Los católicos y otros cristianos se pronunciaron enérgicamente sobre la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, en la que se escenificó una parodia de la Última Cena de Jesucristo con drag queens vestidos de forma provocativa.
La indignación no se hizo esperar tras la representación del 26 de julio.
«¿Se habrían atrevido alguna vez a burlarse del Islam de forma similar?». dijo el obispo católico Robert Barron, de la diócesis de Winona-Rochester, en Minnesota, en la plataforma de redes sociales X.
«Esta sociedad profundamente secularista y posmoderna sabe quién es su enemigo —lo nombran— y deberíamos creerles».
La controvertida escena del retablo mostraba a artistas drag que representaban diferentes culturas posando detrás de una larga mesa de comedor, mientras una mujer con un ornamentado halo plateado se situaba en el centro.
Delante, un hombre azul casi desnudo, que al parecer representaba al dios griego de la fertilidad y el vino, Dionisio, emergía sobre una bandeja de plata cargada de flores y uvas.
Los organizadores se disculparon tras la ceremonia.
«Mi deseo no es ser subversivo, ni burlarme o escandalizar», dijo el director creativo Thomas Jolly.
«Por encima de todo, quería enviar un mensaje de amor, un mensaje de inclusión y en absoluto dividir».
El Sr. Jolly intentó distanciar la actuación de temática LGBT de los paralelismos con el cuadro «La última cena» de Leonardo da Vinci, afirmando que la actuación pretendía representar a los dioses griegos durante un banquete.
El famoso cuadro de Da Vinci representa el momento bíblico en que Jesucristo declaró que uno de sus apóstoles le traicionaría.
Una de las primeras organizaciones católicas en pronunciarse fue la Conferencia Episcopal Francesa.
En un comunicado, dijeron que las «escenas de burla» se mofaban del cristianismo, un sentimiento del que se hizo eco la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova.
«Pensamos en todos los cristianos del mundo que fueron heridos por el exceso y la provocación de ciertas escenas», dijeron los obispos franceses en una declaración que aparece en el sitio de noticias del Vaticano.
El Consejo de Iglesias de Oriente Próximo, que incluye al Patriarcado Latino de Jerusalén, emitió un comunicado en el que afirmaba que la representación causaba división.
«La libertad, la diversidad y la creatividad no son compatibles con insultar las creencias de los demás, ni con burlarse de ellas, en formas que no tienen nada que ver con la calidad humana», dice la declaración.
John Yep, director general de Catholics for Catholics, un grupo católico conservador, declaró a The Epoch Times que no se traga la idea de que la actuación no fuera una burla al cristianismo, la mayor religión del mundo con unos 2400 millones de seguidores.
Cree que el incidente fue una prueba para que los cristianos de todo el mundo se manifiesten y profesen su fe en Jesús.
«Tenemos la misma situación similar que ocurrió en el estadio de los Dodgers hace poco más de un año», dijo el Sr. Yep.
El pasado mes de junio, miles de manifestantes se congregaron a las puertas del Dodger Stadium de Los Ángeles después de que el equipo de béisbol de las Grandes Ligas anunciara que honraría a un grupo de drag queen anticatólicas en su «‘Noche del Orgullo’ anual LGBT».
Las Hermanas de la Perpetua Indulgencia, que se describen a sí mismas como «monjas queer y trans», realizan espectáculos de drag queens, incluido uno que representa la crucifixión de Cristo, en el que drag queens con poca ropa bailan una danza de tubo en la cruz.
El grupo comenzó a actuar públicamente en San Francisco en 1979, según su sitio web.
«Cuando nuestros hijos están expuestos a estas cosas, y nosotros fingimos que eso está bien, es la muerte de la democracia», dijo el Sr. Yep, señalando que un niño formó parte de la actuación de drag queen de París vista por millones de personas.
«Así que a menos que respondamos, a menos que tomemos medidas, no es un buen augurio para el futuro de Francia y otras democracias de todo el mundo».
La periodista de The Epoch Times Carol Cassis contribuyó a este reportaje. Con información de The Associated Press.
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