Corea del Norte confirma «primer» caso de COVID-19 y entra en confinamiento por «emergencia severa»

Por Katabella Roberts
12 de mayo de 2022 10:56 AM Actualizado: 12 de mayo de 2022 10:56 AM

Corea del Norte entró en estado de «emergencia severa» tras confirmar sus primeros casos oficiales de COVID-19. El líder Kim Jong-ordenó un cierre en todo el país.

Varias personas de Pyongyang, la capital de Corea del Norte, contrajeron la variante ómicron del virus también conocida como BA.2, informó la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA) sin dar más detalles sobre el número exacto de personas que dieron positivo o las posibles fuentes de infección.

Las muestras de las personas infectadas se recogieron el 8 de mayo, según la agencia de noticias.

Los contagios confirmados en Corea del Norte ocurrieron tras dos años de pandemia. El país había asegurado que mantenía controlado el virus a pesar de que se había extendido rápidamente por todo el mundo.

La nación norcoreana fue uno de los primeros países en cerrar sus fronteras en enero de 2020 en un esfuerzo por evitar que el virus se propagara desde países extranjeros.

Sin embargo, los expertos han rebatido ampliamente las afirmaciones de Corea del Norte sobre la inexistencia de contagios.

«Ha ocurrido el mayor incidente de emergencia en el país, con una falla en nuestro frente de cuarentena de emergencia que se había mantenido a salvo durante los últimos dos años y tres meses desde febrero de 2020», informó la agencia oficial de noticias KCNA en referencia a los nuevos casos.

El líder Kim Jong-un ordenó a la nación un «cierre estricto» en todas las regiones para evitar que el virus altamente transmisible se propague y prometió erradicar el brote, informó a continuación.

Kim también dijo que se movilizarán suministros médicos de reserva de emergencia, según la KCNA.

«El trabajo de prevención de epidemias del estado se cambiará al sistema de prevención de epidemias de máxima emergencia», añadió la agencia coreana.

No es la primera vez que Kim ordena un confinamiento en su país, aunque no a una escala tan grande.

En julio de 2020, el líder declaró una «emergencia máxima» y ordenó el confinamiento de la ciudad de Kaesong, situada cerca de la frontera con Corea del Sur, durante tres semanas después de que se informara de un supuesto caso de COVID-19.

La organización de investigación y defensa de los derechos humanos Human Rights Watch advirtió a principios de este año que las estrictas medidas de Corea del Norte contra la pandemia, incluido el cierre de sus fronteras a los visitantes y al comercio extranjero, reforzó aún más el ya estricto control del gobierno, creando al mismo tiempo una crisis humanitaria.

«Corea del Norte ha utilizado las restricciones por COVID-19 para oprimir aún más al pueblo norcoreano, al tiempo que ha provocado una crisis sobre el acceso a los alimentos, las medicinas y otros bienes esenciales», señaló Lina Yoon, investigadora principal sobre Corea en Human Rights Watch. «Los gobiernos y las instituciones internacionales deberían presionar al gobierno norcoreano para que acepte la ayuda internacional supervisada, como alimentos, vacunas y medicamentos y para que sea transparente y no discriminatorio a la hora de abordar la pandemia».

Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, 64,207 norcoreanos se han sometido a las pruebas de COVID-19 y todos han dado negativo hasta el 31 de marzo.

No está claro si se vacunaron muchos de los 26 millones de habitantes de Corea del Norte, o cuántos, dado que la nación rechazó los envíos de vacunas del programa mundial de intercambio de vacunas COVAX-19 y la vacuna Sinovac Biotech de China, que requeriría una supervisión internacional.

El gobierno de Corea del Sur dijo el miércoles que había comunicado nuevas ofertas de ayuda humanitaria al Norte tras las noticias del brote, pero que Pyongyang aún no ha respondido.

Con información de Reuters.


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