Los legisladores de Estados Unidos y Europa están ignorando la petición de Kiev de imponer una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, advirtiendo que tal medida podría desencadenar otra desastrosa guerra mundial.
Una zona de exclusión aérea se refiere al espacio aéreo en el que no se permite la entrada de determinados aviones para evitar la vigilancia o los ataques. Imponer esta directiva sobre Ucrania significaría que cualquier avión prohibido que sobrevolara el país sería derribado. «Cierren el cielo de Ucrania», exigió el presidente Volodymyr Zelensky en un video subido a Twitter el 6 de marzo mientras Kiev lucha contra una invasión rusa.
La embajadora ucraniana en Estados Unidos, Oksana Markarova, reiteró la petición de su país, señalando que Rusia había atacado a Kiev sin ser provocada y que Moscú podría acabar atacando a cualquiera. Sin embargo, el senador Marco Rubio (R-Fla.) advirtió que instituir una zona de exclusión aérea es mucho más peligroso de lo que la mayoría de la gente cree.
«La zona de exclusión aérea se ha convertido en un eslogan. No estoy seguro de que mucha gente entienda bien lo que significa».
«Significa la voluntad de derribar y enfrentarse a aviones rusos en el cielo. Eso significa, francamente, que no puedes poner esos aviones allí arriba a menos que estés dispuesto a derribar los sistemas antiaéreos que los rusos han desplegado, no solo en Ucrania, sino en Rusia y también en Bielorrusia. Así que, básicamente, una zona de exclusión aérea… significa la Tercera Guerra Mundial», dijo Rubio a ABC.
Los senadores Chris Murphy (D-Conn.) y Joni Ernst (R-Iowa) coincidieron en que Zelensky tiene razón al pedir una zona de exclusión aérea, ya que es el presidente de Ucrania. Sin embargo, ambos dejaron claro que Estados Unidos no debe tomar ninguna medida que le lleve a un enfrentamiento militar directo con Rusia. Ernst abogó por ayudar a Ucrania dotando al país de mecanismos defensivos.
Una reciente encuesta de Reuter/Ipsos ha revelado que la mayoría de los ciudadanos estadounidenses apoyan la idea de que Washington colabore con la OTAN para establecer zonas de exclusión aérea que protejan a Ucrania de los ataques aéreos de Rusia. Aproximadamente el 74 por ciento de los encuestados estaba de acuerdo con dicha acción, mientras que el 80 por ciento quería que Estados Unidos dejara de comprar petróleo ruso.
El gobierno de Biden ha declarado que no impondrá una zona de exclusión aérea. El Reino Unido también ha afirmado que está en contra de una zona de exclusión aérea, y el secretario de Defensa, Ben Wallace, ha dejado claro que el apoyo de Londres a esa medida desencadenaría una «guerra en toda Europa».
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha negado también la petición de Ucrania de una zona de exclusión aérea, insistiendo en que la organización «no es parte» del conflicto entre Ucrania y Rusia.
«Tenemos la responsabilidad, como aliados de la OTAN, de evitar que esta guerra se intensifique más allá de Ucrania, porque eso sería aún más peligroso, más devastador, y causaría aún más sufrimiento humano», dijo Stoltenberg tras una reunión de la OTAN en Bruselas.
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