Un grupo de legisladores demócratas está instando a Meta a ampliar su suspensión de la cuenta de Facebook del expresidente Donald Trump después del 7 de enero, cuando el gigante de los medios de comunicación tiene que tomar una decisión sobre si reintegrarlo después de emitir una suspensión de dos años en 2021.
«Esa suspensión expirará en solo 24 días, a pesar de que está más inestable y es más peligroso que nunca», escribió el representante Adam Schiff (D-Calif.) en Twitter el 14 de diciembre, refiriéndose al expresidente.
«[El senador Sheldon Whitehouse (D-R.I.)] y yo pedimos a Meta que mantenga a Trump desconectado», añadió Schiff. «Para siempre».
Schiff y Whitehouse —junto con los representantes André Carson (D-Ind.) y Kathy Castor (D-Fla.)— han presentado su caso contra Trump en una carta enviada a Nick Clegg, presidente de asuntos globales de Meta, según un comunicado de prensa del miércoles de la oficina de Schiff.
En su carta, los demócratas alegaban que Trump probablemente incitaría a la violencia y socavaría la democracia si se le permitiera volver a Facebook.
«Su retórica solo puede servir como motivación para incitar a la violencia, y es responsabilidad de Meta mantener esa retórica fuera de sus plataformas», dice la carta.
Inicialmente, Facebook suspendió a Trump indefinidamente tras la irrupción en el Capitolio del 6 de enero, pero más tarde lo cambió a una prohibición por dos años. En un posteo explicando la suspensión en junio de 2021, Clegg escribió que la cuenta de Trump sería restablecida si los expertos decidían que el «riesgo para la seguridad pública ha disminuido».
La presión de los cuatro demócratas para mantener a Trump fuera de Facebook se produce cuando la suspensión de Twitter a Trump está siendo objeto de un minucioso escrutinio, tras la publicación de los llamados «archivos de Twitter». En un tuit del 12 de diciembre, el nuevo jefe de Twitter, Elon Musk, sugirió que Trump «no violó las normas» y que la decisión de prohibir el acceso al expresidente se tomó a instancias de «empleados activistas».
Un día después, el ex director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, compartió su opinión sobre los documentos internos de Twitter, diciendo que prohibir a Trump era «algo incorrecto para Internet y la sociedad».
Twitter, que vetó a Trump tras la irrupción en el Capitolio, reactivó la cuenta del expresidente en noviembre después de que más de 15 millones de usuarios de la cuenta votaran en una encuesta online. Los resultados finales de la encuesta mostraron un 51.8 por ciento a favor de restablecer a Trump.
En septiembre, Clegg dijo que será él quien decida si se levanta la suspensión de Trump. Añadió que consultaría al director ejecutivo Mark Zuckerberg, al consejo de administración de la compañía y a expertos externos antes de tomar la decisión final.
«No es una decisión caprichosa», dijo Clegg durante un evento celebrado por la organización de noticias Semafor. «Examinaremos las señales relacionadas con el daño en el mundo real para tomar una decisión sobre si en el punto de los dos años —que es a principios de enero del año que viene— se reintegra a Trump a la plataforma».
Carta
Los cuatro legisladores citaron las preocupaciones de Trump sobre la votación de mitad de período en Arizona, Michigan y Pensilvania como evidencia de que debería mantenerse fuera de Facebook.
«Trump ha seguido publicando contenido electoral perjudicial en Truth Social que probablemente violaría las políticas de Facebook, y tenemos todas las razones para creer que traería una retórica conspirativa similar de nuevo a Facebook, si se le da la oportunidad», dice la carta.
Unos de los posteos en Truth Social citado por los demócratas fue que Trump escribió el mes pasado que había preocupaciones sobre la integridad electoral en el condado de Maricopa, Arizona.
Los demócratas también han acusado a Trump de seguir difundiendo «la Gran Mentira» sobre las elecciones presidenciales de 2020.
«Dos años después, podemos ver inequívocamente que Trump sigue difundiendo la Gran Mentira y, por lo tanto, socavando nuestra democracia», dice la carta.
Aún quedan muchas preguntas pendientes sobre las elecciones de 2020. En junio, Trump emitió un comunicado describiendo a grandes rasgos sus argumentos para disputar los resultados de las elecciones. El hecho de que se detuviera el conteo de los votos la noche de las elecciones y la argucia del tráfico de papeletas figuraban entre las pruebas presentadas.
Por ejemplo, Trump señaló la evidencia que presenta el documental «2000 mulas», que sostiene que el tráfico ilegal de boletas ocurrió en varios estados, por lo que se cambiaron los resultados de las elecciones de 2020.
Ha habido otras evidencias que sugieren que hubo fraude en 2020. En marzo, la organización de interés público True the Vote encontró que por lo menos 137,500 boletas de ausente fueron emitidas a través del tráfico ilegal de votos en varias ciudades de Wisconsin. El mes pasado, Verity Vote, un grupo que vigila la integridad electoral, descubrió que 19,000 boletas inválidas y que llegaron tarde fueron contadas en Arizona.
«Para que Meta mantenga de forma creíble una política legítima de integridad electoral, es esencial que su empresa mantenga la suspensión de la plataforma del expresidente Trump», escribieron los legisladores.
Antes de la publicación de la carta, la representante Diana Harshbarger (R-Tenn.) aparentemente obtuvo una copia de la carta —que dijo que Schiff estaba circulando en ese momento— y se pronunció en contra de ella, según su tuit del 8 de diciembre.
«La izquierda está desesperada por el poder y está dispuesta a desplegar tácticas de censura al estilo del PCCh para silenciar cualquier oposición», escribió Harshbarger, refiriéndose al Partido Comunista Chino. «Esta es la verdadera amenaza para la democracia».
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