Los demócratas de la Cámara de Representantes presentaron el miércoles un plan de inversión por 760.000 millones de dólares en cinco años para mantenimiento y reconstrucción de infraestructura de Estados Unidos.
El plan (pdf), denominado «Moving Forward» (Avanzando hacia adelante), tiene como objetivo invertir el dinero en carreteras, puentes, sistemas de tránsito, ferrocarriles, aeropuertos, puertos, vías navegables internas, sistemas de agua residual y agua potable, zonas industriales abandonadas y servicios de banda ancha.
El plan tiene como objeto «crear un estimado de 10 millones de empleos, al tiempo que se reduce la contaminación por carbono, se mejora drásticamente la seguridad y se estimula la actividad económica». No es un proyecto de ley formal, pero sirve para orientar a los comités de la Cámara de Representantes que intentan introducir eventualmente una legislación relacionada con la infraestructura del país.
Un documento del plan (pdf) muestra que los demócratas quieren asignar 329.000 millones de dólares a «Carreteras Modernas e Inversiones en Seguridad Vial». El dinero se destinará para la renovación de carreteras y puentes, y también se dedicará a «aumentar drásticamente la disponibilidad de estaciones de recarga y otras opciones de combustible alternativo para vehículos eléctricos y de cero emisiones».
Otros costos descritos en el plan incluyen 105.000 millones de dólares para el transporte público, 55.000 millones para la red ferroviaria de pasajeros, 30.000 millones para inversiones en aeropuertos, 50.500 millones para infraestructura de agua y aguas residuales, 25.400 millones para el agua potable y 86.000 millones de dólares para ampliar el acceso a banda ancha en todo el país.
El presidente del Comité de Energía y Comercio de la Cámara, Frank Pallone Jr. (D-N.J.), dijo en una declaración que el plan «combate el cambio climático al reducir las emisiones de carbono y nos lleva hacia un futuro de energía limpia», y «también creará empleos bien remunerados, asegurará que ninguna comunidad se quede atrás en la economía digital y ayudará a proteger el agua potable de los estadounidenses».
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, no especificó la fecha en la que los demócratas presentarán el plan como legislación a la Cámara.
«No se preocupen por el calendario, solo tengan la seguridad que cuando estemos listos iremos a la Cámara», dijo Pelosi a los periodistas en una conferencia de prensa. «Y no será pronto, no estamos hablando de la próxima semana o algo así. Los comités están trabajando a su manera y cuando estemos listos, lo traeremos al pleno. Ya veremos», añadió Pelosi más tarde.
En el plan no especificaba explícitamente de dónde procedería el dinero para financiar las inversiones, aunque parte del plan esboza una serie de áreas de las que se podría obtener financiación.
«Creo que es muy importante que no propongamos un flujo de ingresos hasta que la administración llegue a un acuerdo con nosotros», dijo el presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, Richard Neal (D-Mass.) en una conferencia de prensa, según The Hill. «Y creo que eso proveerá una oportunidad para los republicanos y demócratas después de que nuestro comité negocie con ellos sobre cuál debería ser el flujo de ingresos, para seguir adelante con esa inversión tan necesaria en Estados Unidos».
El Comité de Medios y Procedimientos de la Cámara de Representantes discutió las opciones de financiación en una audiencia el miércoles (video) titulada «Preparando el camino para la financiación y la obtención de fondos para las inversiones en infraestructura».
Kevin Brady (R-Texas), el principal republicano del comité, dijo en la audiencia que espera que los costos de infraestructura no se traduzcan en aumentos de impuestos para el pueblo estadounidense o para las empresas.
Neal indicó que se comunicó con el Secretario del Tesoro Steven Mnuchin acerca de trabajar en la legislación de infraestructura con la administración Trump a fin de que puedan recibir apoyo bipartidista, según The Hill.
Un intento anterior de liderar un plan de infraestructura quedó paralizado el año pasado. El presidente Donald Trump y los demócratas acordaron un plan de infraestructura de 2 billones de dólares a finales de abril de 2019. En ese momento, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, dijo que sería improbable que se llegara a un acuerdo porque los demócratas no apoyarían la desregulación ambiental, que la administración Trump demarcó como necesaria para acelerar la construcción.
El progreso del plan fracasó cuando se presentaron desacuerdos sobre la forma de financiarlo, y Trump luego suspendió el esfuerzo a finales de mayo de 2019, pidiendo a los demócratas que pararan las investigaciones que tenían como objetivo la Casa Blanca en ese momento.
La presentación de su último plan de infraestructura por parte de los demócratas se produce tan solo semanas después de que Trump presentara uno, a principios de enero, para acelerar el proceso de permisos para los grandes proyectos de infraestructura como parte de sus esfuerzos por reducir la burocracia regulatoria e impulsar la industria.
Trump ha señalado que la desregulación y los recortes de impuestos son los principales impulsores de la creciente economía de EE.UU.
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