El director de una empresa de suministros médicos involucrada en la distribución y suministro de anticuerpos monoclonales en las regiones del sureste y noreste de la nación, le dijo a NTD en una entrevista el 12 de enero que la toma de control de la cadena de suministro de anticuerpos monoclonales por parte del gobierno ha exacerbado los retrasos y la escasez.
“La forma en que se distribuyen los productos en este momento, dependiendo del gobierno para determinar quién obtiene qué, ese proceso puede ser muy largo en términos de tiempo”, dijo el director ejecutivo de Dealmed, Michael Einhorn.
Como resultado, los médicos informan «excedentes en ciertas áreas e insuficiencias en otras», lo que ha alimentado la frustración cuando los pacientes críticos no reciben anticuerpos para las infecciones por COVID-19.
Aunque no está claro cómo se están racionando los anticuerpos monoclonales entre los estados, Einhorn dijo que debería permitirse la «comercialización» de estos productos, para que los centros de infusión que los necesiten puedan pedirlos en función del «volumen de pacientes».
“Si tienen un exceso de oferta, no pedirían más”, dijo Einhorn, mientras que cuando el estado proporciona los remedios, “nadie va a decir que no al gobierno”, ya que los productos son “prácticamente gratuitos”, lo que genera desajustes en la oferta y la demanda.
“Me resulta muy difícil creer que, en tan solo un año, una agencia gubernamental en un estado diferente pueda descifrar la dinámica de un sistema de atención médica regional local”, agregó.
Un anticuerpo monoclonal en particular, sotrovimab fabricado por GlaxoSmithKline (GSK) y Vir Biotechnology, tiene una gran demanda ya que los informes emergentes sugieren que es más efectivo que otros productos contra la variante ómicron.
El Dr. Marc Siegel, internista en ejercicio y profesor de medicina en el Centro Médico Langone de la NYU, escribió en un artículo de opinión en USA Today que «ómicron es más susceptible al sotrovimab, fabricado por GlaxoSmithKline, pero en la mayoría de los estados es casi imposible de encontrar».
Se ha demostrado que las terapias con anticuerpos monoclonales son eficaces para prevenir enfermedades graves u hospitalizaciones en pacientes de alto riesgo con COVID-19 de leve a moderado.
El 12 de enero, la administración Biden obtuvo 600,000 dosis más de sotrovimab por una suma no revelada, lo que elevó el total de dosis compradas por las naciones a nivel mundial a aproximadamente 1.7 millones, según Reuters. Las dosis adicionales se entregarán en el primer trimestre de 2022 según GSK.
Desde octubre de 2021, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de EE.UU. ha entregado más de 385,000 dosis de sotrovimab a estados de todo el país.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, criticó el 7 de enero a la administración de Biden debido a que había reducido a la mitad el suministro del remedio en Florida, a 150,000 dosis. DeSantis agregó que antes de que el gobierno “tomara el control del suministro monoclonal”, Florida administraba 30,000 dosis por semana.
En el «plan de acción» de la administración Biden contra la COVID-19, los anticuerpos monoclonales figuran como un tratamiento «que salva vidas», «que ha demostrado reducir el riesgo de hospitalización hasta en un 70 por ciento para las personas no vacunadas con riesgo de desarrollar una enfermedad grave».
El plan también identifica el remedio como una «herramienta clave para mejorar los resultados de salud, prevenir hospitalizaciones y reducir la tensión» en los hospitales.
The Epoch Times se ha acercado al HHS para recibir comentarios al respecto.
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