Los republicanos quieren repetir en 2020 el éxito de las elecciones estatales de 2010, cuando ganaron 7 carreras por la gobernación y 21 cámaras legislativas estatales. Pero los demócratas de todo el país están prometiendo no dejar que eso suceda. Ambos partidos han creado organizaciones de recaudación de fondos e investigación para concentrarse en las contiendas legislativas estatales -especialmente cuando existe la oportunidad de cambiar o mantener el control de una cámara- con el objetivo a largo plazo de controlar la redistribución de distritos.
«Nuestro trabajo es ahora más importante que nunca porque si los republicanos no ganan en los estados donde la Legislatura juega un papel crítico en la redistribución de distritos, nuestro partido no ganará la mayoría en la Cámara de Representantes en la próxima década», dijo Ron Weiser, presidente de finanzas del Comité de Liderazgo de los Estados Republicanos (RSLC).
Una de las metas clave de la campaña para el RSLC es aumentar el control republicano en 12 estados claves, incluyendo Minnesota.
«Tras su éxito sin precedentes en el último ciclo de redistribución de distritos en 2010, el Comité de Liderazgo del Estado Republicano (RSLC) anunció el lanzamiento de su principal iniciativa de redistribución de distritos, Right Lines 2020, para asegurar distritos imparciales, legales y constitucionales después del próximo Censo. Las estimaciones públicas de expertos han revelado que ganar tan solo 49 bancas legislativas estatales podría determinar hasta un cambio de 146 bancas en la Cámara de Representantes de EE.UU. durante los próximos 10 años», dice la declaración de RSLC.
Los demócratas también se concentran en las elecciones estatales y la redistribución de distritos. Sus esfuerzos para obtener el control del proceso de redistribución de distritos están respaldados por George Soros y otros multimillonarios demócratas, sindicatos y grupos activistas socialistas, junto con grandes nombres del partido como el presidente Barack Obama, Hillary Clinton y Eric Holder, que están recaudando cientos de millones de dólares para financiar un esfuerzo sistemático para obtener el control del mapa de distritos de la nación.
El RSLC está planeando inversiones multimillonarias en estados claves donde la legislatura republicana tiene el control o tiene un papel clave en el trazado de nuevos mapas del Congreso y de los distritos estatales. El objetivo del grupo es desafiar las ideologías radicales que se hicieron populares entre los demócratas.
Según el sitio web del RSLC, «la iniciativa Right Lines 2020 trabajará en estrecha colaboración con el National Republican Redistricting Trust (NRRT), el recurso clave del Partido Republicano para las exigencias legales y de datos relacionadas con la redistribución de distritos». La asociación RSLC-NRRT servirá como la punta de lanza de los esfuerzos unificados del Partido para asegurar mapas de distritos imparciales, legales y constitucionales».
Adam Kincaid, Director Ejecutivo del National Republican Redistricting Trust, expresó en una declaración: «Los demócratas definitivamente están prestando más atención esta vez, no miran más allá del hecho de que tienen a Barack Obama y Eric Holder en el punto de mira de su esfuerzo. Si los republicanos no comienzan a invertir en las contiendas legislativas estatales, y en los litigios y datos necesarios para asegurar nuestras mayorías en la misma medida en que lo hacen los demócratas, el Partido Republicano hará que nuestras mayorías legislativas sean eliminadas y tomará décadas reconstruirlas. Afortunadamente, entre el RSLC y el NRRT, tenemos la infraestructura y el equipo que necesitamos para ganar».
Los Republicanos y Demócratas lo ven de esta manera: Ganar más bancas legislativas, especialmente en una docena de estados claves, podría determinar más bancas en la Cámara de Representantes en el Congreso de Estados Unidos.
La Especialista Principal de Políticas de la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, Wendy Underhill, cuyo trabajo consiste en reunir y difundir información imparcial relacionada con las elecciones para los legisladores, declaró a La Gran Época: «Esto representa el enfoque político del RSLC para 2020, y los demócratas probablemente están pensando de manera similar. No puedo decir si están en lo cierto, pero significa que saben en qué estados poner sus esfuerzos, y posiblemente en qué distritos dentro de esos estados».
El RSLC se ha centrado en Texas, Louisiana, Florida, Georgia, Minnesota, Wisconsin, Iowa, Nebraska, Kansas, Ohio, Pennsylvania, Carolina del Norte, Virginia y Nueva York. El Comité Nacional Demócrata de Redistribución de Distritos (NDRC), presidido por el exfiscal general Eric Holder, también se ha dirigido a 12 estados, incluyendo Florida, Georgia, Kentucky, Louisiana, Minnesota, New Hampshire, Carolina del Norte, Ohio, Pennsylvania y Texas.
Las metas electorales de 2019 a 2020 para el NDRC son mantener la mayoría en la Cámara y ganar más influencia en el proceso de redistribución de distritos después del censo de 2020.
Según la NDRC, «Durante el último ciclo de redistribución de distritos en 2011, los republicanos tenían el control de la tercera parte en 19 estados, lo que les dio poder total sobre el trazado de 213 distritos del Congreso. El NDRC está comprometido a cambiar eso y asegurarse de que los demócratas tengan un lugar en la lista en el proceso de redistribución de distritos 2021».
