Un tribunal federal de apelaciones desestimó una demanda presentada por los excandidatos republicanos Kari Lake y Mark Finchem, quienes afirmaron que el uso de máquinas de tabulación electrónica, «intrínsecamente poco confiables» en las elecciones intermedias de 2022 en Arizona, fue una violación a sus derechos constitucionales al voto.
En su demanda, presentada originalmente en abril pasado en un tribunal de distrito de EE.UU. en Phoenix, los dos candidatos pidieron al tribunal que le impidiera al estado utilizar las máquinas, que, según afirman, «ha[n] creado nuevos riesgos injustificados de piratería informática, manipulación electoral y fraude en la votación electrónica».
«No se puede confiar en que los recuentos de votos reportados por las máquinas de votación electrónica, sin una evaluación objetiva, muestren con precisión qué candidatos recibieron realmente la mayor cantidad de votos», argumentaron en la denuncia, y agregaron que cada voto debería contarse a mano.
En agosto de 2022, menos de cuatro meses antes de las elecciones de mitad de período, el juez de distrito, John Tuchi, desestimó la demanda diciendo que la pareja carecía de legitimación activa para demandar y que sus afirmaciones son «vagas», «especulativas» y «demasiado conjeturales para sobrevivir».
El juez designado por Obama dictaminó además que las afirmaciones de que los sistemas de votación de Arizona son defectuosos son esencialmente «afirmaciones de leyes estatales enmascaradas como afirmaciones de leyes federales», lo que significa que el tribunal federal tendría que violar la 11° Enmienda para obligar a los funcionarios electorales de Arizona a cambiar la forma en que llevan a cabo las elecciones.
La decisión de agosto de 2022 fue confirmada en una opinión emitida el lunes por un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, que concluyó que los dos republicanos no lograron demostrar que las máquinas de conteo de votos hubieran sido pirateadas en las pasadas elecciones de Arizona.
«En la apelación, los demandantes admitieron que sus argumentos se limitaban a posibles hackeos futuros y no se basaban en ningún daño pasado», señalaron los jueces.
«Al final, ninguna de las alegaciones de los demandantes respalda una inferencia plausible de que sus votos individuales en elecciones futuras se verán afectados negativamente por el uso de la tabulación electrónica», se lee en la opinión per curiam sin firmar (pdf).
Falta de legitimación al haber terminado las elecciones de 2022
Los jueces de circuito señalaron además que la Sra. Lake, que se postuló para el cargo de gobernadora, y el Sr. Finchem, que se postuló para secretario de Estado, buscaban impedir que el estado utilizara máquinas de tabulación en las elecciones de 2022. Dado que esa elección en particular terminó y ya no son candidatos, «ahora carecían de legitimación en ese terreno».
«Pero incluso suponiendo que los demandantes pudieran seguir afirmando ser votantes potenciales en elecciones futuras, no habían alegado un daño particular y por lo tanto no pudieron establecer el tipo de daño que exige el artículo III», afirma la opinión.
Esto también significa que es innecesario que el tribunal inferior mencione la Enmienda 11, según los jueces de circuito, ya que la parte demandante no demostró el daño suficiente para satisfacer los requisitos del Artículo III.
El panel estaba formado por tres miembros: Ronald Gould, designado por Clinton; Andrew Hurwitz, designado por Obama; y Patrick Bumatay, designado por Trump.
Demanda del condado de Maricopa
Aún está pendiente el juicio de otra demanda que fue vista en un tribunal del condado de Maricopa el mes pasado. Esta vez, la Sra. Lake pidió al tribunal que aceptara su solicitud de tener acceso a imágenes de sobres de votación firmados por aproximadamente 1.3 millones de votantes anticipados en el condado durante las elecciones del año pasado.
En una entrevista concedida el martes a Charlie Kirk, de Turning Point USA, Lake afirmó que no renunciará a sus demandas electorales y pidió que se emprendan acciones legales similares en otros estados en los que se ha cuestionado la integridad de las elecciones.
«No voy a renunciar a la lucha para lograr elecciones honestas en Arizona», dijo. «Francamente, las necesitamos en todo el país. Por eso sigo con mis casos judiciales y avanzo lentamente».
La semana pasada, Lake anunció oficialmente su candidatura para ocupar el escaño en el Senado que actualmente ocupa la senadora demócrata Kyrsten Sinema (I-Ariz.). Su campaña ha recibido el apoyo de destacados republicanos, como el presidente de la Conferencia Republicana del Senado, John Barrasso (R-Wyo.), y el expresidente Donald Trump.
«Cuando regrese a la Casa Blanca, necesito luchadores fuertes como Kari en el Senado», dijo Trump en referencia a las elecciones de 2024 en una declaración en video reproducida en el mitin de campaña de Lake. «Kari es una de las luchadoras más duras de nuestro movimiento y estoy orgulloso de brindarle mi respaldo total y completo para el Senado de Estados Unidos».
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