El presidente de México dijo que ha estado discutiendo con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, la posibilidad de fusionar el continente americano en un estilo de gobierno de la UE.
«Y creo que el señor Blinken habló de consolidar la región de América del Norte, y coincidimos en eso», dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador durante una conferencia de prensa el mes pasado.
«No solo le dije que estábamos de acuerdo con consolidarnos como región, incluyendo los tres países, Canadá, Estados Unidos, México, sino que estábamos nosotros a favor también de la unidad de todo el continente americano de repetir nuestro proyecto de que, así como surgió primero la comunidad europea y se convirtió en Unión Europea, así queremos nosotros, que es el sueño de Bolívar, pero integrando a Canadá, a Estados Unidos, toda América».
Preocupado por el hecho de que Blinken parezca estar manteniendo este tipo de conversaciones en el extranjero, el representante Matt Gaetz (R-Fla.) envió una carta a la secretaria para saber más.
«¿Es su posición que el continente norteamericano debería estar unido por una constitución regional para promover los intereses económicos de sus estados miembros?», preguntó Gaetz a Blinken.
«¿Es la posición del Departamento de Estado que Estados Unidos, Canadá y México se conviertan en una unión de estados formada a semejanza de la Unión Europea?».
Un portavoz de la oficina de Gaetz dijo el 18 de octubre que el congresista aún no había recibido una respuesta de Blinken.
«Nuestra oficina está supervisando activamente los planes de la Administración Biden y seguirá comunicando nuestras preocupaciones al Departamento de Estado», dijo el portavoz a The Epoch Times.
«No quiero que mis electores vivan bajo cierres tiránicos socialistas promulgados por Justin Trudeau mientras sus sobrinos se envenenan con fentanilo mexicano», escribió Gaetz en Twitter el 14 de octubre.
«Pero ese es el orden globalista que apoya la izquierda, porque nunca pensaron mucho en Estados Unidos en primer lugar».
The Epoch Times se puso en contacto con el Departamento de Estado para que comentara la veracidad de los comentarios del presidente López Obrador, y para preguntar si alguien del departamento ha hablado con sus homólogos canadienses sobre la idea. El Departamento de Estado no respondió.
López Obrador dijo que él y Blinken también hablaron de impulsar la agenda de energía verde del presidente Joe Biden. Una cooperación entre México y Estados Unidos para ampliar la producción de litio y energía solar, esbozada en el Plan Sonora del presidente mexicano, ha colocado al estado del noroeste de México en el radar de las energías renovables de Washington.
Organización de Estados Americanos
A principios de este mes, Blinken viajó a América Latina para asistir a la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, una organización al estilo de las Naciones Unidas que se formó en 1948.
Al término de la cumbre, los 35 países miembros adoptaron la Declaración de Lima, titulada «Juntos contra la desigualdad y la discriminación».
«Cuando todas las comunidades tienen igual acceso al desarrollo, toda la sociedad se beneficia. Y porque las democracias más igualitarias tienden a ser socios más estables y seguros», dijo Blinken durante su intervención el 6 de octubre en Lima.
La Declaración de Lima formula sus objetivos en el marco de la «diversidad, equidad e inclusión», que se critica por favorecer la diversidad por encima del mérito y por suponer que los blancos son inherentemente racistas.
La declaración se centra en cuestiones económicas, en el cambio climático y en reforzar la inclusión de los grupos «minoritarios», especialmente en materia de género.
Afirma que es «necesario lograr un aumento significativo de la financiación en condiciones favorables y de las inversiones procedentes de una amplia variedad de fuentes públicas y privadas, así como de la cooperación internacional para el desarrollo, incluidos los organismos multilaterales, los países desarrollados y el sector privado, a fin de lograr sociedades equitativas, más justas, diversas y prósperas».
Los contribuyentes estadounidenses financian algo menos del 50 por ciento del presupuesto de la Organización de Estados Americanos, que en 2023 superará los 90,100 millones de dólares.
Brasil es el siguiente mayor contribuyente, con el 15.3% del presupuesto. Le siguen Canadá y México, que aportan el 12% y el 7% respectivamente.
Otros doce países se comprometen a aportar 37,6000 dólares cada uno para el año, mientras que Cuba pone 468,800 dólares.
Un analista regional afirma que una región norteamericana consolidada podría ofrecer beneficios económicos mutuos y crear estabilidad regional, pero necesitaría directrices estrictas.
«Una comunidad económica entre Estados Unidos, México, Centroamérica y las Antillas sería un paso adelante para toda la región, pero tiene que estar basada en el concepto de una comunidad de democracias», dijo el Dr. Orlando Guiterrez-Boronat a The Epoch Times.
