Los candidatos demócratas de Georgia llamarán a las puertas de las casas en un intento de convencer a los votantes de que los elijan para el Senado de Estados Unidos en las próximas elecciones de segunda vuelta.
«Lo que está en juego al hacer que los georgianos voten por Jon Ossoff y Raphael Warnock no podría ser mayor», dijeron en una declaración conjunta Miryam Lipper, portavoz de Ossoff, y Terrence Clark, portavoz de Warnock.
«En estrecha consulta con expertos en salud pública y un epidemiólogo, hemos creado un programa de contacto con los votantes en persona con protocolos estrictos que permitirán a los organizadores y voluntarios registrar de forma segura a nuevos votantes y llamar a las puertas en todo el estado», añadieron. «Este trabajo es especialmente importante para asegurar que los votantes de las comunidades de color, que se han quedado atrás en el pasado, tengan la información que necesitan para votar».
Las campañas requieren que el personal en el terreno use mascarillas, se pare a seis pies de las puertas después de golpearlas y use desinfectante de manos después de tocar cualquier superficie.
También deben confirmar que no tienen ningún síntoma de COVID-19 y que no han tenido contacto con casos sospechosos o confirmados de COVID-19 antes de comenzar la campaña.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Los republicanos han estado llamando a las puertas durante semanas. El Comité Nacional Republicano del Senado dijo a principios de este mes que estaba construyendo un programa de contacto con los votantes que incluía 1000 empleados en terreno.
Los demócratas que se presentaron a las elecciones nacionales, estatales y locales evitaron en su mayoría la campaña en persona este año debido a la pandemia del COVID-19.
Los candidatos demócratas celebraron eventos más pequeños y limitados, mientras que muchos republicanos, incluido el presidente Donald Trump, celebraron mítines más amplios en los últimos meses.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, encabezó un mitin electoral la semana pasada, instando a los georgianos a votar por los senadores David Perdue (R-Ga.) y Kelly Loeffler (R-Ga.).
Los republicanos ganaron 50 escaños en el Senado para el próximo Congreso. Los demócratas ganaron 48. Los dos escaños de Georgia están en juego en la segunda vuelta de enero de 2021.
El camino de los demócratas es más difícil, pero no imposible. Deben ganar ambas carreras y la Casa Blanca. El vicepresidente puede emitir votos de desempate en el Senado.
Ossoff, de 33 años, es un cineasta que se dio otra oportunidad en una campaña electoral después de no ganar la elección especial para el 6º Distrito Congresional de Georgia en 2017. Está compitiendo para intentar desbancar a Perdue, un legislador de primer mandato que recibió unos 90,000 votos más que su contrincante, apenas en el umbral para evitar una segunda vuelta.
Warnock, de 51 años, es el pastor principal de la Iglesia Bautista Ebenezer de Atlanta. Está tratando de ganar el escaño ocupado por Loeffler, quien prestó juramento a principios de este año tras ser nombrada por el gobernador de Georgia, Brian Kemp, un republicano, para reemplazar al senador retirado Johnny Isakson.
Warnock recibió más votos en la elección para completar el resto del mandato de Isakson pero el total de votos combinados de Loeffler y el representante Doug Collins (R-Ga.), que terminó tercero, sería suficiente para dar a Loeffler la ventaja si se repite en enero.
Casi 800,000 personas ya solicitaron boletas de voto en ausencia o por correo, dijo la oficina del secretario de Estado de Georgia esta semana.
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