Los principales demócratas de Nueva York han pedido al presidente Joe Biden que conceda permisos de trabajo a los extranjeros ilegales sin empleo que residen en NYC.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, la gobernadora Kathy Hochul, y los congresistas Dan Goldman y Jerry Nadler, de Nueva York, celebraron una rueda de prensa el 22 de mayo en Brooklyn con líderes sindicales y empresariales progresistas, reportó Politico.
Los principales demócratas neoyorquinos pidieron a la Casa Blanca que expidiera permisos de trabajo federales especiales para el gran número de inmigrantes ilegales que han inundado el estado desde 2022.
Pidieron a Biden que agilizara el proceso emitiendo órdenes ejecutivas sin esperar al Congreso para permitir que los ilegales, que actualmente reciben asistencia pública, puedan trabajar y aliviar la presión financiera sobre los servicios sociales.
«Sin legislación, podemos conseguirlo», dijo Hochul, refiriéndose a la improbabilidad de que se apruebe un proyecto de ley para autorizar el trabajo.
El estado de Nueva York se encuentra entre los diez estados con mayores tasas de desempleo del país, con una tasa de participación laboral del 60.8%, según datos del gobierno.
Los demócratas de Nueva York han desafiado por primera vez la postura silenciosa del partido nacional sobre la política de inmigración ilegal, una cuestión clave para millones de votantes en las elecciones presidenciales de 2024.
Los republicanos han hecho de la crisis fronteriza un tema de conversación primordial para la contienda del año que viene, y los estrategas demócratas temen que las luchas internas sobre el asunto puedan debilitar las posibilidades de Biden.
La campaña de reelección de Biden expulsó a Adams de la Junta Consultiva Nacional del presidente en represalia por criticar públicamente la gestión de la administración de la crisis en la frontera sur.
«El presidente y la Casa Blanca han fallado a esta ciudad», dijo Adams el mes pasado en un acto con los medios de comunicación, señalando una división en las filas del partido. Añadió que el presupuesto del estado no podía hacer frente a la crisis y culpó al «gobierno nacional» de dar «la espalda a la ciudad de Nueva York».
«Todos los servicios de esta ciudad van a verse afectados por la crisis de los solicitantes de asilo», dijo Adams.
El alcalde llevaba apenas un mes como miembro del comité de reelección, después de unirse inicialmente a la campaña en marzo.
Hochul, que ha sido menos crítica con Biden, sigue formando parte del panel de poderosos demócratas que asesoran sus esfuerzos de reelección.
Piden más ayuda financiera
Mientras tanto, Adams también pidió a Biden que enviara más ayuda federal a Nueva York, ya que la ciudad sigue acogiendo cada semana a miles de ilegales procedentes de la región fronteriza de Estados Unidos.
La ayuda federal de 30.5 millones de dólares aprobada para Nueva York a principios de mes para aliviar la crisis era insuficiente, declaró a «Face the Nation» de la CBS.
«Hemos gastado más de 1000 millones de dólares. Se prevé que gastemos cerca de 4300 millones de dólares, si no más», dijo Adams.
«Cuando miras el precio, 30 millones de dólares no se acercan ni de lejos a lo que esta ciudad está pagando por un problema nacional».
La ciudad de Nueva York ha solicitado al gobierno federal 650 millones de dólares más para ayudar a los ilegales que han llegado en los últimos meses.
Adams dijo que la ciudad había recibido más de 70,000 inmigrantes procedentes de la frontera sur desde el año pasado, de los cuales más de 42,000 recibían asistencia pública.
El alcalde emitió una orden de emergencia en mayo, suspendiendo la ley de derecho a refugio de la ciudad, citando la afluencia de ilegales que abrumaba el sistema de refugios.
Adams dijo que el gobierno de Biden debería coordinar mejor dónde se lleva a los ilegales tras su entrada en el país.
El gobierno de Biden se muestra reacio a los permisos
Un funcionario de la Casa Blanca rechazó la petición, afirmando que determinadas poblaciones ya pueden optar a permisos de trabajo y señaló el uso que hace la administración del Estatus de Protección Temporal.
