A pesar de las tensiones entre ellos, el presidente Joe Biden, el primer ministro canadiense Justin Trudeau y el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador mostraron un frente unificado en sus declaraciones públicas del 10 de enero con motivo de la clausura de la Cumbre de Líderes de América del Norte, de dos días de duración, celebrada en Ciudad de México.
Esta reunión trilateral, que suele denominarse «cumbre de los tres amigos» por los estrechos lazos diplomáticos y económicos que unen a los países, se celebra cada año. Hubo un paréntesis durante el mandato del presidente Donald Trump.
Los tres líderes se reunieron en un momento en el que sus países se esfuerzan por superar las tensiones entre ellos.
Estados Unidos sigue luchando contra la avalancha de inmigrantes ilegales que entran en el país a través de la frontera sur.
El enfoque de López Obrador en el fortalecimiento de la compañía petrolera estatal de México y la empresa pública de energía ha violado un pacto de libre comercio y ha impedido la inversión privada y extranjera en la fabricación de semiconductores, dicen funcionarios estadounidenses.
La política energética de México pone en riesgo miles de millones de dólares en inversiones estadounidenses, según la oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos. Canadá se ha sumado a la queja.
Trudeau y López Obrador han expresado su preocupación por las medidas de Biden para aumentar la fabricación nacional, alegando que sus países podrían quedarse atrás.
Estados Unidos está alarmado por el plan de López Obrador de impedir la importación de maíz modificado genéticamente. México ha aceptado retrasar la prohibición hasta 2025.
«Verdaderos socios»
A pesar de las tensiones, los tres líderes presentaron un frente unido en la rueda de prensa posterior a la cumbre.
«Los tres somos verdaderos socios», dijo Biden. «Compartimos una visión común del futuro, basada en valores comunes.
«Estados Unidos ha realizado inversiones bipartidistas históricas en infraestructuras e innovación que ya están empezando a reportar beneficios concretos al pueblo estadounidense. Y yo diría que cosechan beneficios para… toda Norteamérica», añadió Biden.
«Profundizamos nuestra cooperación con nuestros amigos y aliados más cercanos. En el mundo interconectado de hoy, no podemos aislarnos de los problemas compartidos. Somos más fuertes y mejores cuando trabajamos juntos».
Biden, López Obrador y Trudeau coincidieron en que las prioridades de la cumbre incluían el desarrollo de conexiones más fuertes entre las naciones y la transformación de Norteamérica en un líder en energía limpia.
Hablaron sobre el cambio climático y se comprometieron a reducir las emisiones de metano, llegaron a un acuerdo sobre un plan para gestionar mejor las grandes oleadas de migrantes que llegan a la región y formaron una estrategia cohesiva para hacer frente a futuras pandemias.
Las naciones también trabajarán juntas para coordinar los esfuerzos de mapeo de la cadena de suministro de semiconductores e identificar «oportunidades de inversión complementarias», según el comunicado.
Los chips semiconductores se utilizan para múltiples fines, como la fabricación de automóviles, las telecomunicaciones y la defensa. La industria ha estado dominada por Asia durante años, y las interrupciones durante la pandemia de coronavirus crearon problemas en las cadenas de suministro norteamericanas.
A las empresas de semiconductores que construyen nuevas instalaciones de fabricación en Estados Unidos les gustaría tener proveedores de piezas en México, según funcionarios estadounidenses.
Biden se reunió con Trudeau antes de la cumbre del 10 de enero.
Trudeau habló con Biden sobre libre comercio y expresó su desaprobación de las políticas Buy America que ha promovido la Administración Biden.
Alrededor del 80% de las exportaciones canadienses se envían a Estados Unidos.
«Estrechamente vinculados»
EE.UU., Canadá y México han estado «estrechamente vinculados» en las últimas tres décadas gracias al TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), dijo Trudeau durante su discurso posterior a la cumbre.
«Este acuerdo comercial ayudó a nuestras economías a crecer y creó millones de buenos empleos y el comercio entre nuestras fronteras, y atrajo a inversores de todo el mundo», dijo Trudeau, señalando que «combinados somos el hogar de 500 millones de personas» y que «nuestro PIB combinado es mayor que el de la Unión Europea».
«El mundo se enfrenta hoy a mucha incertidumbre. Con el aumento de líderes autoritarios que causan inestabilidad global y el alto coste que supone para las familias en casa, es importante que nos reunamos como líderes y como amigos para buscar formas de hacer que nuestras economías sean más resistentes», añadió Trudeau.
«Hoy hemos debatido cómo podemos construir cadenas de valor fiables en este continente para todo, desde minerales críticos hasta vehículos eléctricos y semiconductores. Esto es bueno para los trabajadores, bueno para los consumidores y bueno para las comunidades de nuestros países».
Las frustraciones fueron evidentes el 9 de enero, cuando Biden y López Obrador se reunieron.
Los líderes se estrecharon la mano y sonrieron para las cámaras antes de entrar en una sala del Palacio Nacional para iniciar el debate.
López Obrador imploró a Biden que ayude a mejorar la vida en su país y criticó a Estados Unidos por no hacer más.
