PORTLAND (Maine) —Para Sheena, de 36 años, cada día ha sido una lucha desde que ella y su marido se quedaron sin hogar en las calles de Portland—la ciudad más grande de Maine, en la costa atlántica— hace cinco meses.
La pareja había sido «expulsada» de un motel después de dos años, aunque «ni una sola vez se metieron en problemas», dijo.
De repente, no tenían adónde ir.
El 16 de diciembre de 2023, la pareja vivía en una tienda de campaña montada en el mayor campamento de personas indigentes de la ciudad, cerca del puente de la bahía de Casco, en el Harbor View Memorial Park.
Sheena culpa al elevado precio de los alquileres y a la escasez de viviendas asequibles del rápido crecimiento de los campamentos de personas sin hogar en toda la ciudad.
También cree que la ciudad da «prioridad absoluta» a los inmigrantes ilegales recién llegados, lo que «empeora aún más las cosas» para los indigentes.
«Estoy cansada», dijo Sheena, que no quiso que se utilizara su apellido. «Llevo dos días moviéndome, intentando montar mi tienda. No he dormido mucho».
Había más de 70 tiendas amontonadas en el campamento de Harbor View, junto con montones de bicicletas, basura y escombros, antes de que la ciudad ordenara el cierre del campamento el 2 de enero.
La medida se aplazó dos veces en diciembre debido al mal tiempo y a una votación del ayuntamiento para retrasarla.
Los medios de comunicación locales reportaron que unos 50 manifestantes formaron una cadena humana el 2 de enero, intentando bloquear la retirada del campamento de Harbor View Park.
La ciudad también planeaba cerrar los campamentos de Douglass Street y Dougherty Field a pesar de las limitadas opciones de vivienda asequible de la ciudad.
«Todavía hay muchos de nosotros aquí que están tenemos problemas—especialmente los veteranos», dijo Sheena a The Epoch Times durante una visita al sitio en diciembre.
«Conozco a un par de [veteranos] con bajas honorables que no tienen hogar», dijo.
Muchos de los nuevos desplazados se dirigían al Centro de Servicios para Personas sin Hogar (HSC, por sus siglas en inglés) de la ciudad cuando se habilitaron 170 plazas de alojamiento en diciembre.
La instalación albergó a un número creciente de inmigrantes ilegales antes de que también fueran trasladados a una nueva instalación, lo que liberó espacio para los residentes de las tiendas de campaña de Harbor View Park.
«A partir de esta mañana (2 de enero), tenemos 57 camas para hombres y 29 camas para mujeres disponibles en el HSC», dijo Jessica Grondin, directora de comunicaciones y servicios digitales de la ciudad, a The Epoch Times.
A pesar de la apertura de camas de acogida en el HSC, aún quedan unas 100 camas disponibles. Las autoridades de Portland siguen «extremadamente preocupadas» por el aumento de la población de personas sin hogar que viven sin cobijo en un clima gélido.
«Las temperaturas siguen bajando y se espera que pronto llegue el invierno, por lo que los riesgos para la salud y la seguridad seguirán aumentando», según un comunicado de prensa de la ciudad.
«Recientemente también se han producido en Portland ncendios en tiendas de campaña, una víctima mortal debido a un incendio en una tienda de campaña, y una muerte desatendida en el exterior».
La ciudad informó de 12 muertes en campamentos de personas sin hogar en 2023, mientras que las llamadas de servicio aumentaron significativamente en el área de Harbor View Park. Hubo 303 llamadas el año pasado y siete sobredosis —una fatal.
En 2022, hubo 59 llamadas de servicio.
«Hemos estado trabajando desde mayo para trasladar colectivamente a las personas de las tiendas de campaña al refugio. Pero en ningún otro momento durante este período hemos tenido la capacidad de refugio municipal necesaria para abordar la gran necesidad en nuestra comunidad como lo hacemos hoy», dijo la gerente de la ciudad Danielle West en una declaración pública.
«En el pasado, las resoluciones de campamentos se producían porque las obstrucciones y los problemas de salud y seguridad públicas requerían la dispersión. Ahora, a medida que nos adentramos en el invierno, tenemos una crisis de salud pública y seguridad aún mayor que abordar, pero también tenemos la capacidad de albergar a personas que no tienen otro lugar a donde ir. Dejarlos a la intemperie es sencillamente inconcebible».