«Necesitamos que el Congreso actúe», dijo el funcionario, reportó Politico, y añadió: «sólo ellos pueden reformar y modernizar nuestras leyes de inmigración, que tienen décadas de antigüedad».
Adams y Hochul pidieron ampliar el Estatus de Protección Temporal, un programa que permite a ciertos extranjeros trabajar legalmente en Estados Unidos, a categorías más amplias de solicitantes.
Los no ciudadanos que llegan a Estados Unidos tienen que esperar 180 días tras solicitar los trámites necesarios.
El estado alega escasez de jueces de inmigración y miles de vacantes en los organismos municipales de la ciudad.
La Oficina Agraria de Nueva York, un grupo del sector, respaldó la petición de los demócratas de que se agilicen los visados de trabajo.
«Hay buenas oportunidades para formar parte de nuestro valioso sistema alimentario, y seguiremos trabajando con el Departamento de Agricultura y Mercados del Estado de Nueva York, junto con el programa de Desarrollo de la Mano de Obra Agrícola de Cornell, para encontrar un camino a seguir», declaró en un comunicado el presidente del grupo, David Fisher.
Sin embargo, la mayoría de los republicanos del estado se opusieron firmemente a esta medida que autoriza a los ilegales a ocupar puestos de trabajo locales.
«Kathy Hochul continúa con su incoherencia política. Al mismo tiempo que pide que los inmigrantes ilegales y solicitantes de asilo reciban permisos de trabajo, ella y sus compañeros demócratas se oponen a los requisitos de trabajo para los adultos estadounidenses sanos y sin personas a su cargo para los cupones de alimentos y otras ayudas públicas», declaró David Laska, portavoz del Partido Republicano del Estado de Nueva York.
Republicanos del Estado de NY
Mientras tanto, los republicanos del Senado del Estado de Nueva York anunciaron un nuevo proyecto de ley que exige la divulgación detallada de los 1000 millones de dólares de ayuda estatal para hacer frente a la crisis.
También presentaron dos proyectos de ley distintos que prohibirían el alojamiento de ilegales en las instalaciones escolares, después de que los demócratas intentaran colocarlos en los gimnasios de las escuelas municipales y en los campus de las universidades estatales, para indignación de los padres locales.
«Me cuesta creer que hayamos llegado a un punto en este país y en la historia de este estado… en que necesitemos una ley para proteger a los estudiantes del estado de Nueva York, desde la guardería hasta la universidad, para protegerlos de la gobernadora del estado de Nueva York», declaró a Politico el senador Andrew Lanza (R-Staten Island).
Veinticuatro condados de Nueva York han decretado el estado de emergencia para impedir que los ilegales de NYC lleguen a sus comunidades.
Sin embargo, los autobuses de NYC llenos de personas que cruzan la frontera siguen siendo llevados a Catskills y Poughkeepsie, a pesar de las objeciones locales.
Adams afirmó que la ciudad había avisado a los funcionarios locales antes de los traslados y que ellos pagaban su alojamiento y manutención.
El ejecutivo del condado de Dutchess, William O’Neil, declaró que el condado nunca recibió información de Adams sobre los cerca de 80 emigrantes que se quedaron en un hotel local y el acuerdo secreto de los propietarios con la ciudad para alojarlos.
«A pesar de las peticiones de información a NYC, el condado no dispone de información sobre estas personas, incluidas sus identidades, el tiempo que permanecerán en nuestra comunidad o el número total de personas», declaró O’Neil.
O’Neil dijo que el condado llevará a la ciudad ante los tribunales, uniéndose a otros condados en esa lucha.
«La ciudad de Nueva York no ha mostrado ninguna voluntad de coordinarse o colaborar con el condado de Dutchess, y el estado de Nueva York ha sido cómplice de agravar el problema», afirmó.
Mientras tanto, Adams ha pedido a otras ciudades que ayuden a ocuparse de los inmigrantes ilegales.
«Tenemos 108,000 ciudades, pueblos y aldeas», declaró Adams en el programa «Face the Nation» de la CBS, y añadió: «Si todo el mundo se hace cargo de una pequeña parte de los [inmigrantes] y si se coordina en la frontera para garantizar que los que llegan a este país de forma legal, se trasladan realmente por todo el país, no es una carga para una sola ciudad».
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