El hondureño Geovanny Fuentes Ramírez, a quien la Fiscalía de EE.UU. vincula con el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fue declarado este lunes culpable de narcotráfico en un tribunal de Nueva York.
Tras un día de deliberación, los doce miembros del jurado han determinado que Fuentes Ramírez es también culpable de posesión de armas y aparatos de destrucción.
Fuentes Ramírez fue detenido en Miami en febrero de 2020 en vinculación con el caso contra José Antonio «Tony» Hernández, hermano del presidente hondureño y declarado culpable de narcotráfico en octubre de 2019.
Tras escuchar el veredicto, el acusado solicitó a través de un intérprete que pueda ser visitado por su familia en prisión.
El juez Kevin Castel ha programado la lectura de la sentencia para el próximo 22 de junio. El togado tiene previsto la lectura de la sentencia contra Tony Hernández el próximo día 30.
En el caso de Tony Hernández, que afrontó los mismos cargos, la Fiscalía ha solicitado al juez la imposición de cadena perpetua.
Desde el comienzo del proceso, y tal y como ocurrió en el juicio contra Tony Hernández, el Gobierno estadounidense ha implicado al presidente de Honduras en la trama del narcotráfico, primero asegurando que había aceptado sobornos a cambio de ofrecer protección y, posteriormente, sosteniendo que había participado directamente en el narcotráfico, extremo que Juan Orlando Hernández ha negado categóricamente en varias ocasiones.
La última salva de acusaciones fueron pronunciadas por el fiscal Michael Dennis Lockard durante los alegatos finales del juicio, el pasado viernes, antes de que el jurado se retirara a deliberar.
«Tony Hernández es, al igual que Juan Orlando Hernández, uno de los socios en el narcotráfico del acusado. Es el hombre que dirigía el tráfico para Orlando», aseguró el viernes Lockard, que no dudó en tildar al jefe del Estado de Honduras de «co-conspirador».
Durante el proceso, la Fiscalía también ha descrito a Honduras como un narcoestado y sus testigos cooperantes han implicado también al vicepresidente, Ricardo Arias, además de a los expresidentes Porfirio Lobo y José Manuel Zelaya, entre otros altos responsables políticos, judiciales y de seguridad.
En el caso concreto de Fuentes Ramírez, la Fiscalía sostiene que Hernández se asoció en 2013, cuando era candidato a la Presidencia, con el narcotraficante para mantener en funcionamiento un laboratorio para la elaboración de cocaína que el acusado había abierto entre 2009 y 2010 a las afuera de la localidad de Choloma.
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