La curcumina es bien conocida por sus amplios beneficios para la salud, sobre todo por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. La curcumina, un polifenol (un compuesto químico de las plantas que ofrece beneficios específicos para la salud) presente en la cúrcuma, es la principal responsable de su vibrante color amarillo y se utiliza mucho en la cocina india y asiática.
A pesar de las numerosas afirmaciones sobre la capacidad de la curcumina para ayudar a aliviar problemas de salud, como diversas afecciones cutáneas, artritis, síndrome metabólico, cardiopatías, depresión, etc., obtener todos sus beneficios puede resultar complicado. La curcumina tiene escasa biodisponibilidad y solubilidad y se elimina rápidamente del organismo.
Los posibles beneficios de la curcumina para la salud, junto con los avances en la investigación para aumentar su biodisponibilidad, inspiraron a los investigadores tailandeses a estudiar el efecto de la curcumina sobre la aterosclerosis en pacientes con diabetes de tipo 2 y obesidad.
La aterosclerosis es un endurecimiento de las arterias como consecuencia de la acumulación de placas, y las complicaciones derivadas de la aterosclerosis (por ejemplo, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares) son la principal causa de muerte en todo el mundo.
El estudio
El ensayo aleatorizado, controlado con placebo y doble ciego, publicado en Nutrients el mes pasado, dividió a 227 participantes en dos grupos de tamaño aproximadamente igual. Un grupo tomó seis cápsulas de curcumina al día (dos cápsulas de 250 miligramos (mg) después de las comidas, tres veces al día, para un total diario de 1500 mg), mientras que el otro tomó un placebo.
Los participantes fueron sometidos a pruebas a los cero, tres, seis, nueve y 12 meses para detectar indicadores de actividad antiaterogénica, como la velocidad de la onda de pulso (VOP), así como varios factores de riesgo cardiometabólico, como el colesterol total, los triglicéridos y el ácido úrico. Se registraron los niveles de citocinas proinflamatorias y de proteína C reactiva de alta sensibilidad (para evaluar la inflamación sistémica).
Los resultados mostraron mejoras significativas para los participantes que tomaron suplementos de curcumina en cada una de las áreas en las que se recogieron datos. La velocidad de la onda de pulso, que mide la rigidez arterial y se considera un factor predictivo de acontecimientos cardiovasculares adversos, fue significativamente menor en el grupo tratado con curcumina a los tres, seis, nueve y 12 meses que en el grupo de control con placebo.
Los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad, colesterol de lipoproteínas de baja densidad poco densas, colesterol de lipoproteínas de alta densidad, triglicéridos y ácido úrico también fueron significativamente más bajos en el grupo tratado con curcumina a los tres, seis, nueve y 12 meses.
Las mediciones del perímetro de la cintura, la grasa corporal total y la grasa visceral fueron significativamente más bajas en el grupo de la curcumina que en el grupo placebo en las visitas de los seis, nueve y 12 meses. La resistencia a la insulina también se redujo significativamente en el grupo tratado con curcumina.
Los autores del estudio concluyeron: «[L]a curcumina redujo significativamente la PWV, lo que corrobora su papel en la mitigación de la rigidez arterial y el riesgo potencial de enfermedad cardiovascular». También registraron una reducción de la proteína C reactiva de alta sensibilidad, «un marcador asociado con la inflamación y el riesgo cardiovascular», al cabo de tres meses. Los resultados positivos en múltiples factores de riesgo ponen de relieve el papel potencial de la curcumina en la salud cardio metabólica.
Los investigadores añadieron: «Estos efectos multiobjetivo y su uso histórico subrayan la importancia de los productos naturales en la creación de tratamientos eficaces y holísticos para las enfermedades metabólicas.» No se observaron efectos adversos graves en el grupo tratado con curcumina.
Encontrar la medida adecuada
Como suplemento natural, de fácil acceso y bajo coste, con un perfil de seguridad sólido, la curcumina ofrece una posible ayuda para mantener o mejorar la salud cardiometabólica. Aunque la dosis utilizada en este estudio fue de 1500 mg al día, otros estudios demostraron que dosis de hasta 8000 mg al día fueron bien toleradas. Sin embargo, algunas personas deben tener precaución a la hora de considerar si los suplementos de curcumina pueden serles útiles.
El Dr. Bhaskar Semitha, cardiólogo y cirujano cardiotorácico, declaró al Epoch Times: «Es crucial que hable con su médico sobre la suplementación con curcumina antes de empezar, sobre todo si padece ECV [enfermedad cardiovascular] y toma medicación». Aunque en general la curcumina tiene un buen perfil de seguridad, hay que tener en cuenta algunas consideraciones para los pacientes con ECV que toman medicamentos».
«La curcumina puede interactuar con ciertos medicamentos, incluidos los anticoagulantes (por ejemplo, la warfarina) y los antiagregantes plaquetarios (por ejemplo, el clopidogrel). Esto podría aumentar el riesgo de hemorragia. La curcumina también podría interferir en la absorción de algunos medicamentos CV, reduciendo potencialmente su eficacia», afirma Semitha. «Si su médico aprueba la curcumina, es aconsejable empezar con una dosis baja y observar cualquier efecto secundario».
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