A pocos días de la conferencia cumbre del Partido Comunista Chino (PCCh), el COVID-19 se extiende a más de una docena de provincias de China.
En una ciudad del sur, se informó de que la gente había entrado en pánico, mientras que en la provincia nororiental de Heilongjiang las autoridades obligaron a cerrar los barrios residenciales.
La Comisión Nacional de Salud del régimen comunista informó de 93 casos de transmisión local en un día, el 3 de noviembre, que es el más alto de este año. La ciudad de Heihe, en la provincia de Heilongjiang, fue la que registró el mayor número de casos, y 51 comunidades locales fueron confinadas.
Esto se produce en el momento en que el cónclave del PCCh, la sexta sesión plenaria, se celebrará en Beijing del 8 al 11 de noviembre.
La ciudad de Heihe celebró una conferencia de prensa sobre la epidemia el 2 de noviembre, en la que se informó que tras el brote de COVID-19 del 27 de octubre, se establecieron puestos de control de tráfico en ocho carreteras de entrada y salida de la ciudad para controlar estrictamente a las personas y los vehículos que salieran de la zona. Todos los hoteles utilizados como lugares de cuarentena serán vigilados por el equipo de control de la epidemia y estarán cerrados las 24 horas del día. En el caso de las personas en cuarentena en sus casas, las autoridades colocaron precintos en sus puertas o instalaron sensores en las puertas de sus casas y apartamentos para evitar que salgan. Desde el 27 de octubre, se realizaron seis pruebas de ácido nucleico a todos los residentes de la ciudad.
Mientras tanto, los informes de la ciudad sureña de Changzhou, en la provincia de Jiangsu, dicen que los residentes entraron en pánico comprando alimentos y provisiones, vaciando los supermercados locales, tras un informe de casos locales de COVID-19. «La gente está comprando principalmente arroz, aceite de cocina, fideos instantáneos y fideos secos», dijo un empleado de un supermercado local.
The Epoch Times obtuvo un vídeo que muestra a los residentes comprando en masa en un supermercado de Changzhou.
Un empleado apellidado Liu (alias) del supermercado RT-Mart, en el distrito de Wujin de la ciudad de Changzhou, declaró a la edición en chino de The Epoch Times que las compras de pánico comenzaron en la noche del día 2, y que todos los supermercados se vaciaron en la mañana del 3 de noviembre. Liu dijo: «Ahora no queda mucho arroz en el supermercado, y la sección de verduras se ha vaciado. El supermercado ha hecho un pedido (de compra) urgente, pero es difícil saber si se suministrará a tiempo».
El 3 de noviembre, la ciudad de Changzhou informó oficialmente de 3 nuevos casos de transmisión local. El personal de la Oficina de Operaciones de Mercado y Promoción del Consumo de la Oficina Municipal de Comercio de Changzhou dijo a los medios locales que las compras de pánico en la ciudad se debían principalmente al brote de COVID-19, y al temor a la escasez de alimentos y suministros en el invierno, provocado por un «aviso sobre la realización de un buen trabajo en el mantenimiento del suministro y la estabilización de los precios de las verduras y otras necesidades diarias en el mercado este invierno y primavera» emitido por el Ministerio de Comercio.
Dado que el régimen comunista chino ha ocultado sistemáticamente la situación real de la epidemia de COVID-19 en China desde el inicio del brote en Wuhan, las estadísticas oficiales pueden no reflejar el número real de casos y muertes.
Fang Xiao y Hong Ning colaboraron en este artículo.
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