Según el recuento anual puntual de la Autoridad de Vivienda de Maine, había 3455 personas sin hogar en Maine en una sola noche de enero de 2022, más del doble que en 2021.
El recuento incluyó tanto a personas que tienen donde alojarse como las que no: 956 que estaban en viviendas de transición y 2476 que se alojaban en hoteles a través de programas de subvenciones federales.
El defensor de las personas sin hogar de Portland, Preble Street, dijo que la ciudad se enfrenta a una «crisis sin precedentes de indigentes que no tienen donde alojarse, hay 216 tiendas de campaña que albergan a una o más personas a partir del 31 de agosto de 2023».
«Otras personas duermen en las aceras, en portales, o buscan seguridad escondidas en parques y cerca de autopistas. Algunos duermen en sus coches», explica la organización en su página web. «Algunos trabajan pero simplemente no pueden permitirse los costes de vivienda de Portland, que están fuera de su alcance. Muchos padecen enfermedades mentales graves, trastornos por consumo de sustancias y necesidades médicas no cubiertas».
«La mayoría de estas personas vulnerables se enfrentan a numerosas barreras para acceder a la atención, dejando sin tratar estas necesidades médicas que a veces ponen en peligro la vida. El sufrimiento y el trauma que están padeciendo nuestros semejantes ahora mismo, aquí en Maine, es inmenso».
La agencia vinculó el problema a una crisis de vivienda inasequible en Portland, donde el coste mensual promedio de un apartamento es de 1718 dólares.
«Una persona necesitaría trabajar más de 92 horas a la semana con el salario mínimo para poder permitirse este coste. La comunidad no es asequible para un sinnúmero de trabajadores, familias, Mainers mayores con ingresos fijos y personas con discapacidad».
«Creemos que todos en nuestra comunidad pueden estar de acuerdo en un objetivo común: nadie quiere esta epidemia de tiendas de campaña y desesperación humana. Nadie».
En respuesta a la creciente crisis de los indigentes, la ciudad formó el Equipo de Respuesta a la Crisis de los Campamentos para atender las necesidades de las personas indigentes no protegidas mediante actividades de divulgación y asistencia directa.
Peble Street dijo que los esfuerzos del equipo para reubicar a las personas del campamento de Fore River en refugios o viviendas produjeron «resultados insatisfactorios». Solo 18 personas han aceptado la oferta desde el 27 de junio de 2023.
«La falta de nuevos recursos ha obstaculizado gravemente este esfuerzo. La colaboración, por sí sola, no basta. Para que esta colaboración sea eficaz, se necesitan nuevos recursos».
La agencia cree que la solución es una asociación de programas de atención sanitaria y mejores opciones de refugio y vivienda.
A medida que el problema de las personas sin hogar en Portland —y en Maine— sigue agravándose, la afluencia de inmigrantes legales e ilegales compite por una vivienda y unos recursos limitados.
«Maine es como debería ser la vida. Así es como hemos sido durante mucho tiempo. Y ahora, por desgracia, hemos tenido cinco años de control gubernamental unilateral [demócrata]», observó el representante de Maine Mike Soboleski, republicano.
«Ahora mismo tenemos una crisis de vivienda. Tenemos veteranos militares sin hogar. Hay personas sin hogar en la calle. Necesitamos estos lugares», declaró Soboleski a The Epoch Times.
«Hemos traído suficientes [solicitantes de asilo] ahora que están congestionando nuestras ciudades. Cuando congestionan nuestras ciudades, expulsan a la gente a las afueras. Las personas a las que expulsan se encuentran ahora en situaciones de sin hogar. Tenemos campamentos de personas sin hogar».
El Sr. Soboleski dijo que en un campamento para personas sin hogar que visitó cerca del campus de la Universidad de Maine Augusta había más de 200 personas sin hogar sin acceso a servicios «porque muchos de esos servicios están siendo ocupados por ilegales».
«Están en tiendas de campaña. Están en caravanas. Están en furgonetas de caja. Ahora mismo, no me puedo imaginar cómo es allí arriba», dijo el Sr. Soboleski.
«La inmigración es un gran problema para nosotros».
Mientras los grandes municipios de Maine lidian con la escasez de viviendas y servicios para dar cabida a una población de personas sin hogar no protegidas, el estado se prepara para una afluencia masiva de nuevos inmigrantes ilegales y solicitantes de asilo.
