WASHINGTON – Los inversionistas están a la expectativa en las vísperas de la reunión entre Estados Unidos y China durante la cumbre del Grupo de los 20 (G-20) en Argentina esta semana. Si bien el resultado de las conversaciones es difícil de predecir, cualquier consenso sobre el comercio podría traer un gran alivio a los mercados globales.
El presidente Donald Trump y el mandatario chino Xi Jinping acordaron reunirse al margen de la cumbre del G-20, que se celebrará en Buenos Aires el 30 de noviembre y el 1 de diciembre. La fecha exacta de la reunión bilateral aún no ha sido revelada. Se espera que los dos líderes discutan una serie de temas, incluida Corea del Norte, pero es probable que el comercio domine la conversación.
Los expertos comparten cierto optimismo de que la reunión entre Estados Unidos y China calmará las tensiones, al menos temporalmente.
Ambas partes probablemente estarán de acuerdo con una especie de alto el fuego comercial, dijo Matthew Goodman, vicepresidente senior del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
«Diría que probablemente haya un 50-50 en cuanto a si habrá un acuerdo», dijo Goodman, y agregó que ambas partes tienen motivaciones para poner a la disputa comercial en pausa.
Los mercados de capital de Estados Unidos han estado inestables recientemente, en parte debido a la incertidumbre resultante de la disputa entre Estados Unidos y China. Las acciones cayeron bruscamente después de alcanzar un máximo a principios de octubre, y el Promedio Industrial Dow Jones y el S&P 500 cayeron casi un 10 por ciento. El mercado de valores podría estar presionando a Trump para que logre un acuerdo de alto el fuego con Beijing, dijo Goodman.
El estado de la economía china también está presionando a Xi. El crecimiento económico chino se ha desacelerado este año, golpeando su mercado de valores. El índice compuesto de Shanghai ha caído más del 20 por ciento en lo que va del año. Los problemas se profundizarán en China si las tensiones comerciales continúan en 2019.
Según Goodman, hay una buena probabilidad de que la reunión explote o es posible que ni siquiera haya una reunión. Sin embargo, ambas partes tienen razones para dejar atrás la disputa, agregó.
Incluso si hay un alto el fuego, eso no resolverá el problema a largo plazo, agregó Goodman. China necesita hacer reformas profundas y estructurales que Estados Unidos y sus aliados han estado exigiendo durante años.
Aumento de las tensiones
Las tensiones entre Washington y Beijing han aumentado en las últimas semanas antes de la cumbre.
El vicepresidente Mike Pence dijo anteriormente que Estados Unidos se mantiene en una posición fuerte frente a China y que Trump está preparado para más que duplicar sus aranceles. Pence dio señales de que Washington no retrocederá a menos que China cambie fundamentalmente su actitud.
El Representante de Comercio de los Estados Unidos, Robert Lighthizer, publicó la semana pasada una actualización de una investigación de la «Sección 301» sobre China y concluyó que Beijing no ha corregido sus «prácticas desleales, irracionales y que distorsionan el mercado».
En una entrevista con la BBC, Kevin Hassett, presidente del Consejo de Asesores Económicos del presidente, dijo que podría haber un caso para expulsar a China de la Organización Mundial de Comercio, ya que China se ha «portado mal» como miembro de la organización.
El gobierno de Trump les dio a los funcionarios de Beijing una larga lista de problemas que Estados Unidos y otras naciones enfrentan con China, incluyendo el robo de propiedad intelectual, la transferencia forzada de tecnología, el acceso restringido a los mercados chinos y la interferencia del régimen comunista en la política de otros países.
Trump había dicho anteriormente que las 142 concesiones ofrecidas por China «no eran aceptables». Los compromisos del régimen no alcanzaron el tipo de reformas estructurales clave que Washington exigió.
Sin embargo, Trump había expresado su optimismo acerca de llegar a un acuerdo con el mandatario chino antes del nuevo año, cuando se activen las nuevas tarifas.
Estados Unidos impuso aranceles por unos USD 250.000 millones en productos chinos. Las tarifas subirán al 25 por ciento el 1 de enero de 2019, desde el 10 por ciento actual. Si no se llega a un acuerdo, la administración de Trump podría imponer aranceles a USD 267.000 millones adicionales en productos chinos.
Última cumbre
La última cumbre del G-20, que se celebró en Hamburgo, Alemania, terminó con un desacuerdo sobre cuestiones relacionadas con el comercio.
«Yo diría que ese será otra vez el caso», dijo Goodman.
Profundas divisiones entre Estados Unidos y China sobre el lenguaje del comercio e inversión surgieron en la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico en Papúa Nueva Guinea, el 17 de noviembre. Como resultado, por primera vez en 25 años, los líderes que asistieron a la cumbre no llegaron a un acuerdo sobre un comunicado conjunto.
«Creo que probablemente habrá un comunicado al final o algún tipo de declaración del Presidente, pero es muy probable que el lenguaje comercial se interponga en el camino», dijo Goodman, y agregó que el comercio nuevamente sería uno de los temas polémicos para todos los países que asisten a la cumbre del G-20.
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