Un grupo de alrededor de 500 argentinos se sumaron este lunes a las peticiones del «Convoy de la Libertad» de Canadá y otros convoyes que se siguen sumando alrededor del mundo, pidiendo de manera pacífica el fin del pase sanitario de vacunas y de las restricciones gubernamentales por el COVID-19.
Freedom Convoy Argentina, es un grupo que inició su convocatoria vía Telegram a finales de enero y hasta el momento cuenta con más de mil participantes que se siguen sumando, de los cuales alrededor de 500 participantes se dieron cita ayer en la Plaza de Mayo enfrente de la Casa Rosada, en la capital de Argentina.
Los manifestantes portaron pancartas de «Libertad», banderas argentinas, algunos de ellos llegaron en sus autos, otros en autobuses de pasajeros, y varios otros ciudadanos se sumaron a pie, para pedir el fin del pase sanitario y de la vacuna obligatoria contra el COVID-19, y a favor del derecho a elegir respecto a sus cuerpos.
Y aunque esperaban más participación, un organizador dijo a The Epoch Times, que cada vez aumenta la presión contra el pasaporte sanitario contra COVID-19, y esperan que en los próximos días se sumen más grupos de personas.
«A pesar de no ser todos los que podemos, dada la extensión del territorio y las dificultades de atravesarlo con el pase sanitario, dimos una Sorpresa frente a la casa de gobierno. Ni los medios tradicionales ni el gobierno darán respuesta. No obstante, cada vez la presión contra el pase sanitario es mayor», dijo Gustavo Julio García, uno de los organizadores en una declaración a The Epoch Times, el 7 de febrero.
García señaló que esta «es una manifestación que no contó con el apoyo del Sindicato de Camioneros, alineado con el gobierno. La gente decidió venir en vehículos propios, y medios de transporte públicos».
Y dijo «no somos una organización política consolidada, somos un grupo enorme de voluntades organizando esto, no sabíamos que sería tan masivo», respecto a la difusión que tuvo la organización del convoy en Argentina.
Otro de los organizadores, Matt Linares, dijo el 6 de febrero en declaraciones a The Epoch Times que «al ver que Canadá tomó esta gran iniciativa hubo uno de nosotros que rápidamente creó el canal, para luego incorporarnos y comenzar a desarrollar la idea».
«No disponíamos de mucho tiempo. Solo una semana y pocos días. No hacía falta tanta logística, sino convocar y hacer un llamamiento al corazón y las ganas de libertad de los argentinos», agregó.
Señalando que esto ha llegado a un punto de inflexión «en donde nuestras libertades y derechos más sagrados están siendo ultrajados. La gente ya ha aguantado demasiado. Y aún así me sorprende la tolerancia que han tenido. Espero que mañana y los próximos días, marquen un antes y después», y dijo que la idea es que permanezcan en la Plaza de Mayo hasta que se levanten todas las restricciones «anti-covid impuestas por el gobierno nacional», incluidas la vacunación y el pasaporte sanitario.
Otra de las participantes del Convoy, Estrella, quien no proporcionó su apellido dijo a The Epoch Times el lunes, que su motivo para participar en el movimiento es la libertad y la lucha por sus derechos, en contra de la obligatoriedad de la vacunación.
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