Una delegación bipartidista de representantes y senadores de Luisiana enviaron una petición al presidente Joe Biden para obtener fondos para la ayuda en los casos de desastre que dejó el paso del monstruoso huracán Ida, de categoría 4, a través del estado.
La carta de la delegación de Luisiana —formada por los senadores John Kennedy (R) y Bill Cassidy (R) y los representantes Clay Higgins (R), Steve Scalise (R), Mike Johnson (R), Garret Graves (R), Julia Letlow (R) y Troy Carter (D)— advierte al presidente «de la necesidad de fondos de ayuda de desastres para ayudar a Luisiana a recuperarse de los daños históricos de la tormenta”, dice Kennedy en el sitio web del Senado.
La delegación de Luisiana comparó el huracán Ida con el huracán Katrina en 2005. Esta tormenta, señala, fue peor que Katrina: «El huracán Katrina era un huracán de categoría 3 con vientos de 125 millas por hora cuando golpeó la costa de Luisiana hace 16 años. Por el contrario, el huracán Ida tenía vientos sostenidos de 150 millas por hora cuando tocó tierra, y estaba a solo siete millas por hora de clasificarse como tormenta de categoría 5», dice la carta. Con vientos sostenidos de 150 millas por hora (240 km/h), Ida fue uno de los huracanes más severos que ha experimentado la región.
«[Ida causó] daños catastróficos por el viento y las inundaciones en numerosas parroquias (…) dejando sin electricidad a casi 1,000,000 de personas en todo el estado. En este momento, muchas comunidades siguen sin acceso a agua potable, alimentos, gasolina y necesidades básicas, mientras las temperaturas siguen superando los 100 grados”, añade.
El domingo, el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, solicitó al presidente que declarara la catástrofe como grave, petición que Biden atendió con prontitud.
La delegación añadió que incluso días después que el huracán golpeara tierra, «el alcance total de los daños de Luisiana aún no se ha determinado y probablemente no se conocerá por completo hasta después de que se aborden los asuntos inmediatos de seguridad pública».
Por ello, escriben los congresistas, «le escribimos ahora para alertarle de la necesidad de que el Congreso proporcione créditos suplementarios de emergencia para hacer frente al huracán Ida y a [otras] tormentas del año pasado, como se hizo tras el huracán Katrina. Sin créditos sustanciales y sólidos del Congreso (…) las familias de Luisiana seguirán languideciendo como consecuencia de estas devastadoras tormentas».
Tras el huracán Katrina, el Congreso asignó miles de millones en fondos de emergencia a las agencias gubernamentales de respuesta a la urgencias pertinentes. La delegación solicitó una asignación similar para hacer frente a las secuelas de Ida. Los congresistas concluyen en la carta que «siguen dispuestos a trabajar juntos en la legislación necesaria para proporcionar ayuda suplementaria de emergencia».
Biden ya prometió alguna ayuda gubernamental.
El lunes, Biden dijo a los gobernadores de Mississippi y Luisiana que el gobierno federal haría todo lo que estuviera en su mano para hacer frente a la crisis. «Estamos ahí para ayudarles a recuperarse», dijo el presidente durante la reunión. «La gente de Luisiana y Mississippi es resistente, pero es en momentos como éste cuando podemos ver el poder del gobierno para satisfacer las necesidades de la población y responder a la población, si el gobierno está preparado para responder. Ese es nuestro trabajo».
Como parte de esta respuesta, el gobierno federal movilizó a 5000 guardias nacionales en los estados del sureste. Para hacer frente a los graves daños sufridos en las redes eléctricas de los dos estados, el gobierno también envió a la región más de 25,000 equipos de electricistas y personal de primera línea.
Para hacer frente a los cortes de telefonía móvil, la Comisión Federal de Comunicaciones de Biden está trabajando con los principales proveedores de servicios de telefonía móvil para que los habitantes de las regiones afectadas puedan utilizar cualquier servicio de roaming disponible en el estado.
Sin embargo, para atender la solicitud de financiación de emergencia de la delegación de Luisiana, el Congreso tendrá que reunirse. Tras el huracán Katrina, se convocó una sesión de este tipo. Al momento de esta publicación, todavía no se convoca dicha sesión.
Por lo general, los subcomités de los Comités de Asignaciones de la Cámara de Representantes y del Senado elaboran 12 proyectos de ley de asignaciones al año. La delegación de Luisiana pide ahora una decimotercera.
El jueves, la Cámara se reunió para trabajar dentro de los comités, pero no está previsto que vuelva hasta el 9 de septiembre. Todavía no está claro si se convocará una sesión de emergencia de este tipo, ya que el liderazgo demócrata se enfrenta a una serie de difíciles plazos legislativos antes de que termine el mes.
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