Corea del Sur lanzó el jueves al espacio un cohete de fabricación nacional marcando así un hito en su programa espacial, pese a que no logró poner en órbita su carga útil de prueba.
Tras décadas de restricciones estadounidenses al desarrollo de misiles, Corea del Sur construyó el vehículo de lanzamiento espacial Nuri, de tres etapas, con tecnología totalmente autóctona. El cohete se desarrolló en el Instituto de Investigación Aeroespacial de Corea (KARI) y se diseñó para poner una carga útil de 1.5 toneladas (3300 libras) en una órbita a una distancia entre 372 y 497 millas (600 y 800 kilómetros) de la Tierra.
Con sus 154 pies (47 metros) de altura y propulsado por cinco motores de cohete de 75 toneladas colocados en su primera y segunda etapa, Nuri despegó desde el Centro Espacial de Naro, el único puerto espacial de Corea del Sur.
«Aunque no logró sus objetivos a la perfección, fue un logro excelente para un primer lanzamiento», dijo en un discurso televisado el presidente surcoreano Moon Jae-in, quien observó el lanzamiento desde el lugar.
Según Lim Hye-sook, ministro de Ciencia de Corea del Sur, las fases iniciales del lanzamiento se desarrollaron sin problemas, ya que la primera y la segunda etapa de Nuri se separaron correctamente. Según los datos del evento y la información actual, la falla ocurrió cuando el motor de la tercera etapa se quemó 50 segundos antes de lo previsto inicialmente.
Esto causó que la carga útil eyectada no recibiera la velocidad necesaria para estabilizarse en su órbita. La carga útil de prueba estaba compuesta de un bloque de acero inoxidable y aluminio de 1.5 toneladas, que fue expulsado a 435 millas de distancia de la Tierra.
Se espera que los restos de la carga útil aterricen en aguas al sur de Australia y que la primera parte del núcleo mayor aterrice en aguas al suroeste de Japón, mientras que la segunda etapa lo haga en aguas al este de Filipinas.
Investigaciones posteriores de la KARI permitirían esclarecer qué fue lo que realmente falló y cuáles serían las mejoras necesarias para hacer los próximos lanzamientos, incluido uno previsto para mayo de 2022. Después de la prueba de 2022, se espera que KARI lance Nuri con un satélite real.
Los planes futuros de KARI para Nuri incluyen los lanzamientos de varios satélites de observación de la Tierra, como KOMPSAT, y satélites de reconocimiento LEO. Corea del Sur emplea actualmente satélites espía estadounidenses para vigilar las actividades de Corea del Norte al otro lado de la frontera.
También se espera que Nuri lance vehículos de exploración lunar y comercialice servicios de lanzamiento para el mercado del sudeste asiático. Inspirado en el éxito de SpaceX, el objetivo de Corea del Sur sería desarrollar cohetes de bajo costo y fiables para el uso comercial.
Corea del Sur aspira a convertirse en el décimo país del mundo en poner en órbita con éxito un satélite de tecnología propia. No depender de otras naciones es fundamental si el país tiene previsto llevar a cabo sus ambiciones espaciales.
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