro, denunció que los campos petroleros de Lagunillas volvieron a “sufrir” los apagones este fin de semana por “el abandono de PDVSA y el régimen”.
Velazco, por su parte, consideró que la promesa de Reverol de que los racionamientos acabarían en abril fue “una burla”. “Es peor”, indicó.
Según el dirigente adeco, las constantes fallas del servicio provocan la explosión de equipos transformadores en las comunidades y los campos petroleros. Culpa de ello a “la alta corrupción y la desinversión” del Estado en el sector eléctrico.
Las fallas eléctricas han generado protestas ciudadanas en los municipios Maracaibo (la capital), San Francisco y Cabimas, vecino de Lagunillas.
El exlíder Hugo Chávez Frías declaró una “emergencia” en el sector eléctrico venezolano en 2010 y anunció inversiones milmillonarias para mejorarlo. Los cortes y fallas de luz no han cesado con el paso de los años.
Producción en caída
El Estado venezolano produjo 728,000 barriles de petróleo en marzo, según informes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Esa cifra significó una disminución de 7.6% en comparación con la cuota de febrero.
Venezuela se encuentra entre los países con mayores reservas de crudo del mundo, de acuerdo con agencias energéticas de Estados Unidos y Europa.
La extracción y venta del crudo local se han truncado en los últimos años, empero, debido a múltiples factores, como corrupción, falta de mantenimiento e inversión, fuga de recursos humanos y sanciones económicas extranjeras.
Un reporte reciente de la organización Tanker Tracker, servicio independiente que monitorea los envíos de petróleo, apuntó que las exportaciones de crudo de Venezuela cayeron de 583,000 barriles al día a 420,000 entre marzo y abril.
Luis Hernández, sindicalista venezolano que dirige el Frente de Trabajadores Petroleros, opina que la producción de crudo “siempre va a estar mermando” mientras no se logre estabilizar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
La producción petrolera “se está cayendo a cada rato”, manifiesta a la Voz de América, especialmente en estados del occidente de Venezuela, como Zulia. Cuando ocurren apagones prolongados en campos petroleros, como el de Lagunillas, explica Hernández, “los trabajadores se quedan atados de manos”.
Coincide con que Zulia es el más afectado por cortes eléctricos entre los 17 estados petroleros de Venezuela. Las fallas, precisa, ocurren principalmente en el occidente del país suramericano y, con menor frecuencia, en el oriente.
“Es algo desastroso en estos momentos. Esto tiene que estabilizarse. Mientras no se estabilice, no arranca la producción”, advierte, sobre las metas de aumentos de cuotas de crudo que se ha propuesto el Estado venezolano.
El líder Maduro ha prometido reiteradamente que Venezuela elevará su producción petrolera a dos millones de barriles diarios. Economistas y especialistas del área consideran que la cifra es inalcanzable en el corto plazo.
En marzo, una delegación del gobierno estadounidense se reunió con Maduro en Caracas para abordar, entre otros temas, una posible reanudación de la relación petrolera entre ambas naciones para suplir la demanda energética norteamericana tras el veto económico a Rusia tras su ataque contra Ucrania.
La Casa Blanca aclaró luego de la reunión en el Palacio de Miraflores que ese escenario estaba descartado por los momentos. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, reivindicó esta semana su opinión de que las negociaciones entre el ejecutivo de Maduro y la Plataforma Unitaria de la oposición son “el mejor camino” para un retorno pacífico a la democracia.
The Economist reportó la semana pasada que el gobierno de Biden y el régimen de Maduro estarían planeando una nueva reunión en Trinidad y Tobago para discutir el tema de envío de petróleo venezolano a Estados Unidos. Según esos informes, la vicepresidenta chavista Delcy Rodríguez y el canciller Félix Plasencia irán al encuentro.
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