El Pentágono ha ordenado congelar las operaciones de tropas en el extranjero, que afectan a unos 90,000 militares, para detener la propagación de COVID-19.
La «Orden de Detención de Operaciones» de 60 días del 25 de marzo afecta tanto a los que están programados para volver a casa a las costas de EE.UU., como a los que se han desplegado en el extranjero.
«Actualmente, no se espera que esta orden afecte la continua reducción de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, que está programada para completarse dentro de los 135 días siguientes al acuerdo firmado», según un comunicado del Pentágono.
Se harán excepciones para el tratamiento médico de las tropas y sus familias, y para las tropas en buques de la Marina que han estado en tránsito durante más de 14 días —o han estado efectivamente en cuarentena.
También se pueden hacer otras excepciones caso por caso, si un viaje es esencial para la misión, debido a necesidades humanitarias u otras dificultades extremas.
Entre las tropas, 227 han dado hasta ahora resultados positivos para el virus del PCCh, comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
Junto con los civiles, dependientes y contratistas, esos casos hacen un total de 453 casos en el departamento de defensa.
El miércoles el Departamento de Defensa anunció el primer caso identificado del virus del PCCh en el edificio del cuartel general del Pentágono —un infante de marina que había trabajado por última vez en el edificio el 13 de marzo.
«El infante de marina siguió las directrices de los Centros de Control de Enfermedades de EE.UU. y las directivas del Departamento de Defensa al haberse aislado cuando un miembro de su familia inmediata comenzó a mostrar síntomas», dijo el Pentágono en un comunicado. «Una vez que se enfermó, se puso en contacto con el centro médico asignado».
El Departamento de Defensa ya había restringido algunos viajes al extranjero y el cambio de estación permanente.
«Esta orden de detención de operación también tendrá un impacto en los ejercicios, despliegues, reubicaciones y otras actividades de gestión de fuerzas globales», según un comunicado del Departamento de Defensa. «Aproximadamente 90,000 miembros del servicio que se prevé desplegar o reubicar en los próximos 60 días probablemente se verán afectados por esta orden de detener las operaciónes».
«El propósito es asegurarnos de que no estamos trayendo el virus de vuelta a casa, infectando a otros, que no lo estamos propagando entre los militares», dijo Esper sobre el traslado, informó Reuters.
El modelo del Pentágono para la propagación del virus aún no es lo suficientemente robusto para determinar dónde se producirá el próximo brote del virus, según altos funcionarios.
«En este momento, el modelo que podemos hacer es para la planificación, pero aún no es lo suficientemente firme como para decir que es de naturaleza predictiva», dijo a los periodistas el general de brigada de la Fuerza Aérea (Dr.) Paul Friedrichs. «No hemos tratado de predecir que vamos a ver un punto crítico aquí, o que vamos a ver un X número allí. Lo usamos para una amplia planificación. Como en la comunidad, si el brote ocurre y el X por ciento de la gente se infecta a lo largo del tiempo, ¿qué significa eso en cuanto a los requisitos de atención médica?».
Los modelos predictivos pueden ser posibles pronto gracias al intercambio de datos de los países que ya están afectados por el virus, dijo.
«La buena noticia es que nuestros aliados en Corea, en Italia y en Europa están compartiendo datos de forma muy transparente con nosotros, y estamos construyendo una base de datos mucho más robusta», dijo. «Creo que en unas semanas más tendremos una mayor fidelidad en esos datos».
The Epoch Times se refiere al nuevo coronavirus, que causa la enfermedad COVID-19, como el virus del PCCh porque el encubrimiento y la mala gestión del Partido Comunista Chino permitieron que el virus se propagara por toda China antes de que se transmitiera a todo el mundo.
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