Los miembros demócratas del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes de Estados Unidos enviaron el lunes una solicitud a los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la Oficina Federal de Investigación (FBI) para que proporcionen mayor información sobre la supuesta participación de extremistas en las protestas por la muerte de George Floyd.
El comité envió la carta al director de la FBI, Christopher Wray, y al secretario en funciones del DHS, Chad Wolf, pidiéndoles que proporcionen la gran cantidad de documentos relacionados con la participación de extremistas de izquierda y de derecha en los recientes disturbios en todo Estados Unidos.
El presidente del comité, Bennie G. Thompson (D-Miss.), comunicó que es muy preocupante que el fiscal general, William Barr, y el presidente Donald Trump hayan culpado repetidas veces a los extremistas de extrema izquierda de la violencia de la última semana.
«El Presidente Trump tuiteó: ‘Estados Unidos de América designará a ANTIFA como una organización terrorista’. El mismo día, el Asesor de Seguridad Nacional, Robert O’Brien, pidió a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) que vigilara a Antifa y enjuiciara a sus miembros», se lee en la carta.
«Nos preocupan seriamente las implicaciones constitucionales de varias de estas declaraciones».
«También buscamos entender la verdad y las pruebas que hay detrás de los informes sobre la participación de los extremistas en las protestas y cómo el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el FBI están respondiendo a estas cuestiones, al tiempo que se asegura la protección de los derechos civiles y las libertades civiles de los estadounidenses», declaró el comité en la carta (pdf).
Los miembros quieren todos los documentos desde el 1 de enero hasta el presente relacionados con la inteligencia del DHS y el FBI sobre las protestas, incluyendo la comunicación compartida con los socios de las fuerzas del orden, la información relacionada con la designación de grupos como organizaciones terroristas nacionales, los documentos relacionados con el despliegue de los recursos del DHS y todos los documentos relacionados con la vigilancia de los manifestantes.
El comité quiere los documentos para el 19 de junio, y que los miembros sean informados por el DHS y el FBI para el 12 de junio, señala la carta.
«Lo que está en juego, incluyendo la protección de la seguridad física de los estadounidenses y sus derechos constitucionales, es enorme», añade.
La carta se refiere a los informes de que los disturbios de Minneapolis han sido dirigidos por grupos antigubernamentales de derecha e izquierda.
El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, dijo durante una conferencia de prensa el 30 de mayo, que «la dinámica [de la protesta] ha cambiado en los últimos días».
«Vimos más y más gente viniendo de fuera de la ciudad. Vimos más y más gente buscando causar violencia en nuestras comunidades y tengo que decir que eso no es aceptable», añadió.
El presidente Trump anunció el lunes que Estados Unidos designará a Antifa, como una organización terrorista nacional.
El periodista Andy Ngo, que ha cubierto muchos eventos de Antifa en Portland, Oregon, respondió en Twitter al último anuncio de Trump, «Las autoridades federales de investigación deben desmantelar las redes y cientos de células de Antifa en todo Estados Unidos, que se radicalizan, entrenan y llevan a cabo violencia extremista organizada».
«También tienen vínculos internacionales con células afines en Europa Occidental», añadió Ngo. «Es terrorismo nacional e internacional».
«La violencia instigada y llevada a cabo por Antifa y otros grupos similares en relación con los disturbios es terrorismo interno y será tratado en consecuencia», declaró el domingo.
Boogaloo Bois, un grupo de extrema derecha antigubernamental que ha declarado que la lucha contra la brutalidad policial es uno de sus objetivos centrales, es uno de los que dice que se han amotinado en las calles de Minneapolis. El grupo se opone a la aplicación de la ley.
El fiscal general William Barr dijo en una conferencia de prensa que la violencia en el seno de esas protestas parece haber sido «planificada, organizada e impulsada» por grupos de radicales y agitadores externos que están aprovechando la situación para lograr su propio programa violento.
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