Corea del Norte podría utilizar una invasión comunista china de Taiwán para lanzar su propio ataque a Corea del Sur, según un nuevo informe.
Estados Unidos tendrá que ayudar a Corea del Sur a integrarse mejor en acuerdos bilaterales y de pocos miembros para disuadir tal amenaza, afirma un informe publicado por el think tank The Center for a New American Security.
«En Corea del Sur… el debate político sobre China también está cobrando importancia y urgencia, y podría alejarse de los paradigmas heredados que priorizaban la asociación y el compromiso económico con Beijing y restaban importancia a las diferencias geopolíticas».
El temor de Corea del Sur a la agresión del Partido Comunista Chino (PCCh) hacia Taiwán y otras potencias del Indo-Pacífico, que considera una fuerza cada vez más desestabilizadora, es un elemento central de esta ruptura con la política tradicional, según el informe.
Y lo que es más importante, si el PCCh invadiera Taiwán y arrastrara a Estados Unidos y todos sus recursos al conflicto, Corea del Norte podría aprovechar la distracción norteamericana y lanzar un ataque contra Corea del Sur.
«La reafirmación militar de China en otras partes de Asia, en particular la creciente presión sobre Taiwán, también genera inquietud [en Corea del Sur] sobre las ambiciones de Beijing de revisar el orden regional», dice el informe.
«A Seúl le preocupa que la respuesta de Estados Unidos a una agresión militar de China contra Taiwán pueda ocupar los recursos y la atención estadounidenses, incitando a Corea del Norte a aprovechar esa oportunidad para atacar a Corea del Sur».
EE. UU. debe integrar a Corea del Sur en las «instituciones multilaterales
El informe concluía que, si bien «Beijing habilita a Corea del Norte» es un inmenso desafío para Estados Unidos y Corea del Sur, también había muchas oportunidades de aumentar la cooperación para mejorar la seguridad regional.
«La amenaza de Corea del Norte sigue siendo grave… pero, en general, queríamos mirar con una lente más amplia», dijo Jacob Stokes, coautor del informe, durante un acto de presentación el 4 de abril.
«Esto era importante teniendo en cuenta que Estados Unidos considera ahora a China como el desafío más importante».
Para ello, Stokes destacó que el informe anima a que Estados Unidos ayude a una mayor integración de Corea del Sur con esfuerzos de cooperación bilateral y unilateral, particularmente en el espacio de defensa.
«Washington debería apoyar las ambiciones de Seúl de trabajar más estrechamente con las principales democracias, incluso como país alineado informal o como parte de los formatos ‘plus’ del G7, la OTAN y la Quad», señala el informe.
«Además, Washington y Seúl deberían buscar oportunidades para trabajar juntos en instituciones multilaterales con fines específicos, especialmente allí donde los procesos tradicionales están bloqueados».
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