La Corte Suprema rechazó el 18 de enero una solicitud de emergencia de los comerciantes de armas de fuego para detener una ley de Nueva York vigente hace unos meses, que impuso nuevas restricciones a la compra y venta de armas que, según los demandantes, afecta negativamente a las ventas y viola sus derechos.
La sentencia se dicta en un momento en que los desafíos a las leyes sobre armas de fuego en todo el país se han intensificado desde que en junio de 2022 la Corte Suprema anulara las anteriores normas de Nueva York sobre armas. En una misma opinión, la corte también sostuvo que existe un derecho constitucional a portar un arma fuera del hogar para defensa propia, lo que llevó a los estados como Nueva York e Illinois a responder redoblando las restricciones a las armas de fuego.
La nueva ley estatal en cuestión, la Ley de Mejora de la Portación Oculta de Nueva York, es objeto de acalorados litigios en las cortes federales desde que fue aprobada por los legisladores de Albany. Algunos funcionarios encargados de hacer cumplir la ley del estado condenaron previamente la legislatura que entró en vigor el 1 de septiembre de 2022, diciendo que sería difícil de aplicar y podría ser inconstitucional. La Asociación de Sheriffs del Estado de Nueva York declaró que la ley era una «acción irreflexiva y reaccionaria».
La Corte Suprema rechazó la solicitud del caso Gazzola vs. Hochul, expediente judicial 22A591, a través de una orden sin firma (pdf) el 18 de enero. Ningún magistrado disintió del auto.
Los comerciantes afirmaron en sus escritos judiciales (pdf) que la nueva ley trata «a los vendedores de armas de fuego con licencia estatal como si fueran ‘un grupo altamente selectivo e inherentemente sospechoso de actividades delictivas'». Los comerciantes dijeron que estaban «buscando urgentemente [una] medida cautelar para mantener sus puertas abiertas, mientras luchan por restaurar sus derechos civiles a través de esta demanda».
«Los peticionarios lo están arriesgando todo para tratar de seguir en el negocio en apoyo de los derechos civiles en virtud de la Segunda, Quinta y Decimocuarta Enmiendas y para mantener las puertas abiertas y las luces encendidas mientras llevan a cabo este caso, pero parece que no podemos encontrar un juez en la corte de distrito o de circuito que los respalde», dijeron los demandantes en el escrito.
Una de las quejas de los comerciantes es que Nueva York estaba haciendo lo que ellos caracterizaron como una exigencia sin precedentes de que todos los comerciantes de armas de fuego con licencia federal y los comerciantes con licencia del estado de Nueva York «entreguen sus registros federales de cumplimiento de armas de fuego» so pena de «encarcelamiento y revocación de la licencia».
«Hasta ahora, ningún gobierno federal, estatal o municipal de este país había intentado apoderarse de los registros federales de cumplimiento de la normativa sobre armas de fuego de [un comerciante federal de armas de fuego]», afirmaron a continuación.
La decisión se produjo después de que la Corte Suprema se negara igualmente a bloquear la ley neoyorquina en un auto dictado el 11 de enero en el caso Antonyuk vs. Nigrelli, interpuesto por residentes de Nueva York. A pesar de rechazar la petición de suspender una sentencia de la Corte de Apelaciones del 2º Circuito que restablecía la ley, el juez Samuel Alito emitió una declaración, a la que se unió el juez Clarence Thomas, sugiriendo que esta no era la última palabra de la Corte Suprema sobre el asunto.
«La ley de Nueva York en cuestión en esta solicitud presenta cuestiones novedosas y serias, tanto en virtud de la Primera como de la Segunda Enmienda», escribió Alito (pdf).
El juez animó a los defensores de la Segunda enmienda implicados en la demanda a seguir luchando contra la ley.
«Los solicitantes no deben ser disuadidos por la orden de hoy de buscar de nuevo el alivio si el Segundo Circuito, dentro de un plazo razonable, no da una explicación de su orden de suspensión o acelerar la consideración de la apelación», escribió Alito.
Antes de que la Corte Suprema actuara el 11 de enero, el Segundo Circuito suspendió una orden del juez de distrito Glenn Suddaby, con sede en Syracuse, quien bloqueó secciones de la ley el 7 de noviembre de 2022, en un caso presentado por Gun Owners of America. La ley impone «violaciones constitucionales sin precedentes», escribió Suddaby.
Suddaby había prohibido el nuevo requisito de que un solicitante de porte armas demuestre «buen carácter moral» y proporcione los nombres e información de contacto de los cónyuges y de otros adultos en el hogar del solicitante. Él bloqueó la norma que obligaba a los solicitantes a presentar cuentas de redes sociales para su revisión por parte de los funcionarios del gobierno.
Suddaby también prohibió las restricciones a portar armas en parques públicos, zoológicos, lugares de culto, lugares donde se sirve alcohol, teatros, salas de banquetes, conferencias, aeropuertos y autobuses, y protestas y reuniones legales, así como la prohibición general de portar armas en propiedades privadas sin el consentimiento del propietario.
La Ley de Mejora de la Portación Oculta de Nueva York fue aprobada a toda prisa por la legislatura estatal en el verano de 2022 y promulgada por la gobernadora demócrata Kathy Hochul después de que la decisión de la Corte Suprema en el caso New York State Rifle and Bristol Association vs. Bruen, invalidara el requisito estatal de que el solicitante de un permiso de portación demostrara una necesidad especial de autodefensa.
Hochul denunció entonces la sentencia de la Corte Suprema, calificándola de «decisión imprudente (…) que nos hace retroceder sin sentido y pone en peligro la seguridad de nuestros residentes».
La abogada de los comerciantes, Paloma Appolonia Capanna, no respondió a una solicitud de comentarios al cierre de esta edición.
La fiscal general de Nueva York, la demócrata Letitia James, elogió a la Corte Suprema por su fallo.
«Una vez más, la Corte Suprema de Estados Unidos ha decidido permitir que las leyes de seguridad de armas de nuestro estado sigan en vigor. Todos nosotros vemos las desgarradoras noticias de las comunidades de todo el estado de Nueva York sobre las vidas que se pierden por la violencia armada sin sentido», dijo James.
«Nosotros sabemos que las leyes de seguridad de las armas ayudan a salvar vidas y a mantener nuestro estado más seguro. Mi oficina seguirá trabajando incansablemente para defender las leyes de seguridad de armas de Nueva York y utilizaremos todas las herramientas a nuestra disposición para proteger a los neoyorquinos».
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