WASHINGTON — Un grupo de cubanos que entraron a Estados Unidos por la frontera y recibieron al ser liberados un documento conocido como I-220A llegaron el miércoles a Washington para pedir a la administración del presidente Joe Biden que les otorgue un parole para poder acogerse a la Ley de Ajuste Cubano.
Un Tribunal determinó que el I-220A no cuenta como un documento válido de entrada al país para que los inmigrantes se acojan a la Ley de Ajuste Cubano, una ley de 1966 que les permite a los cubanos pedir residencia permanente al cabo de un año y un día en EE. UU. La corte consideró que el documento I-220A no cumple con los requisitos de haber sido “inspeccionado y admitido” en el país, como establece la ley.
Vladimir Valdivia, uno de los cubanos en el grupo, llegó a EE. UU. hace poco más de dos años. Valdivia cruzó irregularmente la frontera suroeste y fue detenido por las autoridades de inmigración. Al ser liberado, le otorgaron un I-220A u “orden de liberación por reconocimiento”.
Valdivia dijo que es perseguido político por sus actividades críticas al gobierno comunista de la isla, lo que lo obligó a huir.
Tras ser detenido, “nunca se me preguntó por un miedo creíble. Ni se me preguntó si yo venía huyendo de una dictadura, si yo era perseguido político. Yo traía mis documentos”, dijo a Voz de América el hombre de 51 años. Ahora dice que está “en limbo migratorio» y no sabe «qué va a suceder».
Miles de cubanos recibieron el documento I-220A, que expone el día y hora en el que la persona se debe presentar ante un oficial de migración en una ciudad determinada, como parte del protocolo de procesamiento de las autoridades de inmigración al ingresar por la frontera, mientras otros inmigrantes recibieron un parole (libertad bajo palabra).
En septiembre, la Junta de Apelación de Inmigración de EE. UU. determinó que los cubanos con un documento I-220A no eran elegibles para recibir la residencia permanente a través de la Ley de Ajuste Cubano. La decisión se produjo tras una apelación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) sobre la decisión de un juez en Florida que consideró legal en 2022 que un migrante cubano que cruzó la frontera y fue liberado con un I-220A recibiera la residencia permanente bajo la Ley de Ajuste.
Los que recibieron parole, en cambio, sí son elegibles para solicitar la residencia bajo el amparo de la Ley de Ajuste Cubano.
Las autoridades migratorias de EE. UU. emitieron indistintamente I-220A o parole a los mismos grupos de inmigrantes, y en algunos casos miembros de la misma familia que entraron juntos por la frontera recibieron un documento u otro, según abogados de inmigración. En 2022 The Associated Press reportó que la patrulla fronteriza de EE. UU. recurrió a entregar parole a los migrantes porque no tenían suficiente espacio en los centros de detención.
La congresista republicana María Elvira Salazar recibió en su oficina a los cubanos que llegaron a Washington y aseguró que su solicitud es “importante porque hay medio millón de cubanos que están en el limbo».
«Ese grupo de gente puede perfectamente acogerse a la Ley de Ajuste Cubano”, dijo Salazar a la VOA. “No hay un orden, no hay rigor en cuanto cómo se trata al cubano. Yo le estoy diciendo a la administración del presidente Biden que le den lo que se llama un parole in country [en el país]”, agregó.
El pasado 12 de enero, Salazar envió al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, una carta firmada junto a sus colegas demócratas Morgan McGarvey y Debbie Wasserman pidiendo que se ajuste el documento legal bajo el que se deja en libertad a los cubanos para que sean elegibles a la Ley de Ajuste Cubano.
Buscan la regularización
Olga Rodríguez, una cubana del grupo que también cruzó la frontera de manera irregular hace dos años “huyendo de la dictadura”, asegura que cometió “un error” al hacerlo, pues recibió un I-220A.
“Hace dos años que entré con ese documento y no he podido regularizarme, no he podido ajustarme. Le pedimos humildemente a este país que nos permita regularizarnos”, dijo la mujer.
Otro cubano del grupo, Luis, dijo que pese a haber recibido la I-220A, logró aplicar al asilo político, una posibilidad que según dijo no tuvieron sus compatriotas.
Ahora vive en el sur de la Florida con permiso de trabajo y licencia de conducir. Sin embargo, alega tener limitaciones debido a que no puede solicitar la residencia bajo la Ley de Ajuste Cubano.
“Estamos peleando por ajustarnos en este país para estudiar, para tener un mejor estatus, estar más tranquilos”, dijo.
En el año fiscal 2023, las autoridades fronterizas tuvieron encuentros con más de 142,000 cubanos que intentaron cruzar a Estados Unidos de manera irregular, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Una cifra récord de cubanos llegó a Estados Unidos en 2022, sobrepasando los registros combinados del éxodo de Mariel de 1980 y la crisis de los Balseros en 1994, las dos mayores oleadas migratorias desde Cuba.
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