Un legislador demócrata ha introducido un paquete de medidas legislativas en la Asamblea General de Virginia que anularía las normas locales de zonificación y forzaría la construcción de vivienda de alta densidad, incluida la vivienda social, en cada vecindario de Virginia, independientemente de lo que quieran los residentes locales.
Hasta el 26 de diciembre, el miembro de la Cámara de Delegados, Ibraheem S. Samirah, había presentado 13 proyectos de ley en la Cámara para la nueva sesión que comienza el 8 de enero de 2020. Casi la mitad de los proyectos de ley tratan de la política de vivienda.
Samirah es el legislador que interrumpió un discurso pronunciado en julio en Jamestown, Virginia, por el presidente Donald Trump y gritó: «¡No pueden enviarnos de vuelta! Virginia es nuestro hogar». De hecho, Trump no había amenazado con enviar a Samirah a ninguna parte.
Samirah afirma ser de ascendencia palestina. Su padre es el refugiado jordano Sabri Samirah, a quien Estados Unidos expulsó durante 10 años después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 porque supuestamente era miembro de la Hermandad Musulmana. La administración Trump está considerando designar oficialmente al grupo islamista como una organización terrorista extranjera, un posible cambio de política que la Casa Blanca anunció en abril.
Los partidarios del tipo de legislación de «upzoning» adoptada por Samirah dicen que los suburbios, que son conocidos por sus espacios abiertos y calles tranquilas, son focos de segregación y elitismo. También afirman que el desarrollo de baja densidad es económicamente ineficiente y perjudica al medio ambiente.
Samirah, quien se burló de los suburbios como «en su mayoría blancos y ricos», dijo al reportero de investigación Luke Rosiak de The Daily Caller News que, según su plan, «las zonas de viviendas unifamiliares se convertirían en dos zonas».
“Las áreas que se verían más afectadas serían los suburbios que no han hecho su parte para ayudar”.
“Los problemas reales son las zonas intermedias muy densas que se dividen en zonas unifamiliares. Esas son las áreas con las que el estado tiene problemas importantes para tratar. Están viviendo en una burbuja», dijo.
Los funcionarios del gobierno en áreas suburbanas ignoran el deseo de la gente, afirma Samirah.
El legislador descartó la posibilidad de que los residentes puedan tener razones válidas, en lugar de discriminación racista, para querer vivir en los suburbios. Incluso si se preocupan por la naturaleza y la conservación, lo cual es «muy importante», cuanto más denso es un vecindario, más eficiente es en términos energéticos», dijo.
Si los funcionarios locales trataran de eludir cualquier nueva ley tratando de bloquear los dúplex, «tendría que haber una demanda para resolver si esas disposiciones de zonificación eran necesarias».
Los residentes de los suburbios son racistas, implica Samirah en una publicación de Facebook.
“Debido a que la vivienda media es lo más asequible para las personas de bajos ingresos y las personas de color, prohibir esa vivienda en vecindarios acomodados equivale a una línea roja moderna, excluyendo a las personas de áreas con mejor acceso a escuelas, empleos, tránsito y otros servicios y comodidades».
Ciertamente recibiré presiones por esto. Algunos lo llamarán «exceso de estado». Algunos expresarán su ansiedad por el cambio de vecindario. Algunos incluso dirán que el problema de la oferta no existe. Pero la investigación es clara: la zonificación es una barrera para más viviendas y comunidades integradas», escribió.
Lo que Samirah propone es parte del movimiento de «ingeniería social de crecimiento inteligente» que enfatiza el desarrollo urbano de alta densidad sobre el desarrollo suburbano y rural de baja densidad, que los defensores del crecimiento inteligente ridiculizan como «expansión». Los alcaldes de las grandes ciudades se quejan de que la construcción de infraestructura costosa fuera de las ciudades es derrochador, duplicador e ignora el hecho de que muchos estadounidenses disfrutan de las comodidades de la vida suburbana, como tener patios y caminos de entrada, y espacio para que sus hijos jueguen con seguridad, cosas que tienen un alto costo en los grandes centros urbanos.
El entonces presidente Barack Obama apoyó con entusiasmo las políticas de crecimiento inteligente que obligan a las comunidades a construir más viviendas asequibles en un esfuerzo por lograr una mezcla políticamente ordenada de desarrollo económico y diversidad racial, en lugar de dejar que las fuerzas del mercado y las elecciones individuales determinen dónde vive la gente.
El secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano de Obama, Shaun Donovan, criticó lo que llamó «la tiranía del código postal», argumentando que era injusto que algunas personas vivan en vecindarios más bonitos, seguros y ricos que otros. El organizador comunitario Greg Galluzzo, de la radical Fundación Gamaliel, mentor de Obama, dijo que los estadounidenses se mudan a los suburbios debido al «racismo y la codicia».
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