Recientemente cuatro acusados fueron declarados culpables de suministrar arroz tóxico a un almacén de transporte adscrito a las reservas estatales de cereales de China, según el sitio web oficial del tribunal chino.
Los acusados mezclaron 2597 toneladas de arroz que contenía un exceso de cadmio en bolsas con arroz normal, antes de su entrega en un lugar del distrito de Dongcheng, ciudad de Yangjiang, provincia de Guangdong, durante los años 2017 y 2018. Recibieron una pena de uno a cinco años de prisión por el cargo de violar las normas de seguridad alimentaria.
En abril de este año, se produjo un escándalo similar que involucró a siete empresas en la ciudad de Yiyang, provincia de Hunan. Las autoridades dijeron que alrededor de 99.42 toneladas de arroz contenían niveles excesivos de cadmio y se convirtieron en fideos de arroz que se vendían en la provincia de Yunnan.
En noviembre de 2017, un equipo de voluntarios encontró accidentalmente arroz tóxico en una aldea de la ciudad de Jiujiang, provincia de Jiangxi. Sorprendentemente, al año siguiente, los residentes locales seguían comiendo el arroz contaminado, según los informes de los medios de comunicación.
El suelo contaminado es a menudo la causa de los cultivos contaminados. Hasta el 17 de abril de 2014, al menos una quinta parte de las tierras agrícolas de China estaban contaminadas con productos químicos inorgánicos, como cadmio, níquel y arsénico, según un informe publicado por el ministerio de Protección del Medio Ambiente del país.
Los autores del informe señalan que la contaminación por elementos tóxicos en China es grave. Además, estos son difíciles de eliminar porque no pueden ser degradados en el suelo. La entrada de estos contaminantes en la cadena alimentaria puede suponer riesgos para la salud humana y la seguridad ambiental, advirtieron los investigadores.
Según las alertas de los expertos médicos, el consumo a largo plazo de alimentos con alto contenido de cadmio puede dañar los riñones.
Mientras tanto, los expertos dicen que los desastres naturales de este año probablemente exacerbarán la actual crisis alimentaria de China.
El ministerio de Gestión de Emergencias de China confirmó el 7 de octubre que en los tres primeros trimestres de 2020 se produjeron en China inundaciones, tifones, granizadas, sequías, terremotos, heladas por baja temperatura, tormentas de nieve e incendios de bosques y praderas.
Los desastres naturales afectaron al menos a 130 millones de personas, con 578 muertos o desaparecidos, 83,000 casas destruidas y 1476 millones de edificios dañados, según las autoridades.
Pero dado el patrón de encubrimiento de información de las autoridades, los ciudadanos chinos cuestionan la veracidad de la valoración de las víctimas por parte del régimen.
El ministerio también dijo que los desastres naturales afectaron a 189.97 millones de hectáreas de tierras de cultivo, de las cuales 25.55 millones no tuvieron ninguna cosecha.
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