La familia de una mujer que murió después de que un hospital se negara a tratar su COVID-19 con ivermectina, a pesar de la prescripción de su médico, presentó una demanda por homicidio culposo.
Scott Mantel, cuya esposa, Deborah Bucko, falleció el 16 de mayo del 2021 por complicaciones del COVID-19 mientras estaba bajo el cuidado del Hospital Mount Sinai, presentó la demanda en septiembre, alegando que el hospital «interfirió repetidamente en la relación médico-paciente entre la Sra. Bucko y el médico responsable de enfermedades infecciosas que supervisaba su tratamiento, en concreto, al obstaculizar deliberada y conscientemente las órdenes del médico de tratar a la Sra. Bucko con la ivermectina, un medicamento que podría salvarle la vida, privando así a la Sra. Bucko de una oportunidad sustancial de recuperación y curación». El hospital no devolvió la solicitud de comentarios.
La Sra. Bucko ingresó a urgencias el 28 de febrero del 2021, tras experimentar por primera vez los síntomas del COVID-19, según la demanda. Poco después de su ingreso, el estado de la Sra. Bucko empeoró y fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos, donde se le puso un respirador artificial. Su estado empeoró aún más cuando el 1 de abril los médicos informaron a su esposo de que tenía «pocas esperanzas de recuperación, si es que tenía alguna».
Según la demanda, el Sr. Mantel «investigó posibles tratamientos alternativos y leyó varias noticias sobre pacientes con enfermedad grave por COVID-19 que habían sido tratados con éxito con ivermectina».
El Sr. Mantel consiguió convencer a un médico del hospital para que le recetara ivermectina. Sin embargo, la receta quedó primero en suspenso «debido a que el Sistema de Salud Mount Sinai desaconseja el uso de ivermectina para el covid-19», antes de ser anulada el mismo día por el Comité de Administración del Hospital. Sólo después de que el Sr. Mantel consiguiera una orden judicial que obligara al hospital a surtir la receta, su esposa pudo recibir el tratamiento, durante el cual mostró mejorías, según la demanda.
«Durante el tratamiento con ivermectina e inmediatamente después, las funciones respiratorias y cardiovasculares de la Sra. Bucko mejoraron significativamente y necesitó mucho menos oxígeno, vasopresores y asistencia respiratoria, lo que quedó claramente demostrado en su historial médico».
«Como resultado de la ivermectina, la Sra. Bucko estaba en vías de recuperación».
Sin embargo, después de suspender una segunda ronda de ivermectina el 10 de mayo del 2021, la condición de la Sra. Bucko se deterioró rápidamente, según el expediente. El Sr. Mantel se estaba preparando para volver al tribunal por tercera vez para obtener otra orden de emergencia para la ivermectina cuando el 16 de mayo del 2021, la Sra. Bucko murió.
La demanda busca una compensación monetaria para su esposo de catorce años y junto con sus dos hijos sobrevivientes, así como daños punitivos, alegando que «una vez que la ivermectina había sido prescrita por el médico de la Sra. Bucko, fue una violación de los estándares aceptados de atención médica para el hospital retener este medicamento claramente beneficioso para ella».
La demanda continuaba: «La conducta ilícita y negligente del demandado privó a la Sra. Bucko de una oportunidad sustancial de recuperación y curación y contribuyó sustancialmente a su muerte prematura».
Steven Warshawsky, que representa al Sr. Mantel en la demanda, declaró a The Epoch Times que las acciones del hospital iban en contra del interés superior de la paciente, además de vulnerar la relación médico-paciente.
«Al principio de la pandemia hubo muchas acciones legales que buscaban órdenes judiciales que exigían a los hospitales y a los médicos tratar a los pacientes con ivermectina, pero aquí tenemos una situación en la que se emitieron órdenes y el hospital no las cumplió plenamente a pesar de que la paciente mostraba progresos con la ivermectina», dijo el Sr. Warshawsky.
La ivermectina existe desde hace décadas, pero se convirtió en el centro de la controversia en 2020, después de que la opinión médica se dividiera sobre su eficacia como tratamiento para el COVID-19. A raíz de ello, muchos farmacéuticos se negaron a despachar recetas del medicamento.
En 2023, la cuestión había llegado a las cortes en un caso presentado por la Dra. Mary Talley Bowden y otros profesionales médicos cuando, el 8 de agosto, un abogado que representaba a la FDA confirmó que los médicos eran libres de recetar ivermectina para tratar el COVID-19.
«La FDA reconoce explícitamente que los médicos tienen autoridad para prescribir ivermectina para tratar el COVID», declaró Ashley Cheung Honold, abogada del Departamento de Justicia que representa a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), ante la Corte de Apelación del 5º Circuito de EE.UU..
A pesar de las declaraciones de la FDA afirmando ese derecho a los médicos, en una entrevista anterior el Dr. Bowden dijo a The Epoch Times que muchos farmacéuticos de todo el país siguen negándose a surtir las recetas de ivermectina expedidas a los pacientes para el tratamiento del COVID-19.
«Hay que poner fin a esta situación. Al decir a mis pacientes a qué medicamentos pueden o no tener acceso, tenemos de hecho un gran grupo de farmacéuticos que practican la medicina sin licencia», dijo el Dr. Bowden el viernes. «No tienen que rendir cuentas por ello y, sin embargo, se les permite dictar la atención al paciente».
«Lo veo todos los días. Ya basta», añadió el Dr. Bowden.
Warshawsky, que afirma que el hospital debe presentar una moción a finales de este mes, afirma que una victoria para Mantel y su familia sentaría un precedente que podría proteger los derechos de los pacientes en el futuro.
«Espero no sólo obtener un buen resultado para Deborah y su familia, sino también sentar un precedente en el sentido de que los médicos no pueden negar a sus pacientes tratamientos que pueden salvarles la vida, no sólo en el caso de la ivermectina, sino también con otros medicamentos que podrían no estar incluidos en el protocolo estándar de los hospitales», declaró Warshawsky.
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