La negativa de varios senadores demócratas, incluido el líder de la minoría Chuck Schumer (D-N.Y.), a reunirse individualmente con la nominada a la Corte Suprema, la jueza Amy Coney Barrett, es el primer paso de muchos de los que planean retrasar su consideración en el Senado más allá de las elecciones de noviembre.
Pero, mientras se espera una lucha reñida y que requiere mucho tiempo, veteranos congresistas y estrategas de campaña de ambos partidos le dijeron a The Epoch Times que el resultado final es casi seguro que será una votación en el Senado de 51 a 49 para confirmar que Barrett ocupe el puesto que quedó vacante por el fallecimiento de la jueza Ruth Bader Ginsburg el 18 de septiembre.
Aun así, un memorándum preparado por un grupo anónimo de exayudantes del Congreso y grupos liberales de defensa judicial que circuló entre los demócratas y la prensa en los últimos días detallaba 10 tácticas de procedimiento para bloquear los esfuerzos de confirmación del Senado.
«Los demócratas deben actuar para retrasar la acción de [el líder de la mayoría del Senado Mitch] McConnell (R-Ky.) para ocupar el puesto de la Corte Suprema de la jueza Ginsburg. Rechazar la acción antes de las elecciones podría aumentar notablemente la probabilidad de que los resultados de las elecciones cambien el voto en el Senado y por lo tanto permitan la entrada de un juez más progresista», dijo el memorándum.
Los autores se refirieron a la posibilidad de que el exvicepresidente Joe Biden derrote al presidente Donald Trump el 3 de noviembre y de que pierdan suficientes senadores republicanos en ejercicio como para que los demócratas vuelvan a controlar el Senado.
«En caso de no ser así, avanzar con la confirmación durante una sesión de presidente no reelecto, si se hubiera negado el consentimiento de los gobernados, reforzaría el caso para la reforma estructural de la Corte [Suprema].
«Además, gran parte del amplio electorado querrá ver a los demócratas del Congreso luchando para proteger la Corte y sus derechos constitucionales. La mera rendición a lo que los conocedores de Washington ven como inevitable, será vista por muchos como un abandono de la base demócrata y podría socavar el entusiasmo».
Algunas de las 10 sugerencias son familiares, como la de plantear cuestiones de orden, pero algunas sugieren medidas parlamentarias extremas, como la de usar los estatutos de vía rápida para forzar debates largos y votaciones nominales sobre temas que no tienen nada que ver con Barrett.
«Por ejemplo, cualquier senador podría presentar una resolución concurrente sobre el presupuesto y por precedente, si aún no se ha tomado una decisión sobre una resolución de presupuesto para el próximo año fiscal, entonces la resolución se colocaría inmediatamente en el calendario», explicó el memorándum.
«Una vez en el calendario, cualquier senador podría presentar una moción para proceder a la resolución, forzando una votación nominal sobre la moción de proceder. Mientras tanto, las resoluciones de desaprobación bajo la Ley de Revisión del Congreso (CRA) pueden ser solicitadas a la comisión con 30 firmas después de 20 días de calendario. Tales medidas podrían ser presentadas en masa ahora».
Hecho consumado
La CRA, aprobada por primera vez en 1996, es raramente utilizada por los presidentes demócratas, pero Trump lo ha hecho docenas de veces desde 2017.
«Todo eso está muy bien, haz todo eso y pelea la buena batalla para mostrarle a tu base que estás tratando de pelear la buena batalla, pero nada de eso importa porque al final del día, esto es un hecho consumado, tienen 51 votos», dijo la estratega demócrata Christina Antelo a The Epoch Times.
«El único misterio para mí en este momento es si sucede antes del 3 de noviembre o justo después del 3 de noviembre», dijo Antelo, quien es directora de la firma Ferox Strategies, con sede en Washington, D.C., quien cuenta entre sus clientes a Walmart, The Walt Disney Company y The Gap.
Un veterano estratega legislativo republicano del Senado quien pidió el anonimato tenía una visión menos comprensiva del memorándum.
«No hay nada nuevo aquí, quiero decir que esto ocurre cada vez», dijo el estratega republicano. Señalando que el memorándum citaba las «Mociones de Aplazamiento y Receso» como una táctica de retraso, el estratega republicano observó, «digamos que lo hicieron». Lo que sucedería es que McConnell sea reconocido primero cuando el Senado abra, entonces abren el Senado, el presidente reconoce al líder de la mayoría que presenta la clausura en la nominación, entonces no importa si no haces nada el resto del día.
«Entras al día siguiente, tengas o no el consentimiento, es el día de intervención requerido, y para el tercer día, por regla general, tienes que votar sobre el nominado, así que, sí, podrían hacer eso, pero parecería una tontería».
Cuando se le preguntó si algo en el memorándum sorprendería a los republicanos, el exestratega del liderazgo del Senado se rió, diciendo «no, hicimos lo mismo» cuando su partido estaba en la minoría del Senado.
Lauren Fink, fundadora y directora ejecutiva de Rebelle Communications, con sede en California y Nueva York, dijo a The Epoch Times que la actual atmósfera de nominación es producto de la eliminación de las tácticas de obstrucción por parte del Senado.
«Debido a que los demócratas no tienen las tácticas de obstrucción, tienen que cavar en el procedimiento y pasar por un montón de reglas arcaicas para tratar de encontrar una manera de, en el mejor de los casos, retrasar el proceso», dijo Fink.
Se refería a los votos de la «opción nuclear» del Senado bajo el liderazgo demócrata en 2013 para poner fin al requisito de 60 votos para terminar el debate sobre todos los nominados excepto los de la Corte Suprema, y bajo el liderazgo republicano en 2017 para eliminar también el requisito sobre los nominados a la Corte Suprema.
El mensaje sobre las tácticas de retraso de los demócratas dijo Fink, debería centrarse en «la Ley de Atención Asequible y los 25 millones de estadounidenses que podrían perder su cobertura médica con la administración Trump respaldando la demanda dirigida a la Corte Suprema a principios de noviembre».
Fink dijo que Barrett podrá participar en el fallo de la Corte sobre el caso presentado por 22 fiscales generales de estado republicanos. Barrett sería el quinto voto para declarar inconstitucional el programa de salud del presidente Barack Obama.
Cuando se le preguntó si los demócratas deben apoyar el restablecimiento de las tácticas de retraso, Fink dijo que la opción nuclear terminó con el tradicional decoro del Senado, por lo que los demócratas ahora deben «combatir fuego con fuego» ampliando la Corte Suprema.
«En algún momento, ¿podemos hablar de desarmar y volver a mantener las normas por ambas partes no usando cada movimiento de poder que puedan de mutuo acuerdo? Creo que podemos lograrlo, pero no nos veo lograrlo a menos que los demócratas se pongan de acuerdo en los términos que los republicanos han establecido», dijo.
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