La Corte Suprema ha permitido que la administración Trump implemente su política de impedir que las personas transgénero sirvan en las fuerzas armadas en todo el país, mientras continúan varias apelaciones ante los tribunales inferiores.
El 22 de enero, la Corte accedió a la solicitud del Departamento de Justicia de revertir las órdenes (pdf) emitidas en los tribunales inferiores para impedir que el Pentágono siguiera adelante con la prohibición. Los jueces se dividieron 5-4 en base a líneas ideológicas con los cinco conservadores de la corte, incluyendo al juez Brett Kavanaugh, dando luz verde al plan de Trump, mientras que los cuatro miembros liberales –los jueces Ruth Bader Ginsburg, Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan– se opusieron a permitir que la prohibición siguiera adelante.
Aunque la corte ha permitido que la prohibición entre en vigor, rechazó la solicitud del departamento de escuchar los argumentos orales, lo que significa que los casos continuarán avanzando a través de los tribunales de apelación y los tribunales inferiores. El fallo de la Corte Suprema no decide si la política es legal o si el presidente Donald Trump tiene la autoridad para emitir la prohibición.
Prohibición militar para personas transgénero
Anteriormente, las personas transgénero tenían prohibido ingresar al ejército, hasta que el expresidente Barack Obama levantó la prohibición en 2016. La política de Obama permitía que las personas transgénero que ya estaban en servicio en las fuerzas armadas lo hicieran abiertamente y también permitía que las personas transgénero que cumplieran con las normas físicas, médicas y de otro tipo se alistaran a partir del 1 de julio de 2017. Además de permitir que las personas transgénero sirvieran en las Fuerzas Armadas, también se ordenó al Ejército que pagara los gastos médicos incurridos por la terapia hormonal y la cirugía de reasignación de género.
Pero después de que el presidente Trump asumió el cargo, la administración retrasó la fecha de alistamiento, diciendo que el asunto necesitaba más estudio. Mientras ese estudio estaba en curso, el Presidente tuiteó a finales de julio de 2017 que el gobierno no permitiría que «personas transgénero sirvieran en ninguna capacidad en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos».
«Nuestro ejército debe concentrarse en una victoria decisiva y abrumadora y no puede ser cargado con los tremendos costos médicos y la perturbación que implicaría la presencia de personas transgénero en las fuerzas armadas», dijo el presidente Trump en Twitter el 26 de julio de 2017.
Los grupos que representaban a personas transgénero demandaron posteriormente a la administración de Trump. En esos casos, los tribunales inferiores dictaron órdenes judiciales a nivel nacional que impedían a la administración alterar el rumbo. El 4 de enero, una corte federal en Washington (pdf) se puso del lado de la administración Trump y levantó una de las cuatro órdenes judiciales que prohibían al Pentágono implementar su política. La decisión de hoy de la Corte Suprema levantó las órdenes judiciales preliminares en otros dos casos, convirtiéndose en otra victoria para el presidente Trump.
En marzo de 2018, la administración Trump anunció que después de estudiar el tema estaba revisando su política hecha en agosto de 2017. La nueva política generalmente prohíbe que las personas transgénero sirvan a menos que lo hagan «en su sexo biológico» y no busquen someterse a una transición de género.
«El Secretario de Defensa declara que las personas transgénero con antecedentes o diagnósticos de disforia de género –individuos que según la política estatal pueden requerir tratamiento médico sustancial, incluyendo medicamentos y cirugía– están descalificados del servicio militar excepto bajo ciertas circunstancias limitadas», según un memorando firmado por el Presidente en marzo del año pasado.
La política tiene una excepción para las tropas transgénero que dependían de las reglas de la época de Obama para comenzar el proceso de cambiar su género, permitiéndoles continuar sirviendo. El ejército indicó el año pasado que más de 900 hombres y mujeres así lo han hecho.
La política de Obama
Tras el anuncio de Obama de 2016 de levantar la prohibición de los miembros transexuales de servicio, todos los soldados recibieron capacitación obligatoria sobre el tema como parte de la implementación de la política.
En el entrenamiento, se informó a las mujeres soldados que los hombres que se identificaran como mujeres comenzarían a usar los cuarteles, baños y duchas femeninos, advirtiéndoles que el «soldado todavía tiene genitales masculinos».
El entrenamiento convoca a los soldados a tratar a las personas transgénero «con dignidad y respeto», pero dijo que «a los soldados transgénero no se les exige ni se espera que modifiquen o ajusten su comportamiento basándose en el hecho de que no ‘son iguales’ a otros soldados».
El entrenamiento instruye a las mujeres soldados a plantear sus preocupaciones ante la cadena de mando sobre el hecho de compartir sus duchas y cuarteles con los hombres.
Se plantearon una serie de preocupaciones con respecto a la viabilidad de la política de Obama. Esto se debió a que la nueva política habría permitido a los hombres servir en las fuerzas armadas cumpliendo con los criterios físicos para las mujeres, no para los hombres.
Los requisitos mínimos para el entrenamiento básico del Ejército para un soldado masculino de entre 17 y 21 años son 35 flexiones. Para una mujer soldado, son 13 flexiones.
«No fue nada más que ‘ingeniería social y corrección política’ –ninguna nueva investigación médica– lo que llevó a la administración de Obama a revertir esta política», según Tony Perkins, un veterano del Cuerpo de Marines de Estados Unidos y presidente del Consejo de Investigación de la Familia, en una declaración publicada en el sitio web de la organización.
Jasper Fakkert de La Gran Época y The Associated Press contribuyeron a este artículo.
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