El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, dijo el miércoles que le preocupa que «consideraciones políticas» puedan estar entrando en juego en el cálculo de los datos estatales del COVID-19 por parte de la administración del gobernador Andrew Cuomo.
«El estado de Nueva York tiene su propia metodología [en el cálculo de las estadísticas del virus del PCCh], y no siempre estamos de acuerdo en que sea la metodología más rigurosa», dijo de Blasio a los periodistas durante una conferencia de prensa en el Ayuntamiento.
«A veces me preocupa que sea una metodología más subjetiva, o que haya consideraciones políticas en los datos», dijo el alcalde. «Queremos que los datos nos digan toda la verdad. Queremos guiarnos por los datos y la ciencia».
La oficina de Cuomo no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios de The Epoch Times.
Según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en la semana que terminó el 21 de marzo el área metropolitana de la ciudad de Nueva York tuvo la segunda tasa más alta de casos de COVID-19 en Estados Unidos, con casi 260.6 casos por cada 100,000 personas.
Mientras que los casos de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), siguen disminuyendo en todo el país desde el máximo en el invierno, y mientras que las vacunas siguen siendo desplegadas en todo el país. Hasta ahora se ha aprobado el uso de tres vacunas contra el COVID-19 en Estados Unidos: Pfizer/BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson.
Los casos en la ciudad de Nueva York se han estabilizado y actualmente no están disminuyendo, según declaró a ABC News el Dr. David D. Ho, director de Aaron Diamond AIDS Research Center de la Universidad de Columbia.
Además, aproximadamente el 18% de las camas de las unidades de cuidados intensivos del estado están ocupadas actualmente por pacientes con COVID-19.
El alcalde afirmó que los datos del Departamento de Salud de la ciudad «son la lectura más precisa de lo que está ocurriendo en Nueva York».
«Vamos a mantenerlo, porque si tenemos los datos, podemos proteger a nuestra gente, pero no vamos a depender de nadie más para entender los datos de la ciudad de Nueva York. Lo haremos por nosotros mismos», dijo de Blasio.
«Yo diría que creo que nuestros números son más precisos y más consistentes, y sé que nuestros números se basan en la ciencia objetiva y no puedo decir eso sobre el estado», añadió el alcalde cuando se le preguntó si cree que el gobernador o el departamento de salud están «falsificando los números».
Los comentarios de De Blasio se producen semanas después de que se uniera a un creciente número de voces que piden a Cuomo renunciar tras las acusaciones de conducta sexual inapropiada que se hicieron contra él, y por la gestión de su administración de la pandemia del COVID-19.
La semana pasada, acusó al gobernador de obstaculizar «el camino» para salvar vidas al desafiar las solicitudes de renuncia.
Al menos ocho mujeres, entre ellas asistentes actuales y anteriores, han presentado acusaciones de acoso sexual contra Cuomo. Cuomo, de 63 años, ha negado repetidamente todas las acusaciones y ha dicho que no renunciará.
Cuomo también ha sido criticado por ocultar a los legisladores estatales y al público los datos sobre las muertes causadas por el COVID-19.
En enero, la fiscal general de Nueva York, la demócrata Letitia James, publicó un informe en el que se descubría que el estado no contabilizaba hasta un 50% de las muertes en residencias de ancianos, mientras que el New York Post reportó posteriormente que una de las asistentes de Cuomo, Melissa DeRosa, admitió a los legisladores en un ámbito privado que la administración ocultó los datos de los asilos el verano pasado debido a una investigación federal.
«Creo que debería renunciar para que podamos avanzar en este estado, pero no espero que lo haga hoy. Así que lo siguiente que debería hacer es reanudar la democracia normal, restaurar la democracia en el estado de Nueva York, restaurar el control local para que podamos avanzar», reiteró de Blasio el miércoles.
«Me preocupa que algunas de las decisiones que ha tomado últimamente, creo, tienen que ver cada vez más con la política que con la salud de nuestra gente», añadió. «La manera de resolver eso es restaurar el control local».
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