La Corte Suprema de Carolina del Norte votó el 9 de septiembre por un estrecho margen a favor de ordenar a las autoridades estatales que retiren el nombre de Robert F. Kennedy Jr. de las papeletas de votación, al decidir que dejar al excandidato presidencial como opción podría privar de derechos a los votantes.
La Junta Electoral del Estado de Carolina del Norte pidió a los jueces que anularan la sentencia de una corte de apelación estatal que ordenaba reimprimir las papeletas sin el nombre de Kennedy.
La mayoría dijo que la reimpresión de las papeletas tendría un coste, pero que dejar el nombre de Kennedy, que se retiró como candidato, perjudicaría los derechos de los votantes.
“Reconocemos que acelerar el proceso de impresión de nuevas papeletas requerirá un tiempo y un esfuerzo considerables por parte de nuestros funcionarios electorales y un gasto significativo para el estado”, escribió el juez Trey Allen para la mayoría. “Pero ese es un precio que la Constitución de Carolina del Norte espera que incurramos para proteger el derecho fundamental de los votantes a votar en conciencia y que ese voto cuente”.
Kennedy suspendió su campaña presidencial independiente el 23 de agosto. Karen Brinson Bell, directora electoral del estado, dijo que el 23 de agosto se enteró de la suspensión y que Kennedy planeaba retirar su nombre de las papeletas en los estados disputados.
Un representante de la campaña de Kennedy preguntó ese mismo día a la junta estatal sobre la retirada “poniendo en conocimiento de la junta estatal que el demandante tenía la intención de retirar su nombre”, según la orden de la corte.
En lugar de ponerse en contacto con la campaña, Bell dio instrucciones a las juntas electorales de los condados para que siguieran preparando las papeletas, incluso después de que la junta estatal recibiera una solicitud formal de retirada del Partido Nosotros el Pueblo, que designó a Kennedy como candidato.
“En gran medida, cualquier daño sufrido por los demandados a la luz de la orden de la Corte de Apelaciones es obra suya”, dijo Allen.
Los jueces Paul Newby, Philip Berger Jr. y Tamara Barringer formaron mayoría con Allen.
Berger dijo en una opinión concurrente que la existencia de cientos de miles de papeletas en circulación con el nombre de Kennedy en ellas podría crear una confusión sustancial y que deseaba que la corte pudiera ordenar la destrucción de esas papeletas.
La jueza Allison Riggs dijo en una opinión disidente que la junta electoral del estado ha demostrado que probablemente tendrá éxito en su caso y por lo tanto habría detenido la orden de la corte de apelaciones. Riggs dijo que la ley estatal no permite a los candidatos eliminar sus nombres de las papeletas ya impresas.
Los jueces Anita Earls y Richard Dietz también disintieron.
Dietz dijo que apoyaba la postura de la junta electoral estatal, pero también dijo que pensaba que el análisis de la mayoría era razonable.
La decisión es la última en el intento de Kennedy de eliminar su nombre de las papeletas electorales en muchos estados. La Corte Suprema de Michigan dictaminó el lunes que el nombre de Kennedy debe permanecer en las papeletas.
Un portavoz de la Junta Electoral de Carolina del Norte no respondió a una solicitud de comentarios.
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