«Esa unión supranacional, para ser beneficiosa, debe basarse en sólidos principios de libertad y democracia. No en la absurda ambigüedad hacia la tiranía de, por ejemplo, el presidente López Obrador en México».
Algunos críticos del presidente en funciones de México creen que la democracia del país se está fragmentando bajo la presidencia de López Obrador debido a un alejamiento de las normas democráticas, incluyendo el silenciamiento de los críticos, el desfinanciamiento de los organismos reguladores y el robo de los fideicomisos controlados por el Estado fuera de los canales legales apropiados.
Boronat dice que la región de América del Norte no debería seguir directamente el modelo de la UE. Cree que para que un esfuerzo consolidado funcione, es necesario un mayor nivel de rectitud política.
«La falta de coherencia e integridad política ha perjudicado a la Unión Europea y la ha colocado en la crisis actual con la agresión rusa a Ucrania», dijo.
«Es ridículo que la Unión Europea esté financiando actualmente la terrible dictadura de Cuba. ¿Cómo puede estar eso en consonancia con los valores que se supone que la UE comparte con Estados Unidos?».
Nuevos presidentes de izquierda
La misma semana que Blinken estuvo en Perú, visitó Colombia y Chile para discutir las prioridades compartidas y enfatizar la colaboración regional.
El delegado estadounidense se reunió con el recién elegido presidente de izquierdas de Colombia, Gustavo Petro, y con funcionarios de alto nivel para hablar de la acción climática, de la crisis migratoria que atraviesa el Tapón del Darién, que une Colombia y Panamá, y de un «enfoque holístico» para combatir el narcotráfico en la región.
Petro fue elegido en junio, en un resultado sorprendente, como el primer presidente de izquierdas de Colombia. Petro es un exmiembro del grupo guerrillero M-19, una organización marxista de la década de 1970 vinculada a las conocidas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El grupo terrorista se desmovilizó en 1990 y se convirtió en un partido político legítimo con el nombre de Aliaza Democrática M-19.
En Chile, Blinken se reunió el 5 de octubre con el presidente socialista Gabriel Boric y la ministra de Asuntos Exteriores, Antonia Urrejola, para tratar iniciativas similares, como la mitigación del cambio climático, las oportunidades de comercio bilateral y la migración ilegal.
Boric, que tiene vínculos abiertos con el partido comunista de Chile, se ha enfrentado a un importante escrutinio en los últimos meses en medio de una aplastante recesión económica y protestas. El millennial se convirtió en el jefe de Estado más joven del país en una segunda vuelta electoral el pasado diciembre.
La marea dio un giro personal contra Boric en septiembre, cuando un grupo de manifestantes reconoció a su hermano y lo atacó. Simón Boric, que trabaja como jefe de gabinete del rectorado de la Universidad de Chile, fue hospitalizado después de que una turba enfurecida le diera puñetazos y patadas en la puerta de su casa en Santiago.
El ataque tuvo lugar pocos días antes de una votación histórica sobre la abolición de la Constitución nacional que se instauró bajo el controvertido expresidente Augusto Pinochet. La votación fracasó y la constitución se mantiene.
La conexión con China
Hay otro actor que corteja a los vecinos del sur de Estados Unidos.
China es ahora el mayor socio comercial de Sudamérica y está a punto de superar a Estados Unidos en el comercio en toda América Latina.
Con su Iniciativa de la Franja y la Ruta, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha realizado importantes inversiones en la región y se ha convertido en uno de sus mayores prestamistas.
El PCCh ha construido puertos, carreteras, presas y grandes proyectos energéticos en toda América Latina durante los últimos 20 años.
«Al igual que en África, Oriente Medio y otros lugares de Asia, Beijing está utilizando su poderío económico y financiero para aumentar su perfil diplomático y su influencia», afirma Milton Ezrati, economista jefe de Vested, una empresa de comunicación con sede en Nueva York y colaborador de The Epoch Times.
«El líder chino Xi Jinping ha visitado América Latina 11 veces desde que asumió el cargo en 2013 y ha firmado asociaciones estratégicas —la clasificación más alta que Beijing ofrece a los aliados diplomáticos— con siete países, Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, México, Perú y Venezuela».
Entre 2009 y 2019, el año más reciente del que se dispone de datos, China también ha vendido el equivalente a 165 millones de dólares en equipamiento militar a Venezuela, Bolivia y Ecuador, incluyendo aviones, radares de defensa aérea y armas pequeñas, señaló Ezrati.
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