El gobierno de Joe Biden fue criticado por intentar cambiar la definición de recesión económica, justo antes de que se publiquen los próximos datos del PIB, del segundo trimestre, que se espera revelen una contracción.
Normalmente se considera que una economía está en recesión si registran dos trimestres consecutivos de caída del PIB. En una declaración del 21 de julio, la Casa Blanca insistió en que ésta «no es la definición oficial ni la forma en que los economistas evalúan el estado del ciclo económico». Por su parte Grover Norquist, presidente de Americans for Tax Reform, calificó de «ridículo» el intento de la Casa Blanca de cambiar la definición de recesión, en una entrevista con Fox News.
«Ellos dicen cosas ridículas como esa, incluso tienen una discusión con un diccionario (…) Sentados alrededor de la mesa con Biden están todos los grupos de interés del Partido Demócrata moderno», dijo Norquist, señalando a las «máquinarias políticas de las grandes ciudades», los sindicatos y los activistas medioambientales como los «grupos de interés».
A su vez culpó a los ideólogos progresistas de tener agendas políticas «disociadas de la realidad».
La declaración de la Casa Blanca sostiene que la recesión debe definirse en base a una «mirada holística» de los datos, que incluya factores como los ingresos, el gasto empresarial, el gasto del consumidor y el mercado laboral. Sobre la base de estos datos, «es poco probable» que una contracción económica en el segundo trimestre que siga al descenso del primer trimestre indique una recesión, dijo la Casa Blanca.
El PIB estadounidense ya se contrajo en el primer trimestre y la Reserva Federal (Fed) de Atlanta espera que el PIB del segundo trimestre se contraiga de nuevo. Los datos del PIB del segundo trimestre se publicarán el 28 de julio.
The Epoch Times se puso en contacto con la Casa Blanca.
Norquist también planteó su preocupación por el plan de 15 estados de repartir cheques de ayuda a la inflación a los ciudadanos como forma de combatir la presión financiera del aumento de precios.
Comparando con 10 estados dirigidos por gobernadores republicanos que pretenden reducir gradualmente sus impuestos sobre la renta a cero, indicó que el envío de un cheque es «sólo un gasto» y «no una reducción de impuestos».
Recesión en EE. UU.
Un sondeo entre economistas realizado por Reuters entre el 14 y el 20 de julio, reveló que el promedio de las predicciones apunta a una probabilidad del 40 por ciento de que se produzca una recesión en Estados Unidos en el próximo año, con un 50 por ciento de posibilidades de que ocurra en dos años.
Se trata de un gran salto desde la probabilidad del 25 por ciento para este año y el 40 por ciento para dentro de dos años, informó en el mes de junio. Más del 90 por ciento dijo que cualquier recesión sería leve o muy leve. Cuatro encuestados esperan que la recesión sea grave.
Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P Global Market Intelligence, advirtió que la economía estadounidense se está contrayendo a un ritmo «no visto desde la crisis financiera mundial de 2009», según un tuit del 22 de julio.
No es sólo Estados Unidos el que está en riesgo de recesión, sino toda la economía mundial. En una entrevista a Reuters, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, dijo que el organismo rebajará pronto su previsión de crecimiento económico mundial para 2022 por tercera vez este año.
«Las perspectivas desde nuestra última actualización en abril se han oscurecido significativamente», dijo Georgieva. «Nos encontramos en aguas muy agitadas (…) El riesgo [de una recesión] aumentó. Así que no podemos descartarla (…) Va a ser un 22 difícil, pero quizás el año 2023 sea aún más difícil».
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