Funcionarios de un condado en Texas aprobaron una posible demanda contra la Oficina del secretario de Estado por un sorteo que implica una segunda auditoría electoral para el condado de Harris, el más grande del estado.
El condado de Harris, sede de Houston con más de 2 millones de residentes, está siendo sometido a una auditoría forense de las elecciones de 2020 por parte del estado. El condado, controlado por los demócratas, permitió votar en autoservicios las 24 horas del día durante la pandemia, lo que provocó el examen.
Los auditores estatales están en la segunda fase de la auditoría, después de que se encontraron unos 3000 posibles no ciudadanos en las listas de votantes. El condado está ahora intentando verificar la ciudadanía de los señalados por el estado.
El problema electoral más reciente en el condado de Harris ocurrió durante las primarias de 2022, cuando se encontraron 10,000 votos después de las elecciones.
Los demócratas consideran que la auditoría adicional no tiene sentido, ya que dicen que las elecciones del estado son seguras y que los republicanos se están creyendo los llamados del expresidente Donald Trump para investigar las denuncias de posibles fraudes electorales.
El fiscal del condado de Harris, el demócrata Christian Menefee, dijo a la Corte de Comisionados del Condado de Harris durante la reunión del 2 de agosto que el hecho de que el secretario de Estado sacara los nombres de un cubo era similar a un «espectáculo de comedia de sketches».
Menefee cuestionó la validez del sorteo, diciendo que el vídeo de la selección no mostraba todo el proceso. También se quejó de que el condado de Harris no fuera notificado del sorteo, lo que la oficina del secretario de estado negó.
«La cámara no muestra el papel que se sacó del cubo», dijo durante la reunión. «Todas estas cosas juntas hacen que esto sea altamente sospechoso».
El comisionado del Precinto 1, Rodney Ellis, sugirió durante la reunión que el Departamento de Justicia de Biden se involucre para que «alguien pueda auditar a los auditores».
Los comisionados votaron durante la reunión a favor de emprender acciones legales contra la oficina del secretario de Estado.
Auditorías bianuales
El condado de Harris es uno de los cuatro condados que se someterán a una nueva auditoría. El condado de Cameron fue elegido como el segundo «condado grande» para ser auditado. Los condados de Guadalupe y Eastland fueron elegidos en la categoría de condados pequeños.
La administradora interina de las elecciones del condado de Harris, Beth Sevens, dijo en un correo electrónico a The Epoch Times la semana pasada que la oficina cooperaría con todas las auditorías.
La oficina del secretario de estado eligió los nombres de los condados de un cubo en un proceso en vivo en Facebook el 28 de julio, dijo a The Epoch Times Sam Taylor, secretario de estado adjunto para las comunicaciones.
Esto significa que las elecciones locales y estatales serán auditadas en los cuatro condados hasta las elecciones de mitad de período de 2022. Las auditorías forman parte de una ley de integridad electoral aprobada por la legislatura estatal y liderada por los republicanos el año pasado.
La ley de integridad electoral requiere que la oficina del secretario de estado seleccione al azar cuatro condados para ser auditados cada dos años, dos con una población de más de 300,000 habitantes y dos condados con menos población. Dieciocho de los 254 condados de Texas tienen una población superior a los 300,000 habitantes, lo que significa que los grandes condados urbanos del estado serán auditados con mayor frecuencia.
Condado de Harris huye de los focos
La oficina del secretario de Estado defendió el sorteo en un comunicado del 3 de agosto, diciendo que no ocurrió nada malo y añadió que el sorteo se hizo en cámara, aunque no era un requisito.
«La sugerencia de que el condado de Harris —o cualquier otro condado— fuera elegido deliberadamente para una auditoría electoral aleatoria es completamente falsa. Desafortunadamente esta es una teoría de conspiración contrafactual y delirante que algunos funcionarios del condado de Harris han decidido perpetuar», escribió Taylor.
El senador estatal, Paul Bettencourt (R-Houston), dijo a The Epoch Times en un texto que presentar una demanda por el sorteo sería el acto más frívolo de los demócratas.
«Hubo irregularidades electorales documentadas en todo Texas en 2020», dijo Bettencourt.
Las irregularidades se produjeron durante las elecciones primarias de marzo de 2022 en el condado de Harris, lo que provocó la renuncia de la administradora electoral Isabel Longoria, añadió el senador.
Si bien Longoria se desempeñó como administradora electoral, el condado de Harris no cumplió con el plazo estatal obligatorio de 24 horas para contar todas las boletas. Durante el fin de semana posterior al día de las elecciones, los funcionarios anunciaron que se descubrieron que faltaban alrededor de 10,000 boletas por correo de 6,000 votantes demócratas y 4,000 votantes republicanos en el recuento original de la noche de las elecciones.
En diciembre, la oficina del secretario de estado anunció los resultados de la primera fase de la auditoría electoral de 2020 que se centró en cuatro de los condados más grandes del estado: Harris, Collin, Dallas y Tarrant.
Los hallazgos preliminares incluyeron a más de 11,000 posibles no ciudadanos registrados para votar en todo el estado. De ellos, 327 registros se identificaron en el condado de Collin, 1385 en el condado de Dallas, 3063 en el condado de Harris y 708 en el condado de Tarrant. En el momento del anuncio, el condado de Dallas había cancelado 1193 de estos registros, y el condado de Tarrant canceló uno. Ni Collin ni Harris habían cancelado ningún potencial registro de no votantes en ese momento.
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