Decenas de miles de personas en Alemania y Francia protestaron contra las restricciones relacionadas con el COVID-19 y los pasaportes de vacunas durante el fin de semana, diciendo que las restricciones violan sus derechos.
La policía alemana había prohibido nueve manifestaciones previstas para el sábado, incluida una del movimiento Querdenker con sede en Stuttgart, el movimiento antibloqueo más visible en Alemania. Un tribunal falló a favor de permitir un evento, previsto para 500 personas, el sábado y el domingo.
Más de 2000 agentes de policía fueron desplegados por la ciudad para responder a aquellos que se presentaron a pesar de las prohibiciones. En una protesta el sábado por la noche en Mitte, los medios alemanes informaron que la policía usó gas pimienta para dispersar a la multitud. La multitud acabó por dispersarse cuando comenzó a llover.
Los manifestantes en Dusseldorf portaban pancartas que decían: «Detener la arbitrariedad policial», «Proteger el derecho fundamental a manifestarse» y «Rechazar los ataques a la libertad de reunión», informó Deutsche Welle. El estado de Renania del Norte-Westfalia está planificando una ley de asambleas que, según sus críticos, limita su capacidad de protesta, aunque el gobierno estatal dijo que la ley propuesta es necesaria para evitar que las manifestaciones se vuelvan violentas.
BREAKING – ??Germany: Massive police violence reported in Berlin during today’s peaceful anti-COV_ID protest pic.twitter.com/kYGwJCyhIC
— Mr. Wolf (@mole_cola) August 28, 2021
Protestas similares tuvieron lugar en Berlín a inicios de agosto, que terminaron en enfrentamientos con la policía y cientos de personas detenidas.
En Francia, el Ministerio del Interior dijo que aproximadamente 160,000 personas salieron a las calles el sábado en el séptimo fin de semana de protestas. Los manifestantes argumentaron que los pasaportes de vacunas que fueron aprobados recientemente por el Parlamento del país restringen injustamente a quienes no están vacunados.
“La vacuna no es la solución”, dijo la jubilada Helene Vierondeels en una entrevista con France24. “Deberíamos detener la eliminación de camas de hospital y continuar con las medidas de barrera”, agregó.
“No somos ratas de laboratorio”, dijo un niño de 11 años. “Vivimos en un país libre, no hay cifras que justifiquen la vacunación masiva”, dijo su padre.
El pasaporte de vacunas de Francia, que incluye un código QR, permite que las empresas lo escaneen para determinar si una persona estuvo completamente vacunada o tiene una prueba negativa por COVID-19 reciente. La norma se aplica a restaurantes, gimnasios y teatros, así como a algunos viajes de larga distancia.
Los pasaportes de vacunas también se implantaron en la ciudad de Nueva York y San Francisco. Varias empresas con sede en la ciudad de Nueva York presentaron la semana pasada demandas contra la orden del pasaporte de vacunas de la ciudad, argumentando que afectaría sus ganancias.
Algunos estados liderados por el Partido Republicano este año aprobaron leyes o emitieron órdenes para restringir el uso de pasaportes de vacunas o sistemas similares.
Con información de The Associated Press.
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