Occidente necesita despertar ante una amenaza peligrosa. El casi olvidado enemigo “comunismo internacional” rápidamente está regresando. Se está reconstruyendo, reunificando y rearmando. Y la mayoría de los occidentales parecen casi ajenos a lo que está sucediendo ante sus propios ojos.
El nuevo presidente comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel, regresó a La Habana el 15 de noviembre después de realizar una gira por varios países que empezó en Rusia. Él y la delegación cubana continuaron por Corea del Norte, China, Vietnam y Laos –todos países gobernados abiertamente por comunistas, excepto Nepal-, así como también por Francia y Reino Unido.
Díaz-Canel estuvo acompañado por Ricardo Cabrisas Ruiz, vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, junto con los ministros de Comunicaciones, Industria y Energía y Minas: Jorge Luis Perdomo, Alfredo López y Raúl García, respectivamente.
También formaron parte de la delegación el Primer Viceministro de Transportes, Eduardo Rodríguez Dávila; el Viceministro de Relaciones Exteriores, Rogelio Sierra Díaz; y el Director de Asuntos Bilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Emilio Lozada.
De modo significativo, las relaciones de Cuba con Rusia parecen estar volviendo a niveles de cooperación no vistos desde la era soviética.
Relaciones rusas
Según el periódico People’s World del Partido Comunista de Estados Unidos: “La colaboración entre Cuba y Rusia floreció tras la cancelación de la deuda cubana con la URSS y después que el presidente Vladimir Putin visitara Cuba en junio de 2014. En Moscú, Díaz-Canel se entrevistó con Putin, el Primer Ministro Dmitri Medvedev, líderes de la Duma, el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa y el líder del Partido Comunista Gennady Zyuganov”.
“Una comisión intergubernamental cubano-rusa ya había preparado ocho potenciales acuerdos relacionados principalmente con el comercio y las inversiones. Firmados por los dos líderes nacionales, permanecerán en vigor hasta 2030”.
Las colaboraciones propuestas en Cuba incluyen el establecimiento del equivalente ruso del GPS (Sistema de Posicionamiento Global), la ayuda financiera rusa para la renovación de tres plantas de generación eléctrica y la asistencia en la modernización y expansión de la producción de acero.
Rusia también ayudará a mejorar el transporte ferroviario en Cuba, proporcionará trigo y luces LED que ahorran energía, y ayudará a reconstruir la complicada industria de los cítricos en Cuba. Rusia continuará las exploraciones de los yacimientos petrolíferos cubanos, “que se estima alcanzan los 20.000 millones de barriles, y construirá infraestructura de transporte y plataformas en el mar”, según People’s World.
Después de firmar acuerdos con sus homólogos cubanos, el presidente ruso Vladimir Putin declaró a la prensa que “al debatir la agenda global y regional, encontraron que los puntos de vista sobre la mayoría de los temas clave eran similares”, según Radio Rebelde de Cuba.
Es hora que Occidente reconozca una verdad desagradable. La Rusia moderna, si bien no es abiertamente comunista, es una parte muy importante del reaparecido bloque internacional antioccidental liderado por los chinos.
Relaciones Asiáticas
En Pyongyang, la delegación cubana se reunió con el líder norcoreano Kim Jong-un, acompañado de la habitual pompa y esplendor típica de los estados obreros y plebeyos gobernados por el proletariado.
Según Radio Rebelde: “Desde la losa del aeropuerto de Sunan hasta los alrededores de Paekhwawon, la residencia oficial de los ilustres huéspedes que visitan la República Popular Democrática de Corea, Díaz Canel y Kim Jong-un fueron recibidos calurosamente y animados por casi un millón de personas”.
Los dos líderes comunistas mantuvieron conversaciones en la Casa de Huéspedes del Estado de Paekhwawon, donde destacaron su “historia socialista compartida y prometieron una solidaridad continua”, según los medios de comunicación estatales de Corea del Norte.
La delegación estaba devolviendo el viaje a Cuba realizado en julio por el vicepresidente del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, Ri Su Yong, quien se reunió con Díaz-Canel y el ex presidente Raúl Castro, entre otros.
