El más alto tribunal del estado de Luisiana confirmó la orden de vacunación contra el COVID-19 de un hospital para sus empleados, dictaminando que un importante hospital puede despedir a los empleados que no cumplan con su política.
«Este tribunal considera que el empleador tiene derecho a despedir a los empleados por no cumplir con la orden de vacunación», dice la decisión unánime del tribunal, escrita por el juez presidente del Tribunal Supremo, John Weimer, en una sentencia (pdf) del viernes.
Los empleados de Ochsner LSU Health Shreveport y Ochsner-Lafayette General presentaron demandas contra los dos hospitales en 2021, argumentando que la ley de consentimiento médico del estado impedía a los empleadores establecer una orden de vacunación. Varios empleados dijeron que la orden viola su derecho a la privacidad bajo la Constitución de Estados Unidos, según The Advocate.
«Este asunto surge de una demanda que impugna una orden de vacunación contra COVID-19, que permite excepciones médicas y religiosas, aplicada por un empleador privado proveedor de atención médica. La cuestión que se plantea es si los empleados del proveedor privado de atención médica han presentado una causa de acción por violaciones constitucionales y legales que les da derecho a una sentencia declarativa y una orden de amparo», dice también el fallo del Tribunal Supremo del viernes.
El Tribunal Supremo dictaminó sobre dos demandas relacionadas con Ochsner LSU Health Shreveport (pdf) y Ochsner-Lafayette General.
Los jueces del Tribunal Supremo también dictaminaron que los hospitales son empleadores privados y no están sujetos a las demandas de carácter constitucional que pueden aplicarse a los organismos gubernamentales.
«No hay ninguna alegación, ni siquiera la más mínima insinuación, de que el empleador sea un actor estatal; de hecho, las partes en este caso estipularon que el empleador es un actor privado», dijeron en su fallo.
Warner Thomas, director ejecutivo de Ochsner Health, elogió el fallo y dijo que está «satisfecho con la decisión unánime que ha tomado hoy el Tribunal Supremo de Luisiana, que defiende la legalidad del requisito de vacunación de Ochsner Health».
Jimmy Faircloth, un abogado que representa a algunos de los demandantes, dijo el mes pasado que sus clientes tienen «un derecho positivo» a no ser forzados a recibir tratamiento médico» y «tienen derecho a pedir que el gobierno los proteja».
En diciembre, Oschner confirmó a los medios de comunicación locales que había despedido a unos 280 empleados por no cumplir con la orden de la vacuna contra el COVID-19 del sistema hospitalario.
«Los exempleados en regla podrán ser contratados de nuevo una vez que cumplan con esta política», escribió también la empresa. En ese momento, el sistema hospitalario también defendió el despido de sus empleados a pesar de que la norma federal de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid está siendo impugnada en los tribunales.
Los críticos de las órdenes han dicho que exigir vacunas a los trabajadores de la salud en medio de la pandemia de COVID-19 parece ser contraproducente debido a la escasez generalizada de personal en los hospitales de todo Estados Unidos.
El COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
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