El líder del régimen sandinista, Daniel Ortega, no volvió a parecer en público desde el 12 de marzo, habiendo pasado 24 días de ausencia en medio de la contingencia sanitaria por el virus del PCCh. Hasta ahora no ha dicho ni una sola palabra de la epidemia que ha provocado seis casos positivos y un fallecido en Nicaragua.
Su última aparición se produjo durante una reunión virtual entre los mandatarios de Centroamérica convocada por el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) para definir estrategias ante el brote del virus del PCCh, reportó El País.
“Escuchamos los planteamientos del presidente [Alejandro] Giammattei, del presidente de Costa Rica (Carlos Alvarado) (…) tenemos elementos que enriquecen el documento, y que, por lo tanto, no le restan validez, sino que estamos seguros que vamos a lograr sacar este documento. Es una palabra de compromiso y de aliento para los pueblos centroamericanos”, señaló Ortega en el encuentro de forma general sin abordar ninguna estrategia para afrontar la epidemia en su país.
Ortega tampoco asistió a un homenaje funerario en honor al diputado Jacinto Suárez, quien fue una persona cercana a él durante la dictadura de Anastasio Somoza. Ambos fueron compañeros de celda entre (1967-1972 y 1974-1979), según CiberCuba.
Su esposa y vicepresidenta del régimen nicaragüense, Rosario Murillo se ha encargado de reportar información de la crisis de COVID-19. Nicaragua ha registrado seis casos confirmados y un deceso a causa del virus del PCCh según los datos de la Universidad Johns Hopkins.
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El pasado 31 de Marzo, el Ministerio de Salud de Nicaragua recibió la visita de una delegación de Taiwán para intercambiar información de las “características de esta enfermedad, su experiencia en el tratamiento y el manejo de pacientes afectados, estrategias de contención comunitaria para evitar la propagación y respuesta de la población ante las medidas adoptadas”, informó un comunicado de prensa oficial.
Hasta el momento la brigada médica cubana “Henry Reeve” se encuentra en el país centroamericano para afrontar la crisis del virus del PCCh, informó Radio ABC. Rosario Murillo destacó que la brigada médica está conformada por virólogos, epidemiólogos y médicos clínicos intensivistas.
«Seguimos en oración, seguimos en coordinación, seguimos en comunicación y seguimos asumiendo todas las medidas de prevención, protección, preparación necesaria para protegernos», dijo Murillo.
Cuba ha enviado brigadas médicas al extranjero desde 1963 a más de 160 países a través del Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, de los 11 millones de dólares que habría aportado el personal contratado en el exterior entre 2011 y 2015, al menos el 80 por ciento habría sido tributado por los especialistas de la Salud, según un informe especial de la ONU del 2019.
Por otro lado, muchos de los médicos son penalizados si deciden retirarse del trabajo en el exterior bajo el Código Penal de Cuba, que estipula que el empleado encargado que abandone su misión se le privará de la libertad de 3 a 8 años.
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