El NDRC cobró impulso después de las elecciones de 2018. Según el sitio web de la NDRC: «Durante el ciclo electoral 2019-2020, la NDRC tiene como objetivo 12 estados, incluyendo 3 elecciones a la gobernación, 16 cámaras legislativas estatales y una contienda por la reelección».
Después del fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos en un caso de alto nivel de gerrymandering, Rucho versus Common Cause, las legislaturas estatales continuarán teniendo el control del proceso de redistribución de distritos y se enfrentarán a menos obstáculos legales al trazar los límites del distrito para la ventaja partidaria.
Dado que la mayoría de las bancas en el Senado de los estados son seguras para un partido u otro, debido a la división geográfica en los estados entre las ciudades de tendencia liberal y los suburbios exteriores de tendencia conservadora y las áreas rurales, las ganancias y pérdidas de la población podrían proporcionar oportunidades para que un partido con un control completo tome posesión de las bancas en la redistribución de los distritos. Las bancas en la Cámara de Representantes son más impredecibles debido a los cambios en la población, y el partido que controla la legislatura estatal establece las reglas por las cuales cada estado hace la redistribución de distritos.
«Tanto los demócratas como los republicanos quieren controlar las legislaturas estatales debido a las implicaciones políticas. En 2020, además de las preocupaciones habituales en torno al presupuesto, la justicia, la educación, la salud, etc., la oportunidad de tener el control cuando se lleve a cabo la redistribución de distritos es un factor motivador para ambas partes», comentó Underhill.
En Estados Unidos, la redistribución de distritos se lleva a cabo en cada estado cada diez años, después del censo. Esto define los límites geográficos, ya que cada distrito dentro de un estado tiene aproximadamente el mismo número de votantes estatales. El mapa resultante afecta las elecciones de los miembros de la Cámara de Representantes y de los órganos legislativos estatales. La redistribución de distritos siempre se ha entendido como un hecho político, que en la mayoría de los estados está controlado por los legisladores y gobernadores estatales.
Cuando un partido controla las cámaras legislativas del estado y la oficina del gobernador, está en una posición fuerte para manipular los límites del distrito en su beneficio. Desde 2010, la tecnología informática ha facilitado la manipulación de los partidos políticos en el proceso de redistribución de distritos.
Hay esfuerzos para hacer que el proceso de redistribución de distritos sea imparcial y transparente por parte de grupos bipartidistas como el Brennan Center for Justice, una organización independiente, no partidista, de leyes y políticas.
Tom Wolf, un asesor del Programa de Democracia del Brennan Center que se enfoca en el censo y la redistribución de distritos, explicó a La Gran Époc que su organización se asocia con grupos de ciudadanos para asesorarlos sobre políticas sólidas para la redistribución de distritos mientras tratan de trabajar para crear comisiones de redistribución independientes o establecer criterios justos para la redistribución de distritos.
Antes del reciente fallo de la Corte Suprema en la causa de gerrymandering Rucho versus Common, el Centro Brennan abogó para que la corte dictaminara en contra del gerrymandering extremo (donde un partido mantiene el control sistemático del partido), en lugares tales como Carolina del Norte, Michigan, Wisconsin, y Maryland.
«La decisión de la Corte Suprema de no involucrarse en los asuntos de redistribución de distritos dejó que los estados continuaran haciendo sus propias reglas sobre el mapeo de distritos», enfatizó Wolf.
Aun así, organizaciones como el Centro Brennan trabajan con el público para promover un sistema no partidista para la redistribución de distritos. «Si un estado tiene reglas que hacen que una comisión independiente sea imposible, entonces se aconseja un conjunto de criterios para ayudar a que el proceso sea más imparcial y más transparente», señaló Wolf.
Un informe de 2018 del Centro Brennan llamado Extreme Maps concluye que cuando un partido político tiene ambas cámaras estatales, hay más parcialidad partidista en la elaboración de mapas.
El proceso de redistribución de distritos es increíblemente complejo y su resultado final dependerá principalmente de las elecciones de 2019 y 2020 y del censo de 2020. «Los datos del censo de 2020 impactarán enormemente el dibujo del mapa y lo bloquearán durante 10 años», comentó Wolf a La Gran Época.
El informe del Centro Brennan titulado Potential Shift in Political Power After the 2020 Census (Cambio potencial en el poder político después del censo 2020) dice: «Si las tendencias actuales de la población se mantienen por el resto de esta década, probablemente habrá cambios sustanciales en la representación del Congreso en el momento de la redistribución».
El informe destaca un análisis de finales de diciembre de 2018 de los Servicios de Datos Electorales y hace algunas proyecciones sobre cómo podrían cambiar los distritos después del censo de 2020. Proyecta que Texas obtendrá tres bancas en la Cámara de Representantes y Florida dos; mientras que Colorado, Arizona, Carolina del Norte, Montana y Oregón ganarán una cada uno. Se dice que Nueva York está a punto de perder dos bancas, mientras que se espera que Alabama, Illinois, Ohio, Michigan, Rhode Island, Pennsylvania y Virginia Occidental pierdan una. Se cree que California y Minnesota están a punto de perder una banca cada uno.
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