Corte Suprema no tomará caso que reconoce la disforia de género en la Ley de Discapacidad

Por Matthew Vadum
03 de julio de 2023 10:52 AM Actualizado: 03 de julio de 2023 10:52 AM

A pesar de las objeciones de dos jueces conservadores, la Corte Suprema decidió la semana pasada no ocuparse de un caso sobre si las personas que sufren disforia de género deben estar protegidas por la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA).

La decisión del 30 de junio de denegar la petición por certiorari, o revisión, en el caso Kincaid vs. Williams (expediente judicial 22-633), es importante porque se ha estado interpretando como una victoria del movimiento por los derechos de los transgéneros.

La orden se produjo el mismo día en que la Corte emitió la última de las 58 opiniones sobre los casos presentados en el período que comenzó en octubre de 2022. El nuevo período judicial comienza con alegatos orales el primer lunes de octubre.

Para que un caso siga adelante, al menos cuatro de los nueve jueces tienen que votar a favor de la petición. En la nueva orden no firmada sobre el caso, la Corte indicó que la petición había sido desestimada, pero no reveló los resultados de la votación realizada por los jueces.

En una opinión (pdf) disidente de la denegación de la petición, el juez Samuel Alito escribió que la corte más alta de la nación debería haber aceptado el caso para resolver una cuestión de «gran importancia nacional que exige una pronta revisión». El juez Clarence Thomas se unió a la disidencia de Alito.

La nueva orden deja sin efecto una sentencia de la Corte de Apelaciones del 4º Circuito de EE. UU. a favor de Kesha Williams, un exdetenido del condado de Fairfax, Virginia, que nació varón y ahora se identifica como mujer. La demanda de Williams contra el condado sigue su curso.

La sentencia del 4º Circuito solo afecta a los estados de ese circuito: Maryland, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Virginia Occidental y Virginia.

Williams padece disforia de género, que puede definirse como el intenso malestar o angustia que experimenta una persona cuyo sexo de nacimiento no coincide con la llamada identidad de género que se da a sí misma la persona.

Williams alegó que fue maltratado y discriminado mientras estuvo bajo custodia del condado, que no aceptó su deseo de que se reconociera su supuesta identidad femenina.

En 2020, la Corte Suprema acogió el concepto de identidad de género, el cuál, según los críticos, es un malestar social que se ha politizado, con soluciones que no se han basado en una ciencia rigurosa. La corte dictaminó por 6-3 en el caso Bostock contra el condado de Clayton que los empleados no pueden ser despedidos de sus puestos de trabajo por discriminación por su identidad de género u orientación sexual.

«Trastorno de identidad de género»

La historia de Williams, el demandado, se remonta a 2018, cuando fue encarcelado durante seis meses por el condado de Fairfax en instalaciones supervisadas por la demandante, la sheriff Stacey Kincaid, demócrata.

Al principio, Williams fue colocado en viviendas para mujeres, pero luego fue trasladado a viviendas para hombres. Al parecer, Williams había estado tomando tratamientos hormonales durante 15 años, pero no se había sometido a cirugía genital.

Williams afirmó que le retiraron la medicación hormonal que le habían recetado y que lo trasladaron al alojamiento para hombres después de que el personal se negara a aceptar su deseo de ser tratado como una mujer. El convicto afirmó que se retrasó su tratamiento médico y que fue acosado por otros reclusos y guardias. Según un resumen de SCOTUSblog, Williams también alegó que se le denegaron sus peticiones de ducharse en privado y de que los registros corporales fueran realizados por mujeres.

El 4º Circuito, dividido, encontró que la definición de «trastorno de identidad de género» en uso cuando se promulgó la ADA se eliminó del Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.

La corte de apelaciones sostuvo que el estatuto debe ser interpretado para cubrir la disforia de género con el fin de «evitar una grave cuestión constitucional» que surgiría si la ley fuera leída para «discriminar a las personas transgénero como una clase, implicando la Cláusula de Igual Protección de la Decimocuarta Enmienda».

El juez de circuito Marvin Quattlebaum, que fue nombrado por el entonces presidente Donald Trump, disintió en parte, escribiendo que la disforia de género estaba cubierta en la ley bajo la frase «trastornos de identidad de género». Sostener lo contrario daría a grupos como la Asociación Estadounidense de Psiquiatría «el poder de modificar efectivamente los estatutos aprobados por el Congreso y firmados como ley por el Presidente. Eso no puede ser correcto».

En su disidencia, Alito escribió que encontraba «varios aspectos» del razonamiento de la corte inferior como «preocupantes».

El caso plantea «una serie de cuestiones importantes y delicadas en relación con asuntos como la participación en deportes de mujeres y niñas, el acceso a baños y viviendas para un solo sexo, el uso de pronombres tradicionales y la administración de terapia de reasignación de sexo (ambos, tanto la realización de cirugía como la administración de hormonas) por parte de médicos y en hospitales que se oponen a dicho tratamiento por motivos religiosos o morales», escribió el juez.

“Sin un informe completo y un argumento, no tendría una opinión firme sobre la interpretación adecuada de la ADA, y mucho menos sobre los méritos del caso particular de Williams. Así que varios aspectos del razonamiento del Cuarto Circuito son preocupantes».

Por ejemplo, el “enfoque estrecho de la corte de circuito en la frase ‘disforia de género’ no se relaciona con el amplio espectro utilizado por el Congreso, que prohibió la aplicación de la ADA no solo al ‘transexualismo’ y los ‘trastornos de identidad de género que no resultan de impedimentos físicos, ‘, sino también a ‘otros trastornos del comportamiento sexual'».

El abogado de Kincaid, Alexander Francuzenko de Cook Craig and Francuzenko en Fairfax, Virginia; y la abogada de Williams, Katherine Lynn Herrmann de la oficina legal de Erlich en Arlington, Virginia, no respondieron al cierre de esta edición a una solicitud de comentarios de The Epoch Times.

La abogada Herrmann le dijo a The Associated Press que estaba complacida de que el litigio de su cliente continuara.

La disidencia de Alito «subestima la gravedad de la disforia de género y la importancia de garantizar que las protecciones de la ADA se apliquen por igual a todos, independientemente de su identidad de género».


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