La gobernadora de Maine, la demócrata Janet Mills, firmó recientemente una orden ejecutiva para «fortalecer la economía y las comunidades de Maine» mediante la creación de una Oficina de Nuevos Estadounidenses en 2024.
«Maine es un estado acogedor e inclusivo que reconoce el valor de las personas de diversos orígenes para mejorar la vitalidad de las comunidades de Maine, la fuerza de nuestra fuerza de trabajo y el crecimiento de nuestra economía», escribió la gobernadora.
Añadió que Maine necesita más trabajadores para compensar los desequilibrios del mercado laboral debidos al envejecimiento de la población activa y a una «economía en crecimiento».
«La Estrategia Económica a 10 años de Maine ha establecido el objetivo de atraer a 75,000 personas a la reserva de talentos de Maine para 2029 y establecer Maine como un estado atractivo para que los recién llegados consigan un empleo significativo que coincida con sus aspiraciones profesionales con sus habilidades», escribió la Sra. Mills.
«Los casi 50,000 residentes de Maine nacidos en el extranjero son una parte vital de las comunidades y la economía de nuestro estado, con 1200 millones de dólares en poder adquisitivo y contribuyendo con 441 millones de dólares en impuestos».
La Sra. Mills, en su orden ejecutiva, se refirió a estos inmigrantes y solicitantes de asilo como «Nuevos Mainers», que actualmente reciben apoyo estatal para necesidades de vivienda de emergencia, de transición y permanentes, incluyendo asistencia legal y servicios de atención médica.
La orden dicta a la Oficina de Política, Innovación y Futuro de la gobernadora que presente un plan para establecer la misión y los objetivos de la Oficina de Nuevos Estadounidenses antes del 19 de enero.
«El plan debe esbozar la misión y la estructura de la oficina, el calendario de su creación y el alcance de su trabajo, con el objetivo general de garantizar que Maine incorpora eficazmente a los inmigrantes a su fuerza laboral y a sus comunidades para fortalecer la economía a largo plazo».
La gobernadora Mills aún no ha devuelto un correo electrónico de The Epoch Times en busca de más comentarios.
The Maine Wire informó que el objetivo de la gobernadora es traer a Maine un 150% más de inmigrantes ilegales «en una cuarta parte del tiempo que tardaron en llegar los primeros 50,000».
«Es una vasta operación de reasentamiento a considerar para una administración que ha luchado poderosamente para encontrar una manera humana de lidiar con los 5000 a 10,000 migrantes que han llegado inesperadamente a Maine desde 2019».
Un hombre sin hogar, de 38 años, que vive en el antiguo campamento de Harbor View Park, dijo que el problema de la ciudad de las personas sin hogar y que no tienen donde alojarse ya es lo suficientemente malo sin traer más solicitantes de asilo que necesitan empleos y vivienda.
«El hecho de que ésta sea una ciudad santuario no significa que haya que aceptar a todos [los extranjeros ilegales] sólo porque sea la prioridad de algún gobernador», declaró el hombre a The Epoch Times bajo condición de anonimato.
El hombre dijo que ser un indigente ya es bastante difícil viviendo en una pequeña tienda de campaña con sólo un saco de dormir y una manta sobre un palé de madera como colchón.
«Estoy bien. Una noche se me congelaron los dedos de los pies, pero no del todo. Hay que abrigarse bien. Tengo un buen saco de dormir», dice.
«He dormido en las peores condiciones. Ahora lo estoy arreglando. Voy a reajustarlo todo».
Una mujer dijo a The Epoch Times que condujo 130 millas desde Bangor hasta el camping Harbor View Park el 16 de diciembre para ver cómo estaba su amigo, un hombre sin hogar y ciego.
«No sé dónde está. Me parece horrible», dijo la mujer refiriéndose a las condiciones insalubres del campamento.
«Portland debería haberse preparado para esto. Muchas de estas personas están enfermas. Tienen cáncer. Tienen diabetes. No pueden conseguir sus medicinas. Es ridículo. No pueden conseguir apartamentos porque el alquiler es demasiado alto comparado con lo que el Estado les da de alquiler», dijo.
«Las cosas van a empeorar. Así que vamos a tener más gente sin trabajo. Vamos a tener más negocios cerrados. Tenemos nuestra mano de obra. No necesitamos más gente».
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