“Ri transmitió los saludos de Kim Jong Un, discutió las ‘relaciones históricas de amistad y cooperación’ de ambos países con sus homólogos y firmó un ‘acuerdo de intercambio y cooperación’ con el Partido Comunista de Cuba (PCCh)”, según NK News.
En China, Díaz-Canel se reunió con el presidente Xi Jinping, el primer ministro Li Keqiang y Li Zhanshu, presidente del Congreso Nacional Popular.
La iniciativa china Un Cinturón, Una Ruta -el plan para expandir de forma masiva la influencia global de China a través de la inversión en importantes proyectos de infraestructura extranjera- ocupó un lugar destacado en la agenda.
“Los líderes de los dos países firmaron acuerdos elaborados anteriormente por una comisión intergubernamental. Aprobaron un memorando de entendimiento que incorpora a Cuba en la iniciativa ‘Un Cinturón, Una Ruta’ de China, la superestructura para el comercio y las inversiones del gigante asiático en todo el mundo subdesarrollado. El vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, Ricardo Cabrisas, vio la necesidad de determinar los ‘principios y lineamientos objetivos’ para la participación de Cuba en el proyecto chino”, informó People’s World.
China también se comprometió a establecer “una línea de crédito de 124 millones de dólares para pagar el equipo necesario para la industria turística de Cuba y otra de 40 millones de dólares para financiar equipos esenciales para el desarrollo de fuentes de energía renovables”.
Además, China “donó” 129 millones de dólares para “pagar proyectos de ciberseguridad”.
Díaz-Canel escribió en un tuit desde Beijing: “Fructífero e inolvidable encuentro con el Presidente Xi Jinping. Como lo calificó #Fidel, un revolucionario firme y capaz. Entre la tradición y la proyección en el futuro, #China abre puertas donde otros levantan muros”.
Fructífero e inolvidable encuentro con el Presidente Xi Jinping. Como lo calificó #Fidel, un revolucionario firme y capaz. Entre la tradición y la proyección al futuro, #China abre puertas donde otros levantan muros. #SomosCuba
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) 8 de noviembre de 2018
En Vietnam, la delegación cubana se reunió con el Presidente Nguyen Phu Trong, el Primer Ministro Nguyen Xuan Phuc y el Presidente de la Asamblea Nacional Nguyen Thi Kim Ngan.
Los dos partidos comunistas firmaron un acuerdo comercial que “consolidaría, expandiría e intensificaría las relaciones comerciales”, según People’s World.
En Laos, los delegados cubanos firmaron un memorando de entendimiento y cooperación entre el Banco Central de Cuba y el Banco de Laos con el “objetivo de fortalecer la cooperación entre el sector bancario”, informó Cabrisas en una entrevista con la periodista cubana Arleen Rodríguez.
Cabrisas enfatizó la naturaleza de camaradería de las relaciones de Cuba con Rusia, Vietnam y China: “Con Vietnam, al igual que con China y Rusia, las relaciones podrían clasificarse como tradicionales. Hemos marchado juntos por largos caminos desde el Triunfo de la Revolución”, afirmó Cabrisas a Rodríguez.
Pasando por Gran Bretaña en el viaje de regreso, Díaz-Canel se reunió con el Ministro de Hacienda Philip Hammond y el líder socialista del Partido Laborista Jeremy Corbyn.
También se reunió con activistas británicos y cubanos de Solidaridad y visitó la tumba de Karl Marx en el cementerio Highgate, Londres.
Presidente cubano @DiazCanelB coloca flores a nombre de Cuba, ante la tumba de Karl Marx en el cementerio Highgate, en Londres. #YoTeSigoPresidente #SomosCuba pic.twitter.com/PlL177lmed
— Cubavisión (@CVInternacional) 14 de noviembre de 2018
Los países comunistas evidentemente se están organizando y elaborando estrategias a gran escala. Es fundamental que los estadounidenses sean conscientes de las posibles implicaciones para la seguridad nacional de estas relaciones.
Trevor Loudon es un autor, cineasta y conferencista de Nueva Zelanda. Durante más de 30 años, estuvo investigando los movimientos de izquierda radical, marxista y terrorista y su influencia encubierta en la política dominante.
Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.
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