Una corte de Estados Unidos anuló la prohibición en Florida de cubrir tratamientos transgéneros en Medicaid, incluso cuando el regulador del estado para el programa de seguro de salud advirtió que tales procedimientos pueden resultar perjudiciales.
En agosto, la Agencia de Administración Sanitaria de Florida (AHCA) adoptó una norma que prohíbe a los transexuales del estado utilizar Medicaid para cubrir los costos de la terapia de sustitución hormonal, los bloqueadores de la pubertad o cualquier otra forma de procedimiento destinado a alterar las «características sexuales primarias o secundarias» de una persona con el fin de tratar la disforia de género.
En septiembre, se presentó una demanda contra la norma en el Distrito Norte de Florida. El miércoles, en una decisión de 54 páginas, el juez de distrito, Robert Hinkle, nombrado para el cargo por el presidente Bill Clinton, anuló la nueva norma adoptada por la AHCA.
La ACHA había alegado anteriormente que los tratamientos para la disforia de género pueden tener efectos potencialmente perjudiciales a largo plazo.
En su sentencia (pdf), Hinkle afirmó que «no hay una base racional para que un estado prohíba categóricamente estos tratamientos o los excluya de la cobertura estatal de Medicaid». Añadió que la denegación por parte de Florida de la cobertura de Medicaid para la terapia hormonal «viola también la Cláusula de Igual Protección» de la Decimocuarta Enmienda.
El juez insistió en que la medida de Florida era una «discriminación intencionada contra los transexuales» y que no estaba relacionada con un «interés estatal legítimo».
También consideró «inválida» la prohibición de que Medicaid pague los bloqueadores de la pubertad y las hormonas sexuales cruzadas para la disforia de género.
Los demandantes en el caso son dos adultos transexuales —August Dekker y Brit Rothstein— y dos menores transexuales que presentaron la demanda bajo seudónimos. Los demandados son la AHCA y el secretario de la organización, Jason Weida.
Advertencia de la Agencia de Administración Sanitaria de Florida
Antes de prohibir el uso de Medicaid para tratamientos de transgénero, la Agencia de Administración Sanitaria de Florida (AHCA) publicó en junio un informe de 46 páginas en que revisa las pruebas médicas relacionadas con la «atención de afirmación de género» para personas con disforia de género.
El informe concluyó que muchos de los tratamientos para esta afección, como los bloqueadores de la pubertad y las hormonas transgénero, «no son coherentes» con las normas médicas profesionales generalmente aceptadas (GAPMS) y que son «experimentales y de investigación con el potencial de efectos nocivos a largo plazo».
«No hay pruebas suficientes de que la reasignación de sexo mediante intervenciones médicas sea un tratamiento seguro y eficaz para la disforia de género», según el informe.
En cambio, las pruebas disponibles apuntan a que tales intervenciones causan «cambios físicos irreversibles y efectos secundarios que pueden afectar a la salud a largo plazo».
A principios de este mes, Hinkle también bloqueó temporalmente una parte de una ley de Florida que prohíbe los procedimientos transgénero en menores, insistiendo en que la norma es probablemente inconstitucional.
Impacto negativo de los tratamientos transgénero
En una entrevista reciente con NTD, James Esses, comentarista y cofundador de Thoughtful Therapists, advirtió sobre los peligros de los tratamientos transgénero en los niños, señalando que tales procedimientos tienen un impacto negativo en el desarrollo cerebral y el crecimiento óseo.
«Las hormonas transgénero pueden tener efectos físicos irreversibles», afirmó Esses. «Una de las cosas más preocupantes es que, si un niño empieza a tomar bloqueadores de la pubertad antes de iniciarla y, justo después, pasa a tomar hormonas cruzadas, puede quedar permanentemente estéril».
Esses expresó su preocupación por la ideología de género que invade las aulas. «A menudo me contactan padres absolutamente aterrorizados por lo que se enseña a sus hijos en la escuela, donde no pueden supervisarlo. A menudo tienen verdaderas dificultades, incluso para conseguir los materiales que se enseñan a los niños en las escuelas».
Algunos niños también han muerto mientras participaban en estudios médicos transgénero. El 9 de mayo, quince legisladores republicanos escribieron una carta al Dr. Lawrence Tabak, director en funciones de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), después de que se supiera que dos jóvenes se habían suicidado mientras participaban en un estudio sobre hormonas transgénero financiado por la organización.
Además, 11 participantes declararon haber tenido pensamientos suicidas durante el estudio. «En lugar de suspender el estudio después de tan graves acontecimientos adversos, los investigadores publicaron su artículo, en el que concluían que el estudio había sido un éxito porque las hormonas transgénero habían alterado el aspecto físico de los sujetos y mejorado su funcionamiento psicosocial», criticaba la carta.
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