Arizona, Nevada y México perderán una parte importante de su suministro de agua en 2022 después de que una agencia federal estadounidense declarara la condición de escasez de agua por primera vez en la historia del lago Mead, un enorme embalse formado por la presa Hoover en el río Colorado.
La Oficina de Reclamación de Estados Unidos anunció el lunes que la elevación de agua proyectada en el lago Mead para el 1 de enero del próximo año es de 1065 pies, es decir, 9 pies menos que el nivel que desencadena la condición de escasez.
Como resultado, la asignación anual de agua de Arizona se redujo en un 18 por ciento o 512,000 acres-pies. Un acre-pie es el volumen necesario para cubrir un acre de tierra con agua. Nevada perderá 21,000 acres-pies y México 80,000 acres-pies, lo que supone una pérdida total del siete y el cinco por ciento de su asignación anual, respectivamente.
«Al igual que gran parte del Oeste y a través de nuestras cuencas conectadas, el río Colorado se enfrenta a desafíos sin precedentes y acelerados», dijo Tanya Trujillo, la secretaria adjunta para el agua y la ciencia en el Departamento del Interior, en una declaración.
La mayor parte del agua del río Colorado procede de las Montañas Rocosas. La cuenca del río en esa zona tuvo una primavera muy seca este año a pesar de una temporada de nieve regular.
Como resultado, la corriente no regulada al lago Powell, cantidad que habría llegado al lago Mead si no fuera por la presa Hoover, fue aproximadamente el 32 por ciento de la media, según la Oficina de Reclamación. El sistema total de almacenamiento de agua del río Colorado estaba al 40 por ciento de su capacidad el 16 de agosto, en comparación con el 49 por ciento en la misma época del año pasado, según la oficina.
Las reducciones en el reparto de agua para Arizona y Nevada son el resultado de las directrices que están en vigor desde 2007, según Trujillo. La reducción a México es el resultado de un acuerdo alcanzado en 2017.
«La cuenca está experimentando su 22º año de sequía y a principios de este año los embalses alcanzaron su nivel más bajo desde que se construyeron originalmente», dijo Trujillo durante una conferencia de prensa.
Los lagos Mead y Powell perdieron el 50 por ciento de su capacidad en los últimos cinco años, según la comisionada adjunta de la Oficina de Reclamación, Camille Touton.
«El anuncio de hoy es un reconocimiento de que la hidrología que se planeó hace cuatro años atrás, pero que esperábamos no ocurriera nunca, ocurrió», dijo Touton.
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