Los principales demócratas del Senado se opusieron el martes al memorando del fiscal general William Barr sobre la investigación de las irregularidades en la tabulación de los votos.
«Lo que hizo ayer no tiene precedentes y es imperdonable», dijo a los periodistas en Washington el senador Dick Durbin (D-Ill.), acusando al Departamento de Justicia (DOJ) de intentar «interferir en el proceso electoral».
En el recinto del Senado, el líder de la minoría del Senado Chuck Schumer (D-N.Y.) describió las demandas presentadas por la campaña del presidente Donald Trump sobre el posible fraude electoral como «frívolas» e «infundadas» antes de vincular el memorando de Barr con el presidente.
«El actual fiscal general de Estados Unidos ha hecho una demostración de autorizar las investigaciones federales sobre el supuesto fraude electoral, dando una apariencia de falsa credibilidad a los engaños del presidente. Viola la larga tradición de evitar incluso la aparición de interferencias de las fuerzas del orden en nuestras elecciones», dijo, señalando la renuncia del jefe de la Sección de Crímenes Electorales del Departamento de Justicia por el memorándum.
Otros senadores recurrieron a las redes sociales para expresar sus quejas sobre Barr.
«El fiscal general Bill Barr es un corrupto esbirro de Trump que debería haber sido impugnado hace meses», escribió la senadora Elizabeth Warren (D-Mass.).
«Bill Barr vuelve a deshonrar su oficina actuando como el consigliere de Trump que envía a los fiscales de EE. UU. en una expedición de pesca para legitimar teorías de conspiración sin fundamento», añadió la senadora Mazie Hirono (D-Hawaii).
El senador Jeff Merkley (D-Ore.) afirmó que Barr, con el memorando, intentaba poner en duda los resultados de las elecciones diciendo a los fiscales federales «que investigaran las afirmaciones sin fundamento de irregularidades en la votación».
El Departamento de Justicia no respondió a una solicitud de respuesta a los ataques.
En el memorando —la primera vez que Barr habla de las elecciones desde el día de las elecciones— Barr dijo a los fiscales que «es imperativo que el pueblo estadounidense pueda confiar en que nuestras elecciones se llevaron a cabo de tal manera que los resultados reflejen con precisión la voluntad de los votantes».
Barr dijo que las políticas del Departamento de Justicia permiten investigaciones preliminares, incluyendo entrevistas a testigos.
Si bien por lo general las indagaciones sobre el fraude electoral no se llevan a cabo hasta que la elección en cuestión haya concluido, Barr dijo que la postura es pasiva y dijo que «puede dar lugar a situaciones en las que la mala conducta electoral no puede ser rectificada de manera realista».
A continuación, Barr autorizó a los fiscales a presentar » acusaciones sustanciales de irregularidades en la votación y la tabulación de los votos antes de la certificación de las elecciones en sus jurisdicciones en determinados casos».
«Esas investigaciones y revisiones pueden llevarse a cabo si hay acusaciones claras y aparentemente creíbles de irregularidades que, de ser ciertas, podrían afectar potencialmente al resultado de una elección federal en un estado concreto», añadió.
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