El profesor de Derecho retirado de Harvard Alan Dershowitz sugirió que los funcionarios demócratas quieren que el expresidente Donald Trump sea asesinado quitándole la protección del Servicio Secreto.
El representante Bennie Thompson (D-Miss.) introdujo la semana pasada una legislación que eliminaría la protección del Servicio Secreto para las personas que son condenadas por delitos graves o estatales. El legislador mencionó que un «expresidente» podría ser una persona a la que se le retiraría la protección si es declarado culpable en cuatro casos.
Pero el Sr. Dershowitz, exprofesor de derecho constitucional y abogado de defensa criminal, afirmó en una entrevista con Newsmax durante el fin de semana que la legislación del Sr. Thompson es «ridícula» y «significa que quieren matarlo porque obviamente es un objetivo».
«Vivimos en una época en la que todo el mundo está en peligro. Mira, Bobby Kennedy debería tener protección del Servicio Secreto, pero desde luego Donald Trump necesita tener protección del Servicio Secreto. No va a ir a la cárcel, pero si va a la cárcel, obviamente la ley exige protección del Servicio Secreto», dijo Dershowitz, refiriéndose también al candidato independiente Robert F. Kennedy Jr.
Se produce mientras el presidente Trump se enfrenta a un juicio penal en el que los fiscales alegan que falsificó registros comerciales durante la campaña de 2016 para encubrir noticias negativas. El juicio está programado para durar alrededor de seis a ocho semanas en total, mientras que los argumentos iniciales comenzaron el lunes.
El juez Juan Merchan, que está supervisando el caso, «va a farolear, bien y amenazar, pero no va a meter a Donald Trump en la cárcel», dijo el Sr. Dershowitz. «Eso sería una victoria garantizada (…) No creo que vaya a suceder».
Un comunicado de prensa emitido por la oficina del Sr. Thompson dijo que con los casos del presidente Trump, ahora hay una oportunidad para que el Congreso reforme la misión protectora del Servicio Secreto de los Estados Unidos «terminando automáticamente la protección del Servicio Secreto para aquellos que han sido sentenciados a prisión tras una condena por un delito grave federal o estatal, aclarando que las autoridades penitenciarias serían responsables de la protección de todos los reclusos, independientemente de la protección previa del Servicio Secreto».
«Desgraciadamente, la ley actual no prevé cómo afectaría la protección del Servicio Secreto a la condena a prisión por delito grave de un protegido, incluso de un expresidente. Es lamentable que hayamos llegado a esto, pero este escenario antes impensable podría convertirse en nuestra realidad», dijo el Sr. Thompson, refiriéndose a los 91 cargos estatales y federales del expresidente.
«Por lo tanto, es necesario que estemos preparados y actualicemos la ley para que el pueblo estadounidense pueda estar seguro de que el estatus de protección no se traduce en un tratamiento especial, y que aquellos que sean condenados a prisión cumplirán efectivamente el tiempo que se les exige», añadió en el comunicado de prensa.
En respuesta a su presentación de la medida, la representante Marjorie Taylor Greene (R-Ga.) dijo el lunes en una entrevista que la legislación presentada por el legislador de Mississippi está tratando de que el presidente Trump muera en prisión.
«No van a dar marcha atrás en lo que están haciendo», dijo la Sra. Greene. «Literalmente lo quieren muerto».
«Bennie Thompson presentó un proyecto de ley para quitarle la protección del Servicio Secreto», añadió. «Así de serios son. Quieren al presidente Trump muerto. Quieren encerrarlo en la cárcel por el resto de su vida, para que muera en la cárcel, y quieren quitarle la protección del Servicio Secreto para que sea asesinado, en algún lugar de la cárcel posiblemente», dijo también.
El Epoch Times se puso en contacto el martes con la oficina del Sr. Thompson para recabar sus comentarios.
El lunes, mientras tanto, los fiscales de Manhattan alegaron que el expresidente violó la ley y corrompió las elecciones de 2016 al tratar de encubrir supuestos amoríos con dos mujeres. Su abogado defensor dijo que no cometió ningún delito, mientras que el expresidente negó las afirmaciones sobre los amoríos.
Los miembros del jurado en el histórico juicio también escucharon brevemente al primer testigo de la fiscalía: el exeditor de National Enquirer David Pecker, quien según los fiscales participó en el llamado esquema de «atrapar y matar» para suprimir historias poco favorecedoras sobre el presidente Trump y ayudarlo a ser elegido.
En el primer juicio de la historia contra un expresidente de Estados Unidos, el presidente Trump está acusado de falsificar registros comerciales para encubrir un pago de USD 130,000 dólares a Stormy Daniels en 2016 para que guardara silencio sobre un encuentro que ella dice que tuvieron 10 años antes. Él negó que el encuentro haya tenido lugar.
El abogado del presidente Trump dijo al jurado que el expresidente no cometió ningún delito y afirmó que el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, no debería haber presentado el caso.
«No hay nada malo en intentar influir en unas elecciones. Se llama democracia. Ponen algo siniestro en esta idea, como si fuera un delito», dijo el abogado de Trump, Todd Blanche.
El martes, el juez Juan Merchan escuchó los argumentos sobre si el expresidente violó una orden de mordaza emitida previamente que le impide hablar de ciertas personas relacionadas con el caso criminal, incluida la señora Daniels y el exabogado Michael Cohen, quienes han denigrado al ex presidente en apariciones en los medios. Pero el juez no emitió un fallo inmediato, diciendo que vendría más tarde.
Con información de Reuters.
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