“Es momento de terminar con ese olvido, abandono, desdén hacia América Latina y el Caribe, opuesto a la política de la buena vecindad de ese titán de la libertad, que fue el presidente Franklin Delano Roosevelt», dijo López Obrador.
«Presidente Biden, usted tiene la llave para abrir y mejorar sustancialmente las relaciones entre todos los países del continente americano», agregó.
El mandatario mexicano también se quejó de que en Asia se fabrican demasiados productos, en comparación con Norteamérica.
“Y la pregunta que nos hacemos es: ¿no podríamos producir en América lo que consumimos?», dijo López Obrador. «Claro que sí».
Biden defendió la respuesta de Estados Unidos diciendo que «solo en los últimos 15 años, hemos gastado miles de millones de dólares en el hemisferio-decenas de miles de millones de dólares en el hemisferio. Tenemos que seguir apoyando y construyendo instituciones democráticas en el hemisferio».
Biden añadió que «Estados Unidos proporciona más ayuda exterior que cualquier otro país, casi juntos, del mundo… no solo al hemisferio sino a todo el mundo».
«Desgraciadamente, nuestra responsabilidad no acaba en el hemisferio occidental. Está en Europa central. Está en Asia. Está en Oriente Medio. Está en África. Está en el suroeste de Asia», continuó Biden.
«Ojalá pudiéramos tener un solo foco, un solo foco», añadió Biden. «Tenemos múltiples focos. Y eso es en lo que tenemos que trabajar. Y confío en que podamos hacer mucho más conjuntamente».
En la rueda de prensa posterior a la reunión trilateral, Biden y López Obrador mostraron un intercambio más cálido y optimista.
López Obrador elogió a Biden por «no construir ni un metro de muro», una referencia al expresidente Donald Trump, un hombre por el que Obrador expresó admiración.
Más tarde, Obrador instó a Biden a «insistir» en que el Congreso regularice a los inmigrantes mexicanos indocumentados que suelen trabajar en profesiones en las que las empresas estadounidenses tienen dificultades para encontrar empleados.
Cambio en la política migratoria
La semana pasada, Estados Unidos y México acordaron un cambio significativo en su política migratoria. En virtud de esta iniciativa, Estados Unidos devolverá al otro lado de la frontera a 30,000 inmigrantes ilegales al mes procedentes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.
A cambio, se permitirá trabajar legalmente en el país durante dos años a 30,000 personas al mes de esos cuatro países que obtengan patrocinadores, controles de antecedentes y un vuelo de avión a Estados Unidos.
«Como se mencionó, por todos nosotros de una manera u otra, esta ha sido la mayor migración en la historia de la humanidad en todo el mundo, así como en este hemisferio», dijo Biden. «Vamos a continuar nuestros esfuerzos para abordar las causas profundas de la migración para ayudar a la gente a permanecer en sus países de origen. He pedido… al Congreso 4000 millones de dólares para ello».
«De camino hacia aquí, me detuve en El Paso, Texas, para ver la situación con mis propios ojos», añadió Biden. «Estamos trabajando juntos para abordar este desafío de una manera que respete las leyes de nuestra nación y proteja los derechos humanos de los migrantes».
Los líderes también abordaron la crisis del fentanilo.
«También estamos trabajando juntos para hacer frente a la lacra del contrabando de personas, e incluso del tráfico ilegal de drogas», dijo Biden. «Solo en los últimos seis meses, nuestras patrullas conjuntas en México han dado lugar a la detención de más de 7000 traficantes de personas. Hemos visto más de 20,000 libras de fentanilo mortal en la frontera».
«Hoy hablamos de cómo los tres podemos seguir profundizando y fortaleciendo nuestro esfuerzo compartido para frenar el tráfico del fentanilo, incluyendo ir en pos de los químicos precursores usados para sintetizar esta droga. Vamos en pos de los laboratorios y de los lugares donde se almacenan las drogas», añadió Biden.
López Obrador habló en detalle sobre los esfuerzos de México para reducir el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos.
«De modo que estamos combatiendo el fentanilo, estos químicos, y lo estamos haciendo porque nos importa; nada humano nos es ajeno, nos importa mucho el poder ayudar a lo que está sucediendo en Estados Unidos, las muertes por fentanilo», dijo López Obrador.
«Pero también, como hoy lo tratamos, no es un asunto sólo de Estados Unidos, es que, si no enfrentamos este problema, este flagelo, lo vamos a padecer nosotros también».
La energía y el cambio climático también fueron temas prioritarios en la cumbre.
«También hablamos de cumplir nuestros compromisos para hacer de Norteamérica una potencia de energía limpia», dijo Biden. «Y creo que eso está a nuestro alcance.
«Eso significa trabajar juntos para trasladar los vehículos de emisiones cero a construir estaciones de carga para vehículos eléctricos que estén al otro lado de nuestras fronteras internacionales.
«Eso significa explorar mercados compartidos para el hidrógeno limpio. Y significa trabajar juntos para cumplir nuestros ambiciosos compromisos en el marco del Acuerdo de París, incluida la lucha contra el metano y el carbono negro», añadió Biden.
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