Más de 100 miembros del Cuerpo de Infantería de Marina han sido expulsados del cuerpo por no recibir la vacuna contra el COVID-19, según anunció el jueves la rama militar.
Los oficiales de los Cuerpo de Infantería de Marina decidieron dar de baja a 103 personas, según dijeron los portavoces de la rama a los medios de comunicación.
El Ejército anunció el jueves que había relevado a seis líderes en servicio activo, incluidos dos comandantes de batallón, por negarse a vacunarse, además de emitir más de 2700 reprimendas a soldados por no cumplir con la orden de vacunación.
La Fuerza Aérea fue la primera en tomar medidas contra los que se negaron, dando de baja a 27 miembros, según anunció la rama previamente esta semana.
La Marina de Guerra está tomando medidas para dar de baja a los miembros que no cumplieron con la orden.
La orden exige que las tropas estén totalmente vacunadas, o hayan completado un régimen primario, en una fecha determinada, a menos que hayan solicitado una exención.
Se están concediendo pocas exenciones. No hay constancia de que se haya concedido una sola exención religiosa a ningún militar.
Los miembros de las Fuerzas Aéreas, la Marina y el Cuerpo de Infantería de Marina se enfrentaron el mes pasado a los plazos para vacunarse o solicitar una exención. El del Ejército fue el 15 de diciembre.
Aproximadamente 468,459 soldados en servicio activo, o el 98% de la fuerza en servicio activo, han recibido al menos una dosis de la vacuna, y la mayoría cumplía la definición de totalmente vacunado, dijeron los funcionarios del Ejército.
«Gracias al personal médico que ha estado apoyando la respuesta a la pandemia en casa y a los soldados vacunados que ponen en primer lugar la salud y el bienestar de sus compañeros y familias. A los que siguen rechazando la vacuna y no están esperando una decisión final sobre una exención médica o administrativa, los animo encarecidamente a que se vacunen. Si no lo hacen, iniciaremos los procedimientos de separación involuntaria», dijo la secretaria del Ejército, Christine Wormuth, en un comunicado.
En todas las fuerzas, el 90% de las tropas en servicio activo están totalmente vacunadas.
Eso significa que aproximadamente 134,500 no lo están.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo a los periodistas en Virginia que aún no se ha determinado el impacto de dar de baja a miles de miembros del servicio militar.
«No creo que hayamos llegado a ese punto todavía, porque aún hay oportunidades para que la gente haga lo correcto», dijo Kirby.
El Senado aprobó esta semana un proyecto de ley que impediría las bajas deshonrosas por negarse a cumplir la orden.
Mientras que algunos soldados están esperando respuesta a las solicitudes de exención, otras se niegan rotundamente a vacunarse o a pedir una exención.
Algunos están frustrados porque consideran que los funcionarios militares no están siguiendo correctamente el proceso de exención, según han declarado los abogados que los representan a The Epoch Times.
La falta de exenciones religiosas reforzará las demandas existentes y futuras contra el Pentágono por la orden, dijo el mes pasado Sean Timmons, socio director de Tully Rinckey.
«En última instancia, puede terminar costándole al gobierno mucho dinero para reincorporar a las personas que son separadas prematuramente de sus ocupaciones militares», dijo.
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