Los floridanos preocupados por la discriminación a las personas que no se vacunan contra el COVID-19 dicen que han recogido más de 1000 declaraciones juradas en las que describen actividades que consideran ilegales en su estado.
Una coalición de grupos planea recoger más declaraciones juradas a través de un portal online. Tienen la intención de entregar cajas con estas quejas en las oficinas de los legisladores de Florida.
Queremos llevarlas a los legisladores y decirles: «¡Arreglen esto!», dijo Rebekah Ricks, de Florida Moms for America.
Los miembros del grupo explicaron a The Epoch Times que los motivos por los que la gente se niega a vacunarse son diversos. Están cansados de sufrir abusos y discriminación como resultado de su elección, dicen los organizadores de la coalición.
Ricks y su grupo planean llevar su campaña más allá de Florida. Están desarrollando una app que cualquiera puede utilizar para presentar una queja.
Los legisladores de Florida tomaron medidas en noviembre para prohibir los mandatos de vacunación en el estado. La nueva ley tiene un problema, dice Ricks y otros que han unido sus fuerzas. No impide que los empleadores hagan que las condiciones de trabajo sean miserables para los empleados que deciden no vacunarse, dicen.
El grupo ha recogido declaraciones juradas de empleados de Disney, que dicen que la persecución de los «no vacunados» en el trabajo ha creado un sistema de dos clases en el resort, que los somete a humillaciones y abusos.
A una joven recién contratada para el trabajo de sus sueños en una empresa farmacéutica se le dijo que no había recibido la marca preferida de vacunas y que tendría que empezar la serie de nuevo como si nunca se hubiera vacunado, dijo Ricks.
Cuantas más historias se recojan, más probable será que los legisladores tomen medidas, creen los miembros del grupo.
«Ha sido una fuente continua de frustración que las leyes [de Florida] aprobadas el pasado noviembre no impidan completamente la discriminación contra los empleados no vacunados», dijo el abogado de Florida Jeff Childers
Childers dijo que había trabajado en la redacción de un texto antidiscriminatorio y que no era fácil de hacer.
«No es fácil redactar algo que los empleadores no puedan encontrar una forma de evitar, por un lado, y que no sea aprovechado por los empleados de mala fe».
Declaraciones juradas de Disney
Los empleados de Disney han presentado muchas declaraciones juradas, dice Nick Caturano, que trabaja en el servicio de comidas de Walt Disney World. Le encanta su trabajo, y dice que la mayoría de sus compañeros consideran que su empleo en la emblemática compañía es un sueño hecho realidad.
Pero está dispuesto a arriesgar su puesto de trabajo al hablar, porque «ya es suficiente», dice.
En Disney se aceptaban las solicitudes de exención de vacunas. Pero se establecieron políticas, dice, que han creado dos clases de miembros del reparto, como se denomina a todos los empleados de Disney.
Disney no respondió a las solicitudes de comentarios sobre el asunto.
Están «los vacunados y los no vacunados», dice Caturano. «Nos estamos acostumbrando al sistema de dos clases. Pero, ¿qué será lo siguiente? No lo sabemos».
Las políticas exactas varían según el lugar de trabajo dentro de la empresa. Para algunos empleados no vacunados, esas políticas exigen que se mantengan a cierta distancia de los demás. Para otros, las políticas dicen que no pueden quitarse las mascarillas, ni siquiera para comer o beber, a menos que estén en zonas completamente aisladas.
Los que se quitan la mascarilla suelen ser denunciados por sus compañeros y despedidos, explica Caturano.
Y los empleados no vacunados suelen enfrentarse a preguntas embarazosas de los huéspedes.
Es habitual que los clientes pregunten a los miembros del reparto con mascarillas por qué llevan la cara cubierta, cuando otros no lo hacen.
Y eso es una violación de la privacidad que se está saliendo de control, dice.
Intenta desviar las preguntas amablemente. Pero no está bien que los empleados tengan que soportar eso día tras día, dice.
Disney y otras empresas irritadas por los empleados no vacunados «siguen impulsando políticas que crean ciudadanos de segunda clase en el trabajo», dice Caturano. «Y estas políticas, muchos nos tememos, son peldaños para cosas mucho peores».
Una colega de Disney, cansada de las preguntas de los huéspedes del complejo, trató de ocultar que era «diferente», dijo Caturano, extendiendo una mascarillas de tela de Disney sobre la tosca mascarillas de respiración que debía llevar en su área de trabajo.
«La reprendieron por no dejar que todo el mundo viera claramente su condición [de no vacunada]», dijo Caturano. «Se le dijo que se quitara la mascarilla que la cubría, o se le exigiría que llevara más EPI», abreviatura de equipo de protección personal.
«Algo sobre lo que muchos de nosotros hemos estado advirtiendo… ha sido la discriminación que resultaría al permitir a las empresas tener sus propias políticas de vacunación», dijo Caturano.
Ha ayudado a organizar los mítines para ilustrar la frustración de los trabajadores no vacunados en Disney y en todo el estado.
Incluso cuando permiten que los trabajadores no estén vacunados, las políticas de las empresas pueden hacer que el lugar de trabajo sea intolerable, dijo Childers. Su oficina se ha visto inundada de llamadas de personas no vacunadas.
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