La Corte Suprema de Estados Unidos anunció el jueves que acelerará la apelación de cuatro condenados a muerte por asesinar a niños. La apelación se opone a los planes del fiscal general William Barr de reanudar las ejecuciones federales este verano.
Los cuatro reclusos, cuyas fechas de ejecución fueron fijadas el lunes para los meses de julio y agosto, argumentan que las inyecciones letales que les programaron violarían la Ley Federal de la Pena de Muerte de 1994, que dice que el método de ejecución debe ser determinado por el estado donde se comete un delito capital.
El Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia, dictaminó a principios de abril que el plan del gobierno de Trump de reanudar las ejecuciones de los presos federales del «corredor de la muerte» mediante inyección letal, es legal. El protocolo de ejecución se basa en una sola droga, el pentobarbital.
Los jueces ordenaron al Departamento de Justicia y a los presos del corredor de la muerte que presenten informes en los próximos días, antes de que el tribunal determine si se va a escuchar el caso.
Esto ocurrió tres días después de que Barr ordenara a la Oficina Federal de Prisiones que programe las ejecuciones de los cuatro reclusos, lo que supuso el primer uso de la pena capital por parte del gobierno federal desde 2003. Dos de los cuatro condenados a muerte por matar a niños también fueron condenados por violar a los niños que asesinaron, dijo el Departamento de Justicia.
El tribunal de apelaciones revocó una orden en noviembre de 2019 de un juez de un tribunal inferior que había suspendido las ejecuciones.
El recluso Daniel Lewis Lee, que fue miembro de un grupo de supremacía blanca, fue condenado en Arkansas por el asesinato de una familia de tres personas, entre ellas una niña de 8 años. Lewis robó a la familia y les disparó con una pistola aturdidora, cubrió sus cabezas con bolsas de plástico y las arrojó al pantano de Illinois. Su ejecución está programada para el 13 de julio.
Wesley Ira Purkey de Kansas, cuya ejecución está programada para el 15 de julio, fue acusado del asesinato y violación de una niña de 16 años. Según el Departamento de Justicia, Purkey desmembró, quemó y arrojó el cuerpo de la niña a un estanque séptico. También se le acusó del asesinato de una mujer de 80 años.
Dustin Lee Honken, tiene programada su ejecución para el 17 de julio por el fatal tiroteo de cinco personas: una madre y sus hijas, de 10 y 6 años, y dos de sus víctimas que habían planeado testificar contra él.
Keith Dwayne Nelson secuestró a una niña de 10 años que estaba patinando frente a su casa de Kansas y la violó en un bosque detrás de una iglesia antes de estrangular a la joven hasta matarla con un alambre. Su fecha de ejecución se ha fijado para el 28 de agosto.
El tribunal en su orden (pdf) del jueves concedió la moción presentada por Lee, Purkey, Honken y Nelson para acelerar la consideración de su petición.
Barr dijo en una declaración el lunes que los reclusos han «recibido un procedimiento completo y justo bajo nuestra constitución y leyes».
«Le debemos a las víctimas de estos horribles crímenes, y a las familias que han quedado atrás, llevar adelante la sentencia impuesta por nuestro sistema de justicia», dijo.
Los abogados de los reclusos han condenado la decisión del Departamento de Justicia de seguir adelante con las ejecuciones. En una declaración enviada por correo electrónico, Ruth Friedman, abogada de Daniel Lee, argumentó que el fiscal principal y la familia de las víctimas se oponen a su ejecución «y creen que una sentencia de cadena perpetua sería apropiada».
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