Conforme se acerca la fecha para las marchas pacíficas previstas al 15 de noviembre en Cuba se suma el apoyo de los movimientos cubanos dentro y fuera de la isla, ONG y del gobierno de EE. UU.. También crece la preocupación de posibles represiones de la dictadura comunista luego de las recientes amenazas.
El exilio cubano en Miami lanzó diversas iniciativas en apoyo a la marcha cívica por el cambio dirigida por el grupo Archipiélago, prevista al 15 de noviembre en Cuba, además de campañas en las redes sociales con etiquetas que piden al mundo tener la vista puesta sobre lo que suceda en la isla en esos días.
«La represión va a empezar antes del 15», dijo Orlando Gutiérrez a Efe este miércoles, en representación de la Asamblea de la Resistencia Cubana, y dijo que convocó a una caravana en Miami en apoyo de la marcha.
Ramón Saúl Sánchez, del Movimiento Democracia, dijo a Efe, que además de la presencia de la «Flotilla Democracia» en el mar, en tierra se concentrarán personas que harán una «cadena humana de solidaridad», a la que se espera que se sumen participantes en la caravana de la Asamblea de la Resistencia.
Por su parte, este miércoles la organización especializada en DD. HH. con sede en Madrid, Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), denunció que el régimen de Cuba dio órdenes para que estudiantes y otros civiles repriman a manifestantes el próximo 15 de noviembre con palos y otros objetos contundentes dentro de la isla.
«Hemos sido testigos de la peligrosa demostración de odio entre ciudadanos que promueve el gobierno, al orientar a las personas armarse con palos para reprimir a otros que decidan sumarse a la manifestación pacífica», dijo Alejandro González Raga, director ejecutivo del organismo.
«Responsabilizamos a Miguel Díaz-Canel por el escenario de violencia que está generando con estas decisiones», agregó.
El organismo internacional emite una llamada de alerta debido a la prohibición por parte del régimen a la realización de las próximas marchas pacíficas convocada al 15 de noviembre dentro de Cuba. Además, alertó del uso de retenciones domiciliarias por parte del régimen como patrón de represión, y pide a gobiernos y organizaciones internacionales un seguimiento especial a las mismas.
González Raga agrega que «existe un peligro real para la integridad física de los convocantes, que ya han recibido citaciones amenazas, y para cualquier ciudadano participante».
Por otro lado, el lunes el movimiento 27N—una comunidad de artistas e intelectuales que nació el 27 de noviembre de 2020 producto de una manifestación pacífica contra la violencia del Estado y para pedir la libertad de expresión—emitió un comunicado de apoyo a las marchas pacíficas del 15 de noviembre.
«El 11 de julio ocurrió un despertar. Hoy esa ciudadanía en pie nos pide marchar el 15 de noviembre, por la liberación de los manifestantes presos, contra la violencia y el autoritarismo, por la paz y el respeto a nuestros derechos civiles y políticos, por una solución democrática a nuestras diferencias políticas», se lee en el comunicado del movimiento.
«A casi un año de esa noche frente al Ministerio, #27N marchará por el derecho a tener derechos. No marcharemos a favor de una ideología. Marcharemos contra el autoritarismo, contra la violencia, contra la intolerancia, la discriminación y criminalización del pensamiento», agregó.
Además, el Departamento de Estado EE. UU. a través del portavoz, Ned Price, dijo el martes que EE. UU. apoya el derecho de los cubanos a protestar, sin embargo, las manifestaciones programadas para el próximo mes —que fueron prohibidas por el régimen cubano— «no son una demostración de los deseos de Washington», como lo había señalado el domingo el régimen comunista de Cuba, sino que representan los deseos del pueblo cubano.
«Lo que veremos es una manifestación de las necesidades y aspiraciones sin atender del pueblo cubano», dijo Price.
Con información de EFE y VOA.
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