El 18 de octubre, la Corte Suprema programó la audiencia sobre la impugnación por el gobierno federal de una ley de Tennessee que prohíbe los bloqueadores de la pubertad y los tratamientos médicos a los menores que se identifican como transgénero.
La audiencia en el caso Estados Unidos contra Skrmetti tendrá lugar el 4 de diciembre, anunció la corte. El demandado Jonathan Skrmetti es el fiscal general de Tennessee.
Varios estados han promulgado leyes relativas a los tratamientos para las personas transgénero, su participación en los deportes escolares, el uso de baños específicos para cada sexo y los shows de drags.
Al menos 24 estados han aprobado leyes que prohíben la cirugía transgénero en menores, según el Movement Advancement Project. Por otro lado, 16 estados y el Distrito de Columbia han aprobado leyes que protegen el acceso de los jóvenes a tratamientos médicos para transgéneros, según el grupo.
El gobierno federal presentó una petición ante la Corte Suprema en noviembre de 2023 en la que pedía a los magistrados que revisaran una decisión de la Corte de Apelaciones de EE. UU. para el Sexto Circuito que confirmaba la Ley 1 del Senado de Tennessee. La legislación prohíbe todos los tratamientos médicos destinados a permitir que «un menor se identifique con, o viva como, una supuesta identidad incompatible con el sexo del menor» o a tratar «la supuesta incomodidad o angustia por un [desacuerdo] entre el sexo del menor y la identidad afirmada».
La procuradora general de Estados Unidos, Elizabeth Prelogar, argumentó en la petición que la legislación estatal viola la cláusula de igualdad de protección de la 14ª Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
El problema de la ley de Tennessee es que «no se limita a garantizar el consentimiento informado o a regular de otro modo los tratamientos cubiertos», sino que «los prohíbe categóricamente… en términos explícitamente basados en el sexo», dijo.
Los tratamientos afectados están prohibidos si se prescriben con el fin de permitir a un menor «identificarse con, o vivir como, una supuesta identidad incompatible con el sexo del menor» o para tratar el malestar asociado con un conflicto entre el sexo del menor y la identidad afirmada.
Pero al mismo tiempo, la legislación no afecta a los tratamientos si se prescriben «para cualquier otro fin». Esto significa que, por ejemplo, a un adolescente varón se le puede recetar testosterona, pero a una adolescente mujer no, escribió en la petición.
El juez de distrito Eli Richardson bloqueó temporalmente la aplicación de la ley en junio de 2023.
«La corte es consciente de que la decisión de hoy probablemente avivará el ya controvertido fuego en relación con los derechos de las personas transgénero en la sociedad estadounidense, por un lado, y el poder compensatorio de los estados para controlar ciertas actividades dentro de sus fronteras y utilizar ese poder para proteger a los menores», escribió.
Richardson determinó que la prohibición de Tennessee era inconstitucional. La corte sostuvo que el estatuto violaba el «derecho fundamental de los padres a dirigir la atención médica de sus hijos».
Sin embargo, un panel dividido del Sexto Circuito discrepó y revocó la decisión. La corte de circuito anuló la medida cautelar en julio de 2023 y sostuvo que la apelación del estado contra la medida cautelar tenía probabilidades de prosperar.
La corte de circuito dijo que el problema con la orden judicial era que afectaba a millones de residentes del estado, en lugar de solo a los nueve individuos que presentaron la demanda legal original.
«Una orden judicial que va más allá de los perjuicios de un demandante concreto para prohibir una acción gubernamental contra terceros excede las normas del poder judicial. Incluso si los tribunales pueden en algunos casos ejercer tal poder, la corte de distrito probablemente abusó de su discreción al desplegarlo aquí», dictaminó la corte de circuito.
Se espera que la Corte Suprema se pronuncie sobre el caso en junio de